Lara.
–No comas tan rápido Lara.
Dijo Anastasia.
Claro que tenía que comer desmesuradamente, me había quedado dormida. Iba a llegar tarde a clases.
Como siempre estaba en el piso de mi habitación teniendo una pesadilla, hasta que Anastasia toco la puerta y me saco del sueño.
–Lara, sabes que...te tengo que decir algo. - dijo mi amiga.
–Es sobre Jeremi.- dijo ella.
–Ana, hoy no. Tengo que irme porque el profesor de la primera clase dirá dónde y con quien haremos nuestra pasantita. No me interesa nada sobre él, además.- dije.
Tomé mis cosas y salí corriendo por las escaleras.
Hoy no me dio tiempo ni de admirar a mi vecino guapo. Llevaba semanas sin verlo.
Con toda la potencia que pude. Llegue al campus universitario y aparque.
Entre rápidamente al aula. Para mi suerte estaban todos sentados esperando a que llegara el profesor.
Me senté rápido, mientras arreglaba los pequeños cabellos que salía de mi gorro.
–Llegas tarde. - dijo Santiago mientras se apoyaba en uno de los puestos cerca del mío.
–Y desde cuando te interesa a ti eso? - dije con desdén.
Se había acercado a hablar conmigo en el salón. Algo que nunca hacía.
–Recuerda que en la tarde tenemos una cita para arreglar la pintura del carro. - dijo el.
¿Una cita?
Esa no era la palabra que yo usaría exactamente para lo de hoy.
–No es una cita como la que crees. - dijo. - No eres mi estilo patito feo. - obvio que no lo era.
Entro el profesor y Santiago me ofreció una sonrisa y se fue. Dejando su aroma en todos lados.
¿Acaso siempre se echaba el frasco de perfume completo?
–Buenos días chicos. A partir de hoy comienza la semana de parciales y pasantías.- Dijo.
–El lunes comienzan las pruebas y los intensivos. Por favor llegar temprano. - dijo.
Ya la próxima semana comenzaría las pruebas. Teníamos que estudiar mucho, a pesar de llevar a penas 3 o casi 4 semanas de clases y ser nueva. Me habían adelantado mitad de carrera por las equivalencias.
–Comenzare a nombrar lugar y compañeros de pasantías.-
El profesor comenzó a nombrar uno por uno. El máximo era de 4 personas en el mismo lugar.
Me comía las uñas de los nervios por saber dónde me tocaría. Mi gran sueño de trabajar en una gran empresa de editoriales, o en una revista. Donde pudiera escribir.
El profesor nombro y nombro. Yo no escuchaba mi nombre por ningún lado.
–Deje a los primeros tres resaltantes de la facultad de último lugar. - por un momento mi mente no asimilo que en todo este tiempo no habían nombrado ni a Luke, ni a Santiago.
Esto tenía que ser otra broma de la vida.
–Adams, Ricorteri, Señorita Lander. Ustedes les toca En la editorial y revista Hause Random.- Quería saltar de la emoción, todos se quedaron con la boca abierta. ESTABA EN LA MEJOR EDITORIAL.
Pero ya va... me tocaba con Luke y Santiago...
–A partir del lunes, tendrán que ir en las tardes. Será 3 días a la semana. Esfuércense. Esto no es un simple trabajo.
Pero la felicidad se arruino cuando mi teléfono sonó y vi el WhatsApp.
Felicidades compañera.
Es Santiago.
¿COMO SANTIAGO HABÍA CONSEGUIDO MI NUMERO?
De inmediato voltee y me pico el ojo. Dirigí mi mirada rápidamente a Luke. Él también me sonrió.
Estúpidos, los dos.
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Aléjate o déjate llevar
Roman pour AdolescentsLara y Santiago, muy diferentes pero al mismo tiempo tan iguales, con las mismas ganas de comerse al mundo. Lara es una chica fuera de lo común, desde su aspecto hasta su personalidad ruda y fuerte, chocara con Santiago al demostrar de verdad que un...