Capítulo 8.

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Hannah-

—Me sorprende que hayas querido acompañarme —insinúa Carter con una sonrisa pícara.

—No estoy acompañándote, solo aproveché el hecho de que íbamos al mismo lugar —aclaro.

—Tu siempre tan dulce, Smith —sonríe sin mostrar los dientes.

—Solo conduce y cierra la boca.

Me obedece, la música de la radio es lo único que evita que estemos en completo silencio.

A veces soy un poco cruel con Carter, desde aquel día en que me confesó sus sentimientos, arruinando nuestra relación de colegas y de amantes ocasionales.

Cómo olvidar la tristeza que emitían sus ojos cuando le dije que no sentía lo mismo, luego me levanté de la cama y salí corriendo de ahí. Fue la última vez que mi cuerpo tocó sus sábanas, dejando solo un rastro de mi presencia en ellas junto con su corazón roto.

No hemos mencionado el tema desde entonces, al día siguiente hizo como si esa noche nunca hubiera pasado pero, hay momentos en que piensa que nadie lo ve y deja salir toda la decepción que siente desde mí rechazo.

Cuando llegue a casa esa noche las chicas me inundaron de preguntas, no entendían porque había rechazado sus sentimientos, no les respondí, no tenía ninguna razón aparente para hacerlo, simplemente eso fue lo que sentí.

Sonara cruel pero no me arrepiento. Preferí romperle el corazón, a seguir jugar con sus sentimientos.

—Llegamos —anuncia Carter apagando el motor y bajando del auto.

Bajo también, me reúno con él en la acera y caminamos hacia la tienda sin emitir ningún sonido.

Al entrar nos damos cuenta que está abarrotada. Detesto con todo mi ser hacer fila, volteo los ojos ante ese pensamiento.

Fijo la vista hacia la ventana. Mi mirada se detiene en el edificio de al frente.
Si mal no recuerdo ese edificio era una editorial hasta hace poco. Ahora parece ser una empresa nueva, no recuerdo haberla visto antes por aquí.

El sonido del motor de un Porsche resuena en la ciudad. Adoro ese auto. Continuó mirando por la ventana esperando ver al despampanante conductor.

Se estaciona frente a dicho edificio y baja del auto aquel hombre que he esperado.

Al reconocerlo abro la boca realmente sorprendida.

Este idiota.

Camino fuera del local ignorando los gritos de Carter para captar mi atención.

Al estar afuera me doy cuenta que viene acompañado de una mujer y está le sonríe de forma coqueta mientras entran en el edificio.

¿Quién es ella? Porque está con idiota.

Cruzó la calle y me adentro sin pensarlo. Lo veo a centímetros de mi aún riendo con la misma mujer.

Tranquila Hannah, no vas a ir a discutir con él porque no tienes ningún derecho de hacerlo. Trato de calmarme pero la mujerzuela se acerca lentamente a su rostro.

¡Me importa un carajo!. Camino apresuradamente hacia ellos.

—Entonces tú no vienes a reconquistar mi corazón —digo haciendo que la mujer se detenga. Taylor voltea rápidamente como si reconociera mi voz.

—¿Hannah! ¿Qué haces aquí?.

—Vine a comprar unas rosquillas para llevarlas a casa ¿Y tú? —miro a la mujer.

—Tenía que terminar de hacer unos informes que Alex necesita.

¿Qué Alex necesita? Observó detalladamente el vestíbulo, me detengo en las letras grandes y doradas que están detrás de la recepción. "Global&Golden" se lee con claridad.

—¡No puede ser! —exclamó sorprendida —¡Si lograron hacer la empresa que tanto soñaban! ¡No puedo creer que lo lograrán, cuarteto de idiotas! —lo miro sonriendo.

—¡Disculpa! —la mujerzuela levanta levemente la voz —. No te voy a permitir que llames a Taylor de esa manera —dice amenazante.

¿Quién se cree que es está?.

—¿Quién eres tú? —pregunto con mucha curiosidad.
Por favor no digas que eres su novia.

—Su asistente —¡Si! —. ¿Y tú quién eres? —me mira con desdén.

—Su novia —la mujerzuela abre ligeramente la boca, mira a Taylor quién me observa de la misma manera que ella.

Esto es divertido.

—Taylor, amor ¿Podemos hablar un momento? —digo fingiendo mi mejor sonrisa. Él asiente.

Nos alejamos un poco.

—¿Qué acaba de pasar? —pregunta.

—Pues me puse celosa —me mira sorprendido —Si, estoy tan sorprendida como tú.

—Ella solo es mi asistente —aclara —No voy a negar que ha tratado de coquetear conmigo pero he ignorando todos sus intentos. Bueno tengo que admitir que me acosté varias veces con ella antes de venir a la cuidad, pero eso es pasado.

—Yo también tuve una especie de relación antes que llegarás, pero la termine porque no sentía lo mismo. Y lamento mucho la escena de hace un momento. No se porque lo hice —me sincero.

—He estado tan ocupado desde que llegué que no he tenido tiempo de invitarte a salir —me sonríe.

—Creí que no querías hacerlo. Pensé muchas veces que ya no estabas interesado en mí.

—Nunca deje de pensar en ti —sonrió —Tenía planeo una manera ocurrente de pedirte que volvieras conmigo.

—Okay —me mira sin entender —Está bien, volvamos a estar juntos —me mira evidentemente sorprendido —Salgamos está noche, a tomar una cerveza o algo ¿Qué te parece?.

—Eso sería perfecto —sonríe.

—¡Hannah! —grita Carter en la entrada del edificio.
¡Demonios lo había olvidado! Le hago una señal con la mano indicándole que espere.

—Tengo que irme. Nos vemos esta noche —me acerco a él, me coloco de puntillas y presionó mis labios contra los suyos. Responde el beso al instante y nos sonreímos al separarnos.

Camino hacia Carter aún con una sonrisa en los labios.

—¡Taylor! —digo haciendo que voltee a mirarme —Estoy muy orgullosa de ti y de lo que has logrado —me sonríe sinceramente. Le devuelvo el gesto y continuo mi camino hacia la puerta.

—¿Quién es ese tipo? —pregunta Carter entregándome una caja de rosquillas.

Le entrego el dinero, sujeto la caja antes de decir: —Mi novio —y salgo del edificio.







—¡¿Qué hiciste qué!? —gritan las chicas al mismo tiempo.

—Acepte ser novia de Taylor y vamos a salir esta noche. No entiendo porque tanto escándalo.

—Hannah eres la persona menos sentimental que existe, es normal que nos cueste creer un poco que te hayas dejado llevar por tus sentimientos —aclara Jazmín. Las otras dos asienten.

—Literalmente fuiste tú quien se le insinuó a él —comenta Estrella.

—¿Qué tal me queda este vestido? —doy una vuelta.

—No cambies el tema -dice Anna —. Te queda muy bien pero no cambies el tema.

—Okay, entonces me voy —camino hacia la puerta.

—¡Hannah! —exclama Jazmín exigiendo una respuesta.

—Siempre quise tener una relación con el despampanante conductor de un Porsche —me miran sin entender.

Les dedicó una sonrisa, más para mí que para ellas, antes de salir del departamento.

Cuando te Encuentre [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora