-Único.-

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La noche fluía de una manera parsimoniosa, solo el ruido de los pájaros revoloteando, causando aún más calma en el ambiente mientras el muchacho de cabello negro se encontraba ocupado en la cocina, realizando comida para el mismo. Tarareaba una melodía de vez en cuando mientras removía la salsa y la incorporaba a su pasta con cuidado de no quemarse. Una vez terminó sonrió para sí mismo, orgulloso de lo bien que lucía su comida y de que esta vez había logrado no quemarse ni un poquito (ignorando el hecho de que si se cortó al rebanar el tomate, y por eso mismo tenía una vendita en su dedo meñique). Camino hacia la sala de su hogar, dejando el plato con su comida en la mesa mientras buscaba con la mirada su teléfono, el cual estaba sobre la mesa del televisor. Lo tomo, dejando salir un pequeño suspiro de preocupación al ver las múltiples llamadas perdidas que tenía de su mejor amigo.

Camino de vuelta a la mesa con el dispositivo entre sus manos, buscando el contacto para devolverle la llamada. Espero unos segundos hasta que la contestadora lo envió a buzón. Bufo, sintiendo algo en su pecho que le indicaba que algo probablemente no estaba bien con su pequeño. Marco dos veces más, logrando que finalmente a la tercera llamada una respiración temblorosa se dejase escuchar del otro lado de la línea.

-Uh, hola. Estaba a punto de marcarte de nuevo.-hipo, su voz temblorosa entre palabras.

-Esta todo bien? Te escucho raro..

-Ehm, quisiera decirte que si.-rió suavemente, soltando un pequeño sollozo que alertó al mayor.

-Donde estas? Iré a por-

-Estoy afuera de tu casa. Podrías abrirme? Hace frío..- interrumpe, temblando ligeramente mientras Taehyung caminaba rápidamente hacia la puerta.

Dejo el celular en la mesa de al lado, abriendo la puerta solo para soltar un pequeño suspiro de sorpresa.- Que te sucedió? Mírate, mi bebé..-tomo su cara entre sus manos, inspeccionando su rostro a pesar de la mueca de dolor que el contrario hizo ante la presión.

-Mis padres..

-Esos malditos te hicieron esto, cariño? Oh dios, voy a pegarles tan fuerte que se arrepentirán de siquiera poner un dedo encima tuyo- Lo interrumpió, lanzándose a sus brazos entre sollozos más fuertes. Taehyung sintió su corazón encogerse, y optó por cargar al menor entre sus brazos mientras se dirigía al interior de la casa y la cerraba. Camino con pequeña dificultad al sofá, acostándolo ahí para separarse y caminar a la cocina por algo de hielo. O al menos ese era su propósito, hasta que sintió un pequeño tirón en su mano que le impidió seguir caminando.

-No te vayas..- murmuró, intentando quitar con su mano libre los rastros de lágrimas que no dejaban de fluir por sus mejillas. Taehyung suspiró, acercándose al menor para sentarse a su lado y abrazarlo, el contrario rápidamente encogiéndose entre sus brazos mientras ocultaba su rostro en el pecho contrario. Beso su cabellera, acariciando de arriba a abajo su espalda en busca de calmarlo. No pudo evitar tensarse al sentir el enojo correr por sus venas, sabía lo mucho que Jungkook pudo haber sufrido en ese lapso de tiempo donde no contesto sus llamadas, y no pudo evitar sentirse algo molesto consigo mismo.

Para él, los padres de Jungkook siempre habían sido unos malditos. Siempre preocupándose por el bien de ellos fuera de su casa, intentando aparentar a una "familia perfecta" con sonrisas falsas y un comportamiento cariñoso que solía ser incluso absurdo una vez los conocías a fondo. Y si de por si las cosas ya eran un asco en su modelo falso de familia feliz, todo fue peor cuando descubrió su gusto hacia las personas de su mismo sexo, activando una bomba de tiempo hacia el desastre cuando finalmente reunió el valor suficiente como para contarle a su madre la verdad, todo con la esperanza remota de que quizás podría aceptarlo por como era, pero eso no paso. Todo estalló en contra de él, haciendo que los problemas crecieran y se llevaran consigo la poca estabilidad que existía dentro de su hogar, junto a ello su felicidad y esperanzas. Después de todo ese desastre, lo único bueno que conservaba en su vida era Taehyung, su mejor amigo y la persona de la que había estado enamorada desde hace más de dos años. Era lamentable que el mayor obviamente no sintiera lo mismo por él, ya que como le había comentado, era como "un hermano menor". Aunque estaba bastante equivocado, siempre ignorando la atención extra o las miradas que el pelinegro solía brindarle, como si él fuese el sol y no existiese nadie más a su alrededor. Y a sus ojos eso era, aunque negaba decírselo por el miedo que abunda en todas las personas de no ser correspondidas. Pero quizás, y solo quizás, esa noche eso cambiaría.

𝕄𝕖𝕝𝕚𝕗𝕝𝕦𝕠- 𝕧𝕜𝕠𝕠𝕜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora