.

16 4 0
                                    

Frío, hace mucho frío en la Tierra. Tontos humanos, ¿por eso usan ropa? Cuando visité la tierra, alguna vez hace mucho tiempo, mis alas me cubrían y protegían del frío y la suciedad; pero esas alas ya no existen, me las arrebató ese cruel ángel cuando me ensució de él. Y la pregunta vuelve otra vez, ¿por qué fui yo quien perdió sus alas? Ahora solo soy un ángel caído y perdido en la tierra, no tengo dónde ir o no sé a donde ir, no conozco a nadie y nadie me conoce; mis alas fueron arrancadas de mi cuerpo y este es invisible para los terrícolas. Es una pesadilla de la que me gustaría despertar o una realidad de la que quiero desaparecer; pero es imposible, esto no lo estoy soñando y soy inmortal.

Aún me pregunto cómo fue posible que esto me pasara a mi, que este tipo de cosas pasaran en el cielo. Cuando me arrancaron las alas sin piedad y cuando caía sin poder evitarlo me preguntaba por qué si ellos eran culpables podían mantener sus alas blancas, por qué era yo el afectado y el que estaba perdiendo lo más valioso que tenía. Siempre pensé que los humanos eran una raza sucia y perversa. ¡Qué idiota era! No me daba cuenta de las cosas, estaba cegado por la ignorancia. ¡Qué pecado tan cruel! La ignorancia. Era la ignorancia de los humanos lo que más aborrecía y jamás me fijé en mi mismo, yo también era ignorante y seguro que lo sigo siendo.

Antes me daba asco y repugnancia observar la tierra; irónicamente ahora es mi hogar, uno frío y desconocido. De igual forma, lo que yo más odiaba también existía en mi antigua casa; pues el cielo también es un lugar sucio y despreciable. 

¿Cuánto tiempo habrá pasado? ¿Qué día es hoy? Ya ni siquiera diferencio el día de la noche, para mi todo es oscuridad. Estoy en un hoyo negro demasiado profundo y jamás podré salir, no podré ver ni un rayo de luz nuevamente. ¡Cómo me gustaría desaparecer! Quisiera ser tan frágil como un humano, poder cortarme las venas o aventarme desde lo mas alto para así desaparecer. Desaparecer, quiero desaparecer. 

¡Todo por un castigo injusto! 

Yo solo estoy vagando por las frías calles llenas de personas, unos ríen, otros lloran y algunos gritan o golpean por su alrededor. Estoy perdido o quizás solo no hay camino para mi. Aún así, mis pasos me acercan a unos ojos bonitos. Aquellos ojos que transmiten tanta paz, paz que alguna vez creí sentir y tanta pureza,  esa que creía que en el cielo era verdadera. Esos ojos bonitos están en un bebé. Un bebé, un ser puro,  y me pregunto, ¿hasta cuándo durará?

-Hola, Sehun, soy mamá- en un suspiro deja escapar sus últimas palabras- te amo,  Sehun- los latidos de su corazón se detienen y el bebé comienza a llorar. 

Y me doy cuenta que él y yo compartimos un lazo. Él y yo perdimos algo especial, él a su madre y yo a mis alas. Él perdió a quien le dio la vida y quien lo iba a amar como nadie; en cambio yo perdí la venda que me hubiera gustado que cubriera mis ojos por la eternidad y perdí mis alas que me protegían de todo.

Hace un tiempo, había escuchado que los humanos creían que los ángeles cuidaban de ellos y lo siento, me reí demasiado. ¿Por qué cuidarían de ellos? Ni siquiera tienen algo especial, pero ahora me pregunto si aquellos "ángeles guardianes" en los que creen son realmente ángeles. ¿O son como yo? Pienso que son como yo. Quiero creer que aquellos ángeles guardianes son en realidad ángeles caídos que tratan de cuidar la pureza que tanto les gustaría ver y sentir por una vez más. Y es que, me gustaría tener poderes como de los que hablan los terrícolas, me gustaría tenerlos para así proteger de aquel humano con ojos bonitos, hacer que tenga días buenos y cosas lindas en su vida. Que Sehun solo sea feliz. 

Seré su ángel caído guardián. 

Así pasan los días, yo estoy cantándole canciones de cuna para que pueda dormir y veo como su padre le cambia los pañales haciendo gestos graciosos. Velo los sueños de Sehun para que su padre pueda descansar bien; sin embargo, no me gusta verlo dormir porque de esa manera no puedo observar sus ojos bonitos. 

Así pasan los días, escuchándolo decir su primera palabra. 

