Un curioso nuevo habitante

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Charlotte debería tener unos cincos años. Corría por un bosque que no lograba recordar, pero lo sentía familiar.

Escuchó la voz de un niño detrás de ella. Se giró para mirarlo, pero su figura era borrosa y no lograba formar una imagen nítida. El niño parecía hablarle, pero se escuchaba como si estuviera lejos de ella.

"Lottie..."logró distinguir.

El niño empezó a sacudirla y repetir su nombre varias veces.

"¡Charlotte!" Minho estaba sacudiéndola, ella abrió los ojos sobresaltada y el suspiró "vaya, shank, puede pasar un tren por tu lado y seguir durmiendo"

"Estaba cansada" dijo ella frotándose los ojos y bostezando "¿qué hora es?"

"Las seis" respondió

"¿seis de la mañana? ¿por qué me despertaste a las seis de la mañana?" preguntó enojada, levantándose.

"Porque a esta hora abren las puertas del laberinto" respondió con calma "debemos desayunar y luego partiremos al laberinto" comenzó a caminar hacia la Finca

"¿voy a volver al laberinto?" preguntó confundida y siguiéndolo.

"Ayer lograste escapar de un penitente sin un rasguño. Eso me dice que eres rápida y para recorrer el laberinto debes ser rápido. Por lo que correrás conmigo"

"¿Qué hay de Alby?"

"Él se queda aquí. Se encarga del área. Pero tranquila, volveremos para el mediodía y ahí harás trabajo pesado" hizo una sonrisa maliciosa hacia ella.

"No me gusta esa sonrisa" dijo con seriedad. 

__

 Después de desayunar fruta, se guardó una manzana para el laberinto. Llenaron unas cantimploras con agua. Y Minho la llevó a un pequeño almacén ubicado detrás de la Finca. Le entregó unas zapatillas deportivas, un reloj digital y una pequeña mochila.

"Elige un arma de comodidad" dijo Minho dejándola entrar y ella lo miró con curiosidad "luchar contra los penitentes es algo inútil, pero sería tonto ir desarmados y no poder defenderte"

Tenía sentido. Charlotte inspeccionó sus opciones y decidió tomar un machete que tenía una funda de cuero para colgársela alrededor de los hombros.

Caminaron hacia la puerta Este donde Alby estaba esperándolos.

"Estuve pensando que una vez que termináramos con la Finca, podríamos construir un lugar para lo relacionado con el laberinto" sugirió Alby.

"Buena esa" dijo Minho asintiendo con la cabeza "debemos dibujar un mapa y necesitaremos espacio"

Charlotte miraba hacia dentro del laberinto. Sus manos sudaban de los nervios. No le entusiasmaba la idea de volver allí afuera sabiendo lo mal que la pasó el día anterior. Pero si realmente esa era la única salida, debía hacerlo.

"¿Lista?" preguntó Minho y ella asintió.

Los dos cruzaron la apertura y se dirigieron hacia dentro, corriendo por un largo pasillo. Debía recordar cada paso del recorrido para no olvidar como volver. Aunque sabía que Minho debía tener práctica en eso, ya que corría como si supiera por donde ir.

Izquierda. Derecha. Derecha. Izquierda.

No sabía cuanto tiempo ya habían corrido, pero suspiernas le rogaban que se detuviera. Sin embargo, no quería parecer débil anteMinho. Era la única chica allí y debía mantenerse fuerte para que la tratarancomo una de ellos.


Y sin duda lo hicieron.  Pasaron dos semanas desde que Charlotte llegó allí y hacía el mismo trabajo duro que Alby y Minho. Se martilló los dedos múltiple veces y terminó  varias veces en el suelo con una pila de troncos sobre ella, pero aún así no se detuvo. No importaba cuan pequeña era, ella se decía que podía hacerlo. 

Después de haber corrido por dos semanas el laberinto, se dio cuenta que resolverlo iba a ser más difícil de lo que creía. El laberinto era enorme y no había forma de que dos chicos pudieran recorrer todo el lugar. Sin embargo, lo último que quería era perder las esperanzas. 

"Estoy hambrienta" dijo Charlotte entrando al área. 

"Somos dos" dijo Minho, secándose el sudor de su frente con sus manos. 

De pronto, una alarma comenzó a sonar por todo el área. Los latidos de su corazón se aceleraron. Buscaba con la mirada de donde podría provenir ese sonido, pero parecía venir de todo el lugar.

Charlotte vio a Alby correr hacia el centro del área donde se encontraba la caja. Minho y ella fueron hacía él. 

"Viene alguien nuevo" anunció Alby con seriedad.

"¿Así sonó cuando yo me enviaron?" preguntó Minho aturdido y finalmente la alarma dejó de sonar. Alby asintió con la cabeza "¿Para qué creen que mandan larchos a un lugar sin salida?" 

Charlotte se había acostumbrado al lenguaje de Minho. Siempre estaba inventando nuevas palabras. Su favorita: shuck. No sabía su significado, pero la decía cada vez que estaba frustrado por algo. 

"¿Larchos?"  preguntó arqueando una ceja.

"Personas. Larchos. Es lo mismo" respondió encogiéndose de hombros y Charlotte no pudo evitar sonreír. 

La caja llegó al área y se abrió. Para la sorpresa de los tres, había dos chicos. Uno de ellos llamó su atención. Se puso en cuclillas para observarlo mejor. Era delgado, ojos marrones con una mirada seria que fue rápidamente reemplazada por una mirada de miedo.

El otro chico era un poco mas grandote y de ojos caídos. Se veía aterrado y desorientado. Ambos estaban sudorosos como si hubieran corrido una maratón.  

"¿Quiénes son? ¿Dónde estamos?" preguntó el delgado con un acento diferente.

Charlotte lo miró con curiosidad. ¿Por qué me resulta conocido?

"¿Por qué no salen y lo ven ustedes mismos?" preguntó Charlotte extendiendo su mano hacia el chico. Él la miró por unos segundos hasta que finalmente tomó su mano y con ayuda de Minho lograron subirlo.

Era más alto al tenerlo cerca. Se dio cuenta que lo estaba mirando demasiado y desvió la vista hacia otro lado nerviosa. Tragó saliva y los miró a ambos.

"¿Cómo se llaman? Eso es algo que si deberían recordar"

"¿Zart?" dijo dudoso el chico de ojos caídos "no estoy seguro, pero es lo único que se me viene a la cabeza"

"Newt" dijo el otro chico, mirándola. 

Sin duda había algo en él que lo hacía familiar. Como si ya lo había visto antes. Pero ¿en dónde?, se preguntó. 


Correr o Morir // TMR: Newt FanFictionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora