Capítulo 2

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Capítulo 2

Jace entró a casa y escucho voces provenientes de la cocina y se llevó una sorpresa cuando encontró a su padre conversando con su madre. Stephen se había ido de viaje desde hace tiempo al instituto de Nueva York y sinceramente, no esperaba verlo tan pronto.

-Jace -Dijo Stephen sonriéndole.

-Papá -Jace lo abrazó, hacía como un año que no lo veía y lo extrañaba.

-¿Cómo has estado? Obviamente no más guapo que yo.

-Claro que sí, no creo que haya habido un Herondale más apuesto que yo en la historia.

Ambos se rieron y Celine se puso al lado de Stephen.

-Es domingo, deberíamos de poder hacer algo... -Dijo Celine -Podríamos ir de día de campo a las afueras, por el bosque.

Stephen y Jace se sonrieron, accediendo a la idea de Celine, como siempre que papá estaba en casa; una vez le dijo a Jace: "Nunca deberías de dejar que nadie te controle" y Jace contesto "Mamá lo hace contigo" Stephen sólo se rio esperando a que un día comprendiera que no es que lo controle, sino que la quería lo suficiente como para complacerla, claro que aunque Stephen aún extrañaba a Amatis, ella había viajado a París desde hace tiempo y no había sabido de ella, pero tenía a Jace y a Celine, eso parecía ser suficiente.

No tardaron mucho en llegar al bosque, estando allí se veía todo Alacante, no llegaba la vista hasta el Lago Lyn; a Jace le gustaba ir a la playa que se encontraba al lado del lago, una vez se había metido a nadar y trago agua, en la vida volvió a meterse al lago, se quedaba en las orillas y si se metía era con sumo cuidado para no tragar.

Celine llevaba el cabello rubio recogido en una coleta y llevaba puestas sus botas altas, se parecía mucho a Jace... Se sentaron los tres juntos a comer sándwiches como cuando él era pequeño, su padre lo entrenaba allí, en el bosque, aunque claro, Jace moría por entrar en la academia. Nunca había combatido un demonio realmente, aunque quería hacerlo, quería ir a Nueva York, París, Rusia, Londres, un sin fin de lugares en dónde podía experimentar para lo que había entrenado tan duro tanto tiempo.

-¿Y qué tal las novias? -Preguntó Stephen.

Jace rio.

-Ya sabes, las chicas muriendo por mí.

<<Pero hay una...>> pensó.

-Me alegro -Stephen sabía perfectamente que era cierto porque su hijo tenía el encanto de los Herondale, pero también sabía que él empezaba a fijarse en alguien que parecía ser digna de él, porque incluso siendo un Herondale, tenía el corazón más noble del mundo.

Jocelyn salió con Luke esa tarde.

No le importaba dejar solos a sus hijos porque ambos sabían cuidarse solos, aunque fuera sobreprotectora algunas veces tenía momentos en los que los dejaba solos. Luke pasó por ella a las 3:00 no sabía porque tan temprano, pero mientras iban camino a donde fuese su destino Jocelyn notó que no iban a llegar a las 3:30 como casi siempre que salían, había salido de la ciudad dirigiéndose hacia las afueras, la pelirroja pensó que irían a las orillas del bosque Brocelind, pero al parecer iban a ir un poco más lejos. Luke era un romántico sin remedio. La última vez que habían salido en una cita, él la había llevado a una cena con velas en su casa, como era buen chef, casi nunca tenían problemas para conseguir la comida o elegir algo para comer, había puesto rosas y la casa entera olía a ellas.

Iban en caballo, cada uno en el suyo, lo cual resulto incómodo para Jocelyn que llevaba un vestido largo y el cabello recogido, pero claro no se esperaba ir en caballo, de haber sabido se iba en jeans o en algo más sencillo. Pasaron el bosque y seguían sin llegar. Al cabo de dos horas y media ya estaban a punto de llegar y también de llegar al borde de Idris; Luke decía que estaban cerca del lugar. Una media hora más y se detuvieron cerca del Lago Lynn, al bajar de los caballos, Luke le puso una banda en los ojos para que no pudiera ver nada, Jocelyn se rio.

-Luke no entiendo porque, me voy a caer -Dijo entre risas.

-Calma Jocelyn, sólo sigue mi voz y no me sueltes.

Caminaron un poco y Luke le destapó los ojos. Jocelyn casi lloraba.

Se encontraban a las orillas del Lago, en la playa donde iba con sus hijos algunas veces, allí había una mesa con un mantel lleno de pétalos de rosas y velas, muchas velas, al igual que en la arena, además de que tenían una vista perfecta del atardecer, una cita prácticamente perfecta. A Jocelyn no le sorprendió tanto, porque las citas con Luke eran así usualmente, pero el lago...

El menú se basaba en comida italiana, pasta y ravioles, la comida preparada por Luke era mejor que cualquier comida comprada. Había vino blanco, de los mejores; esto era demasiado elegante, pero ninguno dijo nada. La conversación variaba entre lo que había en Nueva York, las pinturas de Jocelyn, Idris, Clary y Jonathan, y así... Hasta que los ravioles se terminaron y llegó el momento de saber la razón de porque el lugar y la elegancia de la cena. Se levantaron y caminaron por las orillas del lago, se habían alejado un poco pero aún había velas y más pétalos de rosas, entonces Luke habló.

-Jocelyn Fairchild -Dijo él mirándola con ternura -Llevamos saliendo alrededor de... ¿4 meses? Bueno, el punto es que yo no te amé cuando Valentine murió, ni mucho menos después de esto, te amaba desde un inicio, desde que te conocí con tu cabello rojo y tus enormes ojos verdes que miraban a todos como si fueran algo que pudiera estancarse por años en un retrato, la artista que eras. E incluso cuando estabas con Valentine yo... Yo te amaba. Por eso ahora -Saco el anillo de la familia Graymark del bolsillo de su saco -te pido que seas más que una amiga o una cita o novia, te pido que seas mi compañera y mi esposa.

Jocelyn se quedó sin palabras al escucharlo, casi comenzaba a llorar por las palabras de Luke, no se lo había esperado.

Con lágrimas en los ojos y una sonrisa en el rostro Jocelyn dijo: Si.

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Hola a todos, ya sé que es un capítulo corto pero quería subir ya. Sí quieren que les dedique uno, pídanlo en los comentarios o en un mensaje.
Con mucho amor y café,
EsaDelListón.

Little Morgensterns.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora