C o m p l e t a
Él era el gran Alpha de Alemania.
Ella una humana esclavizada.
Él fue libre toda su existencia.
Ella estuvo cautiva cinco años, su padre la había vendido al peor hombre que la pequeña Eider pudo conocer.
Estaba en medio de las vías...
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(ese vestido dorado es el que usó Eider) . Alpha Ikender
•Un terco corazón•
—¿Entonces qué color es mejor? — me quedé observando las telas que estaban regadas en el suelo.
—Creo que esté— tomé el azul entre mis manos.
—Si quizá funcione, la esposa de Christopher es de piel blanca, casi tan pálida como la tuya—. Empezó a dibujar en una hoja, lo hacía tan rápido y preciso.
—Busca una caja de pedrería que tengo en ese gabinete por favor— me apuntó a un lado. Asentí y busqué lo que me pidió.
—¿Le pondrás piedras?— pregunté.
—Si, en la parte del corpiño, también haré un escote abierto, tengo tanto que hacer— se quejó buscando otras cosas entre el desastre. La ayudé con el diseño. Después de doce horas teníamos el diseño terminado.
—Es perfecto— saltamos de la emoción. Realmente era sensacional.
Colocó el vestido en una bolsa para protegerlo. Terminamos exhaustas.
—Mañana a primera hora llevaré el diseño a su casa, espero que le guste, lo terminamos con dos días de anticipación— asentí con la cabeza. Empecé a recoger las telas y hojas regadas por la estancia. Ya era muy tarde, agradecía que el departamento estuviese en frente.
—Recién subí las fotografías a la página y ya eres todo un fenómeno. Te lo agradezco.
—No hay de que. Me divertí tomando las fotos. Eres grandiosa maquillando. Llevaré esto a guardar.
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