Parte I

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A penas había llegado a su aula correspondida y al entrar lo primero que llamo su atención fue esa rulosa cabellera chocolate, y lo demás lo dejo sin aliento. Un joven apuesto se encontraba sentado al fondo del salon, en el centro, parecia que era tenia demasiada popularidad ya que tenia un grupo de admiradoras rodeandolo y haciendole ojitos, mientras que el ignoraba a algunas y a otras les sonreia descaradamente a otras. Al parecer los que supuestamente eran sus amigos estaban sentados cerca de el, hablando animadamente y observando con petulancia los atributos de ciertas jovenes. A pesar de su actitud desubicada debia admitir que verlo era un deleite. Era un ángel, el niño. Pero los ángeles son inocentes y este había perdido la inocencia por completo, o al menos, eso decían sus orbes verdes, con un brillo malicioso y seductor.

Carraspeo y se presento: 

-Soy Louis Tomlinson, su nuevo profesor de...- unas risas lo interrumpieron, haciendole enfadar pero cuando unos ojos verdes se posaron en el burlon, el mal humor se fue, solo quedo las ganas de darle unas nalgadas al menor, quien lo observaba atento con una ceja arqueada.

Esto no puede estar pasando, penso el, otra vez la misma dulce tortura. Trago duro y trato de aquellos ojos no le perturbasen mas, recordó que el era el profesor Tomlinson, todos le respetaban y se sentian intimados por el... entonces, ¿Por que se sentia como si el fuese el intimidado? Fruncio el ceño, y se dio cuenta que desde que habia entrado nadie le presto la menor atencion y le enfurecio. Golpeo la pizarra con un borrador, bruscamente, la mayoria se sobresalto por el furioso ruido y al instante todos se callaron y lo observaron. Toda la atencion para el, sonrio.

-Vuelvan a sus asientos, saquen sus utiles y préstenme atención.- dijo duramente.

Casi todos le hicieron caso, menos aquel niño de ojos esmeraldas y su grupo de amigos que se veian demasiado chulitos, su sonrisa se volvio amenazante. Entrecerro los ojos, ¿Le estaban desobedeciendo? Aquellos ojos se posaron en el, desafiandolo.

-Ustedes los del medio, parence enfrente de la pizarra y diganme sus nombres, de lo contrario habra castigo.- dijo.

No le hicieron caso, se rieron o rodaron los ojos, y el de ojos pastosos rio suavemente negando. Ni modo, se lo buscaron. 

-¿A si que esas tenemos niños?- sonrio de lado.

Saco su regla larga y se dirigio a ellos.

-La desobediencia merece un castigo, la obediencia premio, es muy simple pero al parecer no logran comprenderlo, asi que les dare una ultima oportunidad, van adelante y me dicen sus dichosos nombres o recibiran un Castigo.- rio cinicamente.

Vio duda en algunos de los chicos y dos de ellos se levantaron un castaño y un rubio, dejando al ruloso con un morocho. Nego con la cabeza, estos niños.

-Como deseen, castigo.

Levanto la regla y la dejo caer con fuerza sobre la palma del morocho de ojos avellanas que acompañaba al angelito. Este grito de dolor y lo miro con furia mientras se sobaba la mano. El oji-verde solto un jadeo. Nadie antes los habia tratado asi ¿Quien se creia?

-¡Pero que diablos haces viejo! eso duele... ¡mierda!- el morocho se habia parado para gritarle pero Louis no perdio la oportunidad y le pego una vez mas pero esta vez con la mano, dandole un buen bofeton, el chico quedo rojo de la furia, con los ojos cristalizados y temblando, le habia dado vuelta toda la cara. En cambio, su amigo no movio ni un dedo, solo lo miro con atencion.

-Al pizarron antes que recibas otro castigo.- dijo duramente y cabeceo a la direccion en las cuales se encontraban sus otros dos amigos que lo miraban atemorizados.

El morocho iba a replicar pero uno de aquellos chicos que se encontraban en la pizarra lo miro con ojos suplicantes, Louis se dio cuenta y lo observio de solayo, era de pero castaño lacio, ojos marrones de cachorrito. Nego con la cabeza y antes de que el de ojos avellanas diera un paso mas le dijo al oido.

-El próximo sera para tu novio si no te comportas.- esto causo en el menor un escalofrió y apretó la mandíbula para próximamente dirigirse al frente.

Al fin quedo solo con el niño de ojos verdes. Que lo miraba a los ojos, sin temor. Esto le fastidio, queria intimidarlo pero no se dejaba, se sostenian la vista durante un buen rato hasta que el mayor acerco su rostro al suyo y bajito le dijo:

-U obedeces o habra un castigo, ojitos. Para tus amigos.

El rizado lo fulmino con la mirada y se acerco mas a el, sus rostros estaban a centimetros de distancia, un movimiento mas y sus labios se rozarian, se miraron por un largo tiempo mas hasta que el rizado suspiro resignandose.

-Esta bien.

-¿Esta bien que?

-De acuerdo, profesor.

Louis sonrio complacido y levanto una ceja esperando que el menor fuera a su lugar cuando este menciono:

-Aunque me encantaria recibir un buen castigo de parte de usted.

Eso lo habia dejado con la boca abierta pero rapidamente la cerro y señalo a sus amigos, haciendole un gesto que los siguiera inmediatamente.

-Presentense.-dijo ronco.

-Liam Payne.- dijo el castaño con cierto miedo

-Niall Horan.-la voz de aquel chico rubio revelaba su acento de Irlanda.

-Zayn Malik.- dijo con recelo el morocho que habia recibido los llamados de atencion, al obtener una mirada de Liam.

Y el ojiverde con una sonrisa peligrosa, le guiño un ojo que al parecer nadie lo noto y dijo firme:

-Harry Styles.

Mini-Novela. Indisciplinados (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora