JungKook se hizo más pequeño en los brazos de Park, no siendo un impedimento la diferencia de altura evidente entre ellos. Se dejó seducir por aquella sensación de calidez que se extendía por su pecho cada vez que tenía a JiMin cerca de si y hundió su naríz en el hueco de su cuello, cerrando los ojos encantado con el aroma cítrico que poseía el mayor.Pensaba en que había añorado aquello desde que había salido corriendo del departamento ajeno, esa fatídica noche en que fue dominado por el enojo y su orgullo herido de Alfa. Pero aún cuando sus iris eran rojos con el deseo de darle pelea a JiMin, fue tan doloroso abandonar el lugar. Ni siquiera supo porque las lágrimas se deslizaron sin tregua por sus mejillas todo el camino de regreso a su solitario "hogar".
Esos días en que se habían alejado para ordenar el desastre que eran sus emociones, solo habían provocado que se hundiera en la tristeza. Extrañaba a su Omega tanto como extrañaba a JiMin. Todas las noches durmiendo pocas horas, llorando sin notarlo e ingiriendo tan poco alimento que estaba seguro de haber bajado unos cuantos kilos. Incluso cuando TaeHyung se enteró de que ya no estaba con JiMin y se quedó cada día para hacerle compañía, nada en su rutina se modificó.
«¿Tus lágrimas son por Lalisa Manoban o por Park JiMin?» TaeHyung le cuestionó con tono duro, uno de esos días en que se negó a levantarse de la cama. Respondió lo que era correcto y se convenció de ello, repitiendolo en su cabeza como si fuese un mantra que no debía olvidar, aterrado con lo que dictaba su lobo en completa negación con el humano.
Entonces, Park JiMin había llegado a pedirle disculpas por aquel suceso desafortunado y eso valía lo suficiente como para perdonarlo sin cuestionamientos de por medio. Sostuvo que no servía de nada dejarse llevar por su enojo y perder lo único bueno que tenía, su mayor apoyo.
Sin embargo, temía hasta el punto en que confiaba tan ciegamente en las palabras de otro Alfa.
Fue un extenso tiempo en que se abrazaron sin intercambiar palabra alguna, siendo innecesario porque sus lobos hablaban por ellos; extrañamente jugueteando y reencontradose en la paz de sus corazones para acurrucarse juntos en un silencio impropio de un par de Alfas.
El contacto solo acabó cuando TaeHyung aclaró su garganta a su espalda. Posteriormente, se llevó a JiMin prácticamente a rastras fuera de la cocina, alegando que necesitaban hablar mientras le encargaba quedarse ahí y terminar de cocinar la cena.
Ignoró el gruñido que quedó atascado en su garganta y se enfocó en su tarea, tal y como se lo pidió su hermano.
Ya podría más tarde recuperar el tiempo perdido con JiMin.
·⸙;
TaeHyung se mantenía rígido en el sofá con brazos cruzados sobre su pecho, mirada escudriñante y su mandíbula tan apretada como le fuese posible sin romperse ningún diente en el proceso.
Podía percibir su enojo desde la distancia e inevitablemente se puso alerta. Lo conocía tan bien como para saber que no tendría reparos en desafiarlo aún cuando él era solo un Beta contra un Alfa como lo es JiMin, no había comparación entre la fuerza de uno y otro, su desventaja siendo obvia.
—¿Qué fue lo que le hiciste para que te evitara por casi dos semanas? —formó una mueca con sus labios ante la pregunta que no se esperaba tener que responder.
El Alfa en JiMin sabía que JungKook no contaría nada sobre el beso a nadie, ni siquiera a su propio hermano. Lo entendía, entendía que ningún Alfa pondría en juego su reputación como uno al contar la vergüenza que suponía besar a otro de su misma jerarquía, peor aún, dejar que ese otro lo dominará una vez que se viese cansado de luchar por el preciado control que debían mantener sobre todo y todos.

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Cafuné | JiKookmin
Fanfiction[ C l i c k ] JungKook es un Alfa joven que perdió a su Omega y sufre las consecuencias de ello. JiMin es un Alfa también y conoce a JungKook como una mera casualidad, aquella noche de viento fresco y luna llena. Un click instantáne...