Pude ver en su rostro reflejado el atardecer que ahora dominaba el día, o al menos lo que quedaba de él. De estar mirando por la ventana giró hacia la puerta donde me encontraba yo.
¿Debía hacer algo en contra de esto?
-Así que...madurar- Esbozó una sonrisa.
No había palabras que salieran de mi boca y mucho menos de mi mente, estaba en blanco. Pero claro, un instinto me hizo girar y tratar de marcharme.
-¿De nuevo?- Su voz me detuvo, tan áspera y con ese acento molesto.
-¿A qué te refieres?- Respondí instintivamente.
-Huirás. Luego yo intentaré alcanzarte, te disculparás, estaremos juntos de nuevo y final feliz para todos, ¿Verdad?
-Pues, adivina qué, no es un cuento de hadas.
-Ja, eso ya lo quisieras- Rió- Pero no...las cosas no son tan simples, ¿No?
-Entonces- Volteé para volver a verlo acercándome hacia él- ¿Vas a dejar que termine así? ¿Casado e infeliz? No es lo que quieres Rubén, lo sé.
-¿Tú que has de saber de mí ______? Durante todo este tiempo pensaste en ti misma, no te importaron mis sentimientos en absoluto. Cuando me abandonaste esa noche en la lluvia.
-¡Basura!- Rubén se exaltó- Pensé en tus putos sentimientos todos los malditos días de mi vida desde que supe que te casarías, en lo que serías y en lo infeliz que te volverías. No quiero eso, nunca lo quise en sí.-¿Esperas mi aprobación? Pues bravo _____, bravo- Aplaudió sarcásticamente- Pero eso ya no importa ahora. Lo único que hice es en pensar que esta puta relación podría funcionar. Desde el día que te conocí en esa clase de biología, supe que no serías alguien fácil de tratar y aún así...
-¿Aún así?- Su respuesta me comía.
-Ya no importa. Me casaré con Jannie, ahora realmente siento algo fuerte por ella, ya no es por la amenaza y eso muy poco me importaría si realmente te amara. Escucha ______, tengo que dejar de engañarme y tú también tienes que dejar de engañarte a ti misma. No soy yo. Probablemente encuentres al chico ideal, o lo has encontrado y no te has dado cuenta por estar ciega.
-¿A que quieres llegar? No veo el punto de esto, nunca sentiste algo por Jannie y ahora automáticamente lo haces, ¿No te estarás engañando?
-Nuestro amor, _______, es como el aire.
-¿Disculpa?- Pregunté confundida.
-Probablemente moriríamos sin él, pero nunca lo veremos claramente y eso lo sabes.
Estabamos muy cerca y lo unico que queria hacer era golpearlo hasta que le sangre el culo, pero...aún así...me mantuve helada.
-No quiero que me vuelvas a molestar más...ya no.
Mi cabeza automáticamente se chocó con su vista seria. Mis ojos se abrieron como platos debido a el lavado de cerebro que le habían echo.
-Nos vemos- Se colocó las manos en sus bolsillos para mantenerse caliente en su canguro de muchos colores y pasó al lado mío como si nada. Saliendo de el salón para caminar por el pasillo.
Corrí para buscarlo.
-¿Qué se supone que haga ahora?- Largué una voz quebrada por el impacto y la desesperación me comió la boca.
El se paró y un recuerdo se volvió a mi mente. Esa noche de lluvia tormentosa. A tiempo real cada uno tenía un punto que resaltar, ya sea en la lluvia o en el pasillo de un instituto, los sentimientos y la situación mucho menos cambiarán.
-Pues un nuevo comienzo, ¿Verdad?- Su voz parecía simpatizarse con la situación- No es mi problema.
Siguió con su caminata mientras su sombra me recordaba todo lo que había pasado en mi vida. Las risas, los llantos, exactamente todo. Su sombra no era obscura, contenía sentimientos rotos como cristales, un corazón de cristal exactamente. Emanaba un corazón de cristal. Estaba destrozado por los sentimientos erróneos y no correspondidos que provenían de situaciones continuas del pasado. Se repetían una y otra vez en mi cabeza, haciéndome recordar todo.
¿Mi sombra? Pues supongo que está bien. A pesar de que me haya desplomado en el suelo y la luz se haya apagado de a poco... La sombra permanece ¿Verdad?
Yo nunca creí en los sentimientos. Ni mucho menos en los míos. Tampoco en el amor y todo lo que este costaba, pagué el precio de haber prejuiciado los benditos sentimientos de la gente. Supongo que me lo merezco.
Despertarme a las seis cuarenticinco, día común, estudiante transferido, protección, golpes y primeras apariencias. Un hospital y un comienzo, respuestas en un examen y una goma. Una cena casual y el primer beso. Fugas y reencuentros, una cafetería y nuevos amigos. Un retraso y una casualidad. Lastimaduras y un abrazo. Lluvia y devastaciones.
Y todo eso en una historia.
Mi historia.
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Cuando estaba en la secundaria /Rubius y tu/
Teen Fiction____ (Tn) ______ (Ta) es una chica común de secundaria básica. Vive con sus dos padres en una casa medianamente normal. Sus mejores amigos son Danilo y Azul, quienes siempre la acompañan hasta la escuela. Un día, un estudiante transferido de España...