Cristóbal se asomó a la ventana de la habitación de Nicole, no se veía gran cosa, un patio con ambulancias, algunos automóviles que llevaban a sus enfermos a Urgencias, algo de gente transitando... Nada muy alentador.
Suspiró profundo. No quería perder a su bebé. No quería perder a otro. Pensó que quizás él estaba maldito, no podía ser casualidad que dos de sus tres hijos estuvieran muertos y este cuarto por venir estuviera en peligro. Tal vez lo mejor sería... Sacudió la cabeza, no podía pensar ni por un segundo en dejar a Nicole, juntos superarían cualquier cosa, después de tanto tiempo, de tanto esfuerzo y de tanto sufrimiento, no podía siquiera imaginar vivir sin ella.
―¿Cristóbal? ―habló Nicole algo adormilada.
―Linda, ¿cómo te sientes?
―Tengo sed.
―Toma.
El hombre la ayudó a sentar y se sentó detrás de ella para sujetarla a su cuerpo, le entregó una pequeña botella.
―¿Qué hora es?
―Van a ser las once.
―Es tarde, ¿no te vas a ir?
―No, me quedaré contigo.
―Gracias, no quiero estar sola.
―Lo sé, amor.
―¿Crees que se salve?
―Espero que sí.
―No tienes mucha fe.
―Quiero creer con toda el alma, pero no puedo.
―A lo mejor yo no seré buena madre, por eso Dios me quita a mis hijos.
―No digas eso, eres la mejor madre que cualquier niño pudiera tener y desear. Y sé que nuestro pequeño lo sabe, por eso sigue luchando.
―¿Cristóbal?
―¿Sí?
―Si algún día dejas de amarme, ¿me lo dirás?
―¿A qué viene esa pregunta?
―A que si un día descubres que sigues enamorado de Verónica...
―No digas tonterías, tú eres la única mujer a la que amo.
―Pero si pierdo este bebé...
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Seguirás siendo mía (Posesión parte 4)
RomanceLas cosas en las familias Medero y Arriagada se supone que están bien. Después de que Verónica muriera a causa del disparo de Nicole y de que Esteban se recuperara milagrosamente, esperan que las cosas marchen bien, el problema es que con Klaus en e...