Y: Yami

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Whisky había quedado al cuidado de Yami, quien para sorpresa de todos malcrío a la gata, desde dándole diarias caricias hasta invitarle de su propia comida, lo más sorprendente fue que la dejara dormir en su cama. Yuno estaba encantado por todos esos cuidados a su pequeña. Charmy sólo pudo reír ante el intercambio de anécdotas y consejos de esos dos sobre Whisky.

—Tu novio es bastante raro —comenta Yami al encender un cigarrillo y sentarse a un lado de Charmy en el patio.

Ambos miran por las puertas de vidrio a Yuno, el hombre mantiene a la gata a su lado en el sofá mientras le explica cómo debe jugar con todos los juguetes que compro para ella, un ratón parlante, una pelota, un muñeco colgado de una cuerda, entre otros. El animalito sólo quiere dormir, pero Yuno la llama cada tanto haciendo que ésta preste atención o más bien mire como si estuviera insultando.

—Yo creo que es lindo —afirma Charmy dando una gran mordida a su ración de sandía.

Yuno lanza la pelotita y espera, la gata parece interesada pero no lo suficiente como para ir por el objeto, ella mira a su dueño y maúlla. Yuno termina yendo por la pelota y vuelve para explicarle a la niña cómo funciona el juego.

—Él es idiota.

—Es adorable.

Padre e hija ven la escena de forma muy diferente.

En unos meses sería el cumpleaños de Yami y todos sus hijos planearon una buena fiesta en casa con música, comida y bebida. Estuvieron los amigos del hombre y algunos otros invitados extras, como las parejas de sus hijos. La única soltera ahí es Vanessa y eso la puso de mal humor, entonces bebió hasta caer dormida. Cuando casi todos los invitados se fueron Vanessa despertó sólo para seguir tomando y quejarse.

Yami está sentado frente a la mesa circular de la cocina tomando un gran vaso de cerveza y hablando con sus hijos, Charmy está frente a él terminando de a poco con el pastel, Magna limpia los platos, fuentes y cubiertos, perdió en el piedra, papel y tijera. Luck juega videojuegos desde su celular también sentado en la mesa redonda.

—Todos son tan felices junto a sus parejas, los únicos solteros aquí somos el capitán y yo —comenta abrazando a su padre por la espalda.

—Te quedas sola en eso —dice Yami con esa expresión aburrida tan característica de él.

Los hijos tardan cinco segundos en descifrar qué quiso decir el padre, luego todos saltan con preguntas e interrogantes que dejan a Yami aturdido.

—¿Estás de novio?

—¿Sales con alguien?

—¿Tendré una mamá o un papá?

—¿Quién es? ¿La conocemos?

—Si es mujer, ¿debemos llamarla capitana?

—¿Aún se te para?

Esa última pregunta deja el lugar en completo silencio, todos miran a Luck entre preocupados, asqueados y divertidos. El chico sólo ríe y pronto Yami se une a él.

—Claro que sí, mocoso.

—¿Cómo se conocieron? —pregunta Vanessa sentándose a un lado de Luck. Todos están interesados en escuchar, hasta Magna se ha acercado, más bien toma como excusa para no seguir limpiando.

—Fue en esa aplicación para conocer gente, ella me hablo a mí y pronto quedamos para tener una cena.

—¿Por qué no vino hoy?

—Trabajo.

—¿Podemos ver una foto?

Ante la pregunta de Charmy todos parecían más interesados, Yami busco en su celular hasta dar con un par de fotos que se tomó con la mujer, ella aparenta su edad, tiene una forma elegante de vestir, cabellos rubios cenizos largos y lacios, unos preciosos pares de ojos azul cielo y piel clara.

—¡Es una belleza!

Todos asienten ante lo dicho por Magna, sin dudas la mujer es guapísima. Yami sonríe contento de que a su familia le guste, a él también le gusta mucho.

—Se llama Charlotte. Saben, ella trabaja en mi unidad, me enteré hace poco —lo dice con una expresión desinteresada y toma un gran trago de su bebida. Sus hijos lo regañan por ser tan despistado. Que haya trabajado tanto tiempo en un lugar y no sepa sobre la mujer quiere decir que nunca le prestó el más mínimo interés. En su defensa él agrega que ella es nueva en ese lugar, al parecer recién transferida, o sea, vivía en otra cuidad.

Los chicos siguen interrogando, llegan a un punto en donde solicitan conocerla así que pactan una fecha y hora de encuentro. Yami acepta, eso significa que va en serio con la mujer. Quedan dos semanas después en una gran cena familiar. Charmy llega temprano para cocinar, Vanessa tarda un rato en el supermercado comprado vino y un regalo para su nueva madre. Magna y Luck limpian y acomodan todo para que entre la familia.

—¿También es madre soltera? ¿Cuántos hijos tiene?

—Dos.

—¡Genial! Seremos un montón para pelear —comenta Luck entrando a la cocina.

—¿Qué? No vamos a pelear —asegura Magna llegando detrás del menor.

—¿Por qué no? ¿tienes miedo de que te gane?

—Mocoso —gruñe enojado.

Luck sabe cómo provocar a su hermano. Casi todos en la familia tomaron clases de lucha, excepto Vanessa, cuando vivían todos juntos solían suceder enfrentamientos que terminaba con algo destruido en la casa y Yami queriendo devolver a sus hijos. Bellos momentos.

Los invitados llegan a la hora acordada, justo cuando Charmy termina de hacer la cena. Los invitados se saludan y presentan mientras ella llega algo tarde a la sala donde todos están, ve a la mamá y a dos hombres adultos. Charmy pierde el aliento cuando ve el rostro de uno, lo conoce.

—Zora —llama con la garganta seca, completamente sorprendida.

El hombre la ve y sus ojos se abren impactados, pero enseguida cambia a una mirada suave y dulce, parece sonreír, pero no podría asegurar eso por el cubre bocas negro que siempre lleva.

—Pero si es la dulce Charmy —él extiende los brazos y ella se lanza entre ellos como si estuvieran sincronizados para un apretado abrazo.





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Dependiendo de cómo le vaya a la historia escribiré más sobre esta pareja.


Esponjosa dulzura | Yuno x Charmy |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora