¨Te tuve... pero te fuiste para no volver¨
Jimin, 11 años.
—Bien Minnie, hoy estuviste mejor que nunca— elogió la señora Park a su pequeño hijo.
—Gracias mami— Jimin bajó del banco frente a su piano en un solo salto, sacudió su suéter tejido color azul marino y luego sus pantaloncitos café claro, miró sus zapatos negros completamente pulcros y sonrió satisfecho.
Definitivamente ese ensayo fue excelente.
—Debo ir a hacer las compras en el súper Jiminnie, ¿quieres acompañarme?— la mayor tomó su bolso y se colocó un enorme abrigo. El pequeño castaño negó, él quería ver algunos conciertos de sus pianistas favoritos mientras su madre iba fuera.
Sin embargo el pequeño de once años jamás imaginó que esa noche sería la última en la que vería a su madre debido a que por azares del destino ella murió en un choque automovilístico.
Jimin no tenía hermanos, no tenía padre, quedando al cuidado de su única tía.Park Jimin amaba tocar el piano, amaba ser escuchado por su madre y aunque ella era muy estricta sus melodías siempre fueron dedicadas a aquella señora de cabello largo y sedoso, de diminutas arrugas que adornaban sus ojos, eran solo para la única persona que el pequeño castaño quería profundamente, ¿pero ahora que se había marchado?, no tenía caso seguir con lo que le apasionaba.
Jimin había dejado de escuchar el propio sonido de su piano.
🎹
Jimin, 19 años.
Todos corrían de un lado a otro en el Instituto, el castaño los miraba con intriga, puesto que pocas veces pasaban esas cosas.
—¡Hey, Hoseok!— Jimin tomó el brazo de su amigo quién también iba corriendo al tumulto de gente.
—¡Jimin, has llegado!— gritaba el más alto— ven, vamos— Hoseok haló a Jimin y este solo se aferró fuertemente a su maletín para no perderlo.— Mira esto...
Entonces los ojos de Park viajaron al centro de atención, pero el no se interesó por lo mismo que los demás sino que aquella persona estaba tocando un instrumento. Era un chico que fácilmente podría doblarle la estatura, tenía entre sus manos y brazos un hermoso violín que era tocado con mucha gracia y delicadeza, Jimin sintió un dolor en su pecho, hacía mucho tiempo que la música ya no significaba lo mismo para él.
Observó con detenimiento las facciones del rostro ajeno, su cabello negro y ondulado adornaba su cara, su nariz y boca fruncida con concentración para terminar con unos ojos cerrados, tal vez estaba sintiendo profundamente su melodía por eso se halaba de aquella forma.
—¿No es hermoso?— una chica recargó su cabeza en el hombro de Jimin.
—Uh, hola MoonByul— dijo Hoseok.
—Hola amigos— sonrió la chica— ¿recuerdan del vecino nuevo de infarto que les conté?.
—Si— musitó Jimin.
—Pues les presento a Jeon Jungkook—dijo con un suspiro— ¿verdad qué es muy guapo?.
Ambos chicos soltaron una risa al ver la cara de su amiga y antes de marcharse juntos a su clase Jimin volteó, encontrándose con la mirada de unos ojos negros que sonreían mientras lo veía.
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Tu mentira en abril. ::: KookMin
Romance♫ La pasión viene de la soledad de la persona que hace eco ferozmente. ★════ Premio a la que no llore y termine de leer. ════★