༝ ᴠɪᴠɪʀ sɪɴ ᴛɪ ༝ | ❲ Jackbum - Jaeson ❳

Final

—¿Estás listo? —Las manos gentiles de Jaebum acariciaron los hombros del castaño, mostrándole su apoyo.

Jackson asintió. El cuero de la tapa del diario sintiéndose de pronto extraño entre sus dedos.

Ese día se cumplía un año desde la muerte de JinYoung; y Jackson estaba con Jaebum frente a la lápida de su ex novio, quería dejarle el diario con todo lo que había escrito en él durante todo ese tiempo.

—Te veo afuera, bebé. Tómate tu tiempo —Jaebum le dió un suave beso en la sien y se alejó para darle al castaño el espacio que necesitaba.

Cuando Jackson notó que ya no había más rastro del pelinegro, se permitió derramar unas cuantas lágrimas. Todo el año que había estado sin JinYoung se había sentido como estar montado en una montaña rusa constante, lleno de subidas y bajadas sorpresivas que le quitaban el aliento y lo hacían llenarse de un sinfín de emociones.

Jackson recordó cada momento al lado de JinYoung y entre sollozos se despidió de él. Con nostalgia abrió la rejilla que separaba el cemento con la inscripción de los datos de su exnovio y acarició la foto que seguramente la señora Park había dejado. Se dió cuenta que era la primera vez que estaba ahí desde que lo enterraron, una punzada de dolor y culpa oprimió su pecho por haber estado aferrándose a las notas que escribía para JinYoung en lugar de tomarse el tiempo de visitarlo.

Colocó al costado de la foto el libro de cuero y volvió a cerrar con cuidado la reja. Limpió con el dorso de su mano las lágrimas que habían humedecido su rostro.

—Hasta luego, Jinnie.

Cómo había prometido, Jaebum lo esperaba afuera. Apoyado sobre el capote de un auto desconocido, sus brazos cruzados mientras miraba distraídamente a las personas pasar.

Jackson sintió una extraña pero agradable calidez instalarse en su pecho.

Caminó hasta donde estaba su novio y se dejó abrazar por él. Jaebum dió caricias circulares al rededor de su espalda. Ambos ahora apoyados sobre el auto y sumergidos entre los brazos del otro, ignorando cualquier mirada curiosa que se posaba sobre ellos.

Con cada día que pasaba, Jackson reafirmaba en su corazón los sentimientos que Jaebum provocaba en él. Aunque en algún punto de su vida pensó que no podría seguir adelante, lo había logrado.

Im Jaebum con sus cuidados, su sonrisa y su manera única de alegrar sus días. Había sido el empujón que él necesitaba para seguir adelante y no podía estar más agradecido por eso.

—Te amo —concluyó Jackson en voz alta rompiendo el silencio. Jaebum sonrió ante las espontáneas palabras y besó la frente del menor.

—Te amo —respondió también, alzó la barbilla del castaño para unir sus labios una vez más.

Un carraspeo incómodo los hizo detenerse en seco.

—hmm...no quisiera interrumpir su momento pero tengo que volver a casa —Un señor desconocido los miraba con vergüenza, un ramo de flores sostenido por su brazo izquierdo y una llaves en su mano derecha. Lo miraron curiosos sin entender a qué se refería —. Están sobre mi auto...

La pareja saltó de su sitio, dando constantes reverencias de disculpa, sin atreverse a mirar a los ojos del dueño del auto. El extraño se carcajeo ante la escena y les dió un leve empujón con su brazo.

—No se preocupen, estás cosas pasan —movió su cabeza en un vaivén divertido y abrió la puerta de copiloto. Jaebum sostuvo la puerta y Jackson lo ayudó con el ramo. Una vez instalado les agradeció —. Muchas gracias a los dos y espero que tengan un excelente futuro juntos.

Y sin decir más, se fue, dejando ambos chicos con las mejillas encendidas en un rojo intenso y con los corazones conmovidos por sus palabras.

Jackson jaló del brazo de Jaebum, incitándolo a caminar. Pequeñas gotas de lluvia adornaban la tarde.

—¿Qué vas a preparar hoy, hyung?

—Estaba pensando...hay un lugar al que quiero que vayamos...pero si no estás de ánimos podemos dejarlo para después...Puedo improvisar una cena decente.

—No es necesario, me encantaría ir. ¿Dónde es?

—Ya verás —Jaebum sonrió al ver el puchero formarse en los labios de Jackson, sabía que las sorpresas lo ponían particularmente ansioso.

—¿Es al restaurant italiano al que fuimos la otra vez por mi cumpleaños?

—No, y no intentes adivinar porque no te voy a decir, Sseunie.

—Eres cruel, hyung.

—Aún así me amas —Jaebum dijo burlonamente a la vez que se adelantaba un poco y corría hacia algún lugar sin importarle ser mojado por la lluvia.

—Lo hago —susurró para sí mismo antes de correr tras Jaebum, disfrutando las gotas de agua que caían del cielo.

Jackson pensó en ese momento que no se podía ser más felíz.

F i n.

Solo quiero agradecer a quién sea que se haya tomado la molestia de leer todo esto, se ganaron mi corazón. 😔💞

Tardé como siete horas escribiendo todo y lo publiqué de una así que si hay algún error o incongruencia, pidoperdon. D:

En fin, gracias otra vez. Si pasan por alguna otra de mis historias entonces nos leemos luego y si no, cuídense mucho. ❣️❣️