The Pirate 🏴‍☠️ [l.h] PAUSADA

𝑐𝑎𝑝𝑖́𝑡𝑢𝑙𝑜 34

He vuelto perras.

Voten y comenten mucho xfa
🐉🐉🐉

Leven jugaba sonriente junto a Carlo y Zuiverheid lo suficientemente alejados del mar como para que la pelinegra no lo tocara, pero lo suficientemente cerca del barco para que Luke pudiera cuidar de ella mientras ayudaba a reconstruir el barco.

El rubio golpeó con fuerza la cabeza de Phillip.

-Deja de verla así.-regañó molesto.

-Pero capitán, es inevitable cuan...-un fuerte puñetazo en su estómago lo calló abruptamente, haciéndolo caer sobre sus rodillas.

-Respétala, no importa que solamente tenga una falda, así estuviera totalmente desnuda, la dejas de mirar como un maldito enfermo, cierras tu sucia boca y la respetas, ¿me entendiste idiota?-preguntó mirándolo desde arriba.

El pelinegro asintió rápidamente, con los ojos cerrados.

-Bien, porque a la siguiente no será solo un golpe.-advirtió serio.-Levántate y sigue trabajando, holgazán.-ordenó, tirando unas cuantas tablas frente a Phillip, para caminar hacia Charles y ayudarlo.

-¿Por qué le pegó?-preguntó Leven curiosa, con la cabeza ladeada con su mirada aún sobre el hombre en el suelo.

-Porque