N/Ella:
Desperté al darme cuenta de que no estábamos en movimiento, y eso me pareció bien, necesitaba tomar un poco de aire fresco, estaba harta de estar encerrada, y ya comenzaba a dolerme la cabeza. Miré adelante y me dí cuenta de que ambos chicos estaban dormidos, no lo pensé dos veces y abrí la puerta del auto para salir. La noche estaba hermosa, no hacía nada de frío y estaba súper estrellada, perdí la noción del tiempo y me quedé más de dos horas observando las estrellas, mientras que me apoyaba levemente en la parte delantera del auto.
-Se puede saber que hacés acá afuera sóla? -Dijo una voz que supo distinguir perfectamente-.
-Máximo... me asustaste. Qué hacés acá? -Dijo ella, ignorando completamente lo que el chico le había preguntado anteriormente-.
-Me desperté, volteé a verte y al notar que no estabas supuse que estarías afuera, y no me equivoqué.
-Ah -Le dijo ella, sin saber qué decirle-.
- ¿Estás bien? Te ves algo... pálida.
-Me duele un poco la cabeza.
-Comiste algo? Quizás sea hambre.
-No comí nada, pero no es necesario. Tenemos que aprender a no comer todo en un día, eso sería desperdiciar lo poco que tenemos y no está bien.
El chico inmediatamente volteó para volver al auto, dejándola un tanto confundida, pero ella no se preocupó y continuó con su tarea, seguir viendo las estrellas.
-Tomá -Le dijo él, luego de unos minutos al volver en donde había estado anteriormente, entregándole un pequeño sándwich-. Si bien es verdad que hay que cuidar lo poco que tenemos, no voy a dejar que te desmayes de hambre. Y no, no quiero te quejes, no voy a moverme de acá hasta que termines de comerlo.
-Gracias -Le dijo ella, sorpredida por el gesto que había tenido-.
-No hay de qué -Le dijo él, dándole una bonita sonrisa-.
-Sabés una cosa? -Le dijo antes de darle un pequeño mordiscón al sándwich-.
-Hm? -Le indicó él, dándole a entender que continuara con lo que diría-.
-Cuando te veía en la tele, sabía que eras un gran chico, simpático, y todas esas cosas pero nunca creí que lo comprobaría por mí misma.
-Agus también lo es -Le dijo él, intentando meterlo en la conversación-. Por qué lo tratás tan mal?
-No quiero hablar de eso.
-Vamos, podés confiar en mí, yo no le voy decir nada -Le dijo él mirándola a los ojos-.
Este chico le inspiraba tanta confianza, y aunque al principio dudó, luego se dió cuenta de que él era una buena persona, y no la dejaría mal delante de nadie.
-Esta bien -Suspiró ella, pesadamente-. Desde muy pequeña soy fan de ambos.
-De verdad? -Emocionado-. Eso es increíble... -Continuó diciendo, mientras sonreía-. pero sigo sin entender -Dijo cambiando su tono de voz, a uno confundido-.
-Sos un tonto, Agustín siempre fué el amor de mi vida, mi amor platónico, todavía lo es. Jamás pensé que lo conocería y menos en este puto apocalipsis.
-Entonces lo que me estás tratando de decir es que lo tratás mal por que tenés miedo de encariñarte con él pero enrealidad querés comerte a mí amigo? -Dijo él, con un toque de picardía en su voz-.
-Máximo! -Dijo ella, completamente avergonzada-.
-Perdón -Dijo riéndose-. Pero hablando en serio... tenés miedo de quererlo y después perderlo? -Dijo él, intentando comprender lo que aquella chica intentaba decirle-.
-Hm, algo así, además... ya me estoy acostumbrando a tratarlo mal y sé que aunque lo tratara bien, nada podría pasar entre nosotros, nunca, eso sería... Imposible.
-Me estás jodiendo? No creo que sea tan así, vos sos una chica muy linda, y hasta sabés defenderte y eso es re piola.
-Si mentís vas a ir al infierno, sabías? -Le dijo ella bromeando-.
-De verdad pensás eso? -Le contestó él sonriendo-.
-Claro que no, a caso no te parece suficiente este puto infierno que estamos viviendo acá? -Le dijo ella, y ambos estallaron en risas-.
-Te puedo hacer una última pregunta? -Le dijo él-.
-Sí -Le respondió ella dándole un último mordisco a su tan amado sándwich-.
- ¿Cuál es tu nombre?
-Luciana, mi nombre es Luciana -Finalizó ella-.
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Maybe... i need you. [MYA]
Fiksi IlmiahNada es lo que parece, saben? Cuando todo esto empezó sentí que moriría. Jamás pensé que podría aguantar tanto... Yo, la persona más sensible que podría existir, en medio de toda esta jodida mierda. Quién lo diría, el apocalipsis resultó ser peor de...