Así pasan los días, cuidando que el bebé de ojos bonitos no caiga mientras da sus primeros pasos o cuando aprende a correr y saltar.

Así pasan los días, acompañándolo a su primer día en el nido y posteriormente, a primaria. 

De pronto, él ya no es el bebé o el niño de ojos bonitos; porque ahora es un adolescente hormonal de ojos bonitos y ¿por qué lo negaría? Él, realmente, se está convirtiendo en un adulto demasiado hermoso. Su cuerpo parecer haber sido tallado por los ángeles, no, su cuerpo parece tener la anatomía de uno.

Sehun roba suspiros por donde vaya y yo siempre voy con él. Me gusta pensar que me he convertido en lo que mis alas significaban para mi: protección. Al fin y al cabo, como ángel caído guardián es mi misión protegerlo y a veces me pregunto de qué o por qué. Él ya ha perdido la pureza, era imposible mantenerla, y aún así estoy aquí a su lado. ¿Por qué? No sé decir si es porque no tengo a donde más ir o porque, simplemente, no quiero ir a algún otro lugar. No obstante, hay algo que sigue ahí desde el primer día: paz. Él me da paz hasta en mi interior, ya no hay una guerra en mi, solo es él y yo, desaparece mi pasado y desaparece lo que puede ser de mi futuro. No tengo miedo del mañana ni me da pesadillas mi pasado si es Sehun a quien tengo a mi lado.

Los años pasan y él cumple 25, ahora son 25 años a su lado. Ha estado buscando al amor y yo me he preguntado si lo que siento por él es eso. Sí, definitivamente sí. Lo amo como su madre le dijo que lo hacía segundos antes de morir. Lo amo tanto que deseo que sea feliz. 

Sehun sale a la terraza en medio de la noche y observa el cielo, me siento junto a él para hacer lo mismo. Él voltea y parece mirarme con esos ojos bonitos que tiene, sin la pureza que tenían antes; pero transmitiendo la misma paz y luego vuelve a mirar al cielo. Esto se repite noche tras noche. Sehun es, en realidad, de las personas que duermen temprano; así que me sorprende su nuevo hábito de despertarse en medio de la noche para ir a observar las estrellas y no me quejo porque las estrellas son bonitas aunque los ojos de él brillen más. 

-Gracias, gracias- repetía el humano de ojos bonitos mirando el cielo y yo solo podía observarlo extrañado- gracias- repetía y repetía. 

Sehun una noche comenzó a agradecer en susurros y sinceramente fue tan extraño. ¡Él no creía en Dios! Sus palabras salían como leves soplidos del viento que brotaban de sus labios, como si esas palabras fueran dedicadas para mi y solo para mi; pero era imposible, él no podía verme.

-Es extraño, pero gracias. Gracias a quien sea o a lo que sea que nos haya creado. Gracias a quien sea o a lo que sea que me ofrezca tanta paz cuando estoy llorando o lleno de ira. Gracias a quien sea o lo que sea que creo que siempre esta a mi lado- Sehun voltea a mirarme, porque él me esta mirando aunque no sepa que lo está haciendo y estoy hipnotizado por sus ojos bonitos. Suelta una carcajada y es música, sus risas son música.- Debo estar loco, pero siento que hay alguien o algo aquí, siempre he sentido que me acompaña- se calló y yo solo quisiera poder ser visible, si él pudiera verme todo podría ser más fácil- Yo solo quiero decirte que lamento que esto vaya a acabar. Por favor, no me culpes; por favor, no llores y por favor, encuentra a alguien más.

Esas fueron sus últimas palabras y me regaló una mirada más, veo por ultima vez aquellos ojos bonitos y luego, luego lo veo caer como alguna vez yo caí. Las ganas de volver a ser tan frágil como un humano, como Sehun, volvieron; pero sé perfectamente que eso jamás sucederá. Y ahí va el amor de mi vida, cayendo como alguna vez caí y como cumpliéndose mi peor pesadilla, no poder apreciar por el resto de mi eternidad sus ojos bonitos.

Pero, amor, no te preocupes que no te culparé. No puedo prometer no llorar, porque ya lo estoy haciendo y no puedo prometer encontrar a alguien más, porque no quiero hacerlo. 

Y aún con la tristeza inundándome una vez más, con la soledad helándome el ser y la suciedad del mundo siendo visible para mi nuevamente, yo solo estoy feliz que Sehun pueda acabar con su tristeza y reencontrarse con la persona que lo ama como nadie. 

ÁngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora