En espanglish, please (Epílogo)

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Solo, como siempre...Debería dejar de decir esa frase.

Estamos a jueves. Hoy dan de alta a Alfred y se lo llevarán rumbo a su casa, esperemos que esta vez si aborde su avión.

Don Raúl ha evolucionado súper bien. Pronto lo trasladaran a una sala donde podrá recibir visitas. Ese caballero se ha ganado mi respeto y admiración. Me gustaría seguir teniendo contacto con él y su familia. Hablando de eso: Benjamín Contreras, su hijo menor, vino a verme el lunes por la tarde. Me pidió disculpas por habernos gritado a mí y a USA, dijo que en ese momento estaba muy angustiado por su papá y que no pensaba con claridad.

Entendí perfectamente. En retrospectiva, me di cuenta de lo desubicado que fui, al ponerme a pelear y a gritar con Estados Unidos, mientras la vida de don Raúl estaba en peligro. Siento que aun el chico está decepcionado de mi. A lo mejor se disculpó sólo porque su mamá o su hermano se lo exigieron.

—¡Benjamín!... — Le llamé antes de que se fuera— Si yo existo es gracias a ustedes, a las personas que se sienten parte de una nación, al sentimiento colectivo de una patria. Nunca olvido eso, corresponder el amor y el orgullo que sienten por mi, es el motor de mi vida y la razón por la cual me levanto todos los días. No soy un dios ni un superhéroe, a veces ni siquiera humano. Pude haber cometido errores fatales, perdido oportunidades únicas, dejar que cosas horribles pasaran frente a mis ojos; Pero voy a levantarme y a luchar por ustedes. Voy a hacer que te sientas orgulloso. Lo voy a hacer— prometí con entereza.

—Vas a tener mucho trabajo— respondió con las manos en los bolsillos del polerón.

—Nunca me rindo, jamás retrocedo— respondí con una sonrisa.

Decidí levantarme e ir a ver al otro chófer. Alfred le va a pagar la cuenta del hospital y la reparación del automóvil. Lo mínimo que puedo hacer es darle un bono o una buena caja de mercadería...Quizás debo pensar en algo mejor.

Me pasaron un burro ortopédico; Pues me reclamaron, amablemente, que el porta sueros no era para eso.

Conversé un rato con él. Trató de aconsejarme que terminara mi relación con USA. Que ojalá no se enojara tanto pues estaríamos fritos si nos fuésemos a una guerra con Estados Unidos. Je, je, je, si él supiera que aquello estuvo a punto de pasar. Y lo más sorprendente, que pude haberle dado fuertemente la pelea aunque la perdiera.

Me pidió una foto antes de salir, ambos nos veíamos fatal, el moretón de mi cara tenía un feo aspecto morado verdoso y él tenía una cara tan machucada como la mía.

Al salir al patio, para dar un paseo. Encontré a un rubio algo rellenito y de ojos azules, vestido con unos jeans, una polera negra (que me queda muy grande) y una chaqueta de aviador. Sentadito en una banca, moviendo los pulgares sobre un teléfono inteligente.

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Sentí la necesidad de levantar la cabeza. Como cuando tienes esa sensación de que alguien te observa. Frente a mi estaba Manuel, cubriendo el pijama de hospital con unos pantalones de tela y una bata celeste.

Me sonrió a la distancia y se propuso a seguir caminando, arrastrando un burro ortopédico. Tengo que respetar nuestra promesa de darnos un tiempo, así que bajé la vista y seguí revisando mi twitter. Ya no le prestaba atención a los tuits que leía; Solo quería que Chile pasara rápido.

No porque lo odiase, al contrario, tenía tantas ganas de hablar con él. Ahora no podemos, me prometió que seríamos amigos; Pero cuando pudiésemos superar nuestros sentimientos, los que son muy fuertes en mí.

Te confieso que... [USAXChile +18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora