꒰ Choi San, como todos los niños a su edad, amaba jugar.
Jung Woo Young solo quería un beso de ese niño que le gustaba꒱.
𓄴🕷️×PupiPop.
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El ritmo de la fiesta iba en aumento. Casi todos bailaban, y quienes no lo hacían, estaban charlando en algún sitio más tranquilo. El caso es que todos, la estaban pasando muy bien, y disfrutaban del festejo.
Ryujin estaba muy preocupada,y con ganas de asesinar a alguien. No sabía a que clase de idiota se le había ocurrido darle alcohol a su hermanito, ahora Yeo estaba ebrio, ni tanto, pero de todas formas eso era una molestia para ella, y el hecho que fuese la primera vez, que su hermano consumía alcohol la ponía histérica.
El rubiesito , bailaba entre todas las personas, y cantaba en un tono un tanto elevado, y ya se estaba quedando afónico. La verdad es que bailar se le daba bastante bien, y ahora, SeongHwa ya no era el único que lo miraba de esa forma tan lasciva. Rato atrás él mismo ya había aclarado el hecho de que era hombre, no mujer, pero aun así, varias miradas lo seguían, mientras él bailaba y platicaba con un par de chicas, que decían ir al mismo año que el.
Esa noche terminó bien para todos. Las preocupaciones de Ryujin, no pasaron a mayores, Y solo se quedaron plantadas en su imaginación, como las fantasías que eran. San y Wooyoung, estuvieron hablando toda la noche, haciéndose compañía mutua, sobre las ramas de un árbol, que había en el jardín de la casa, mirando las estrellas, contándose cosas, y hablando de sus diferentes ideologías. Por otro lado SeongHwa Y Yeo, también tuvieron un largo de charla tranquilamente, y con esos momentos de platicas, el pelinegro, se dio cuenta de que el menor, no solo le resultaba atractivo físicamente, ya que era realmente agradable, y llevaban platicas realmente fluidas y entretenidas.
La semana siguió de la misma forma. Ryujin con sus paranoias, y la loca idea que, hasta el viento y los platos, querían violar a su hermano, mientras ella hacía lo posible para impedirlo. San y Woo, iban fortaleciendo sus lazos, su relación, de forma que se volvían más cercanos a cada segundo, y se encariñaban más, más y más; ya había entrado en completa confianza, así San, había dejado sus tartamudeos,la transpiración, y el sonrojo constante; claro, no por completo, ya que se le haría imposible, pero ahora con una frecuencia mucho más normal y nada exagerada. Los dos jóvenes, también se estaban volviendo cercanos, aunque no de la misma forma, ni con la misma magnitud, ya que hay que tener en cuenta, el hecho de que Yeosang, no pensaba como cualquiera, y que estaba mucho más perdido, con respecto a las cosas cotidianas, y corrientes ; por su desmedida inocencia no notaba la forma en la que Hwa lo miraba, o las indirectas que le daba constantemente, pero la chica rubia, se encargaba de que la mente de su hermano siguiera sana, y sin contacto con la impureza.
