Un Destino ❄Todoroki Shoto x T/N🔥 [EDITANDO]

Capitulo 12

Cuando menos te lo esperas pasan las cosas, cuando menos buscas, más encuentras. Y así como buenos sentimientos, pueden aparecer de la nada, también pueden los sentimientos malos.

Hay noticias buenas y malas, no todas las recibimos igual. ¿Cuantas veces haz sentido que el mundo se cae encima de ti?, ¿Cuantas veces has querido deshacerse de sentimientos nuevos o que alguna vez llegastes a sentir?. La mente es traicionera, cuando quiere nos alenta o en otras veces nos aterra.

Sin embargo tenemos que seguir adelante, sin importar tu pasado... Aunque a veces, el pasado no se puede olvidar sin importar, cual fuerte seas..

— ¿Todoroki? —. Pregunto el Aisawa, cuando miro al bicolor recargado en la pared del cual estaba mirando a la nada.

Aisawa quien iba a ver a su hija ya que le habían avisado que estaba en reposo, caminaba por el pasillo hasta toparse con el bicolor. Quien se asustó leve al escuchar la voz del mayor.

— Maestro Aisawa — dijo este tranquilo y el otro solo miro con más dudas

— ¿Se te ofrece algo?, hace rato envié a todos a cambiarse, para después irnos. — Aisawa miro de pies a cabeza al chico, con muchas dudas en la cabeza y la primera de ellas era

¿Que carajos hacia el hijo de uno de los héroes más importantes ,frente de la puerta donde estaba su niña angelical?

— Quería verificar que todo fuera en orden sensei, y aparte quería saber cómo está ella — Shoto dijo con sinceridad y con una cara sería como siempre.

Algo que a Aisawa no le agrado mucho, pues en primera, no tenía que hacer nada ahí, no era nada de su hija, aparte de solo un solo un compañero.

— Aun no me han avisado nada, pero cuando tenga noticias, se las haré saber — . Aisawa contesto algo seco mientras miraba de pies a cabeza al bicolor.

¿Acaso estaba sobre su pequeña?

— Ya veo, entonces iré a los vestidores profesor... Buena tarde, con permiso—. Dijo el bicolor inclinándose un poco y pasando aún lado del pelinegro despeinado.

Del cual solo lo siguió un poco con la mirada, hasta que desapareció de su rango de 90° grados. O hasta donde su presencia no se hiciera presente; Tomó un poco de aire y miro la habitación, para después entrar a ella, pero al momento de hacer eso, encontró a su hija sentada sobre la cama, mirando por la ventana. Aisawa miro como esta llevaba su mirada a algo allá afuera.

— ¿A quien vemos? — pregunto Aisawa de golpe, asustando a su mini versión del cual casi se cae de la cama al escuchar la voz de su padre.

— ¡Ah! — dio un pequeño grito sobre su lugar, algo que Aisawa se le hizo extraño.

— ¡Todoroki-kun! ¿Como esta ella? — se escuchó una voz femenina desde afuera.

Y Aisawa lo entendio todo. Pero aún así solo rodo los ojos y se acercó a la pelinegra, que tenía la mirada algo triste pero a la vez aliviada; suspiro Shota antes de sentarse en contra esquina de la cama de la más pequeña, atrayendo la atención de la ojiverde.

— ¿Que fue lo que pasó? —. Soltó sin nada más Aisawa y la pelinegra solo llevo su mirada a donde sus manos y jugó un poco con ellas. — ¿No te hizo nada, verdad?, que si es así, juro que lo cuelgo como orug...

— No, no, no y no papá, el no me hizo nada, tranquilo — . La Aisawa regaño a su papá, mirándolo con un leve puchero.

— ¿Entonces?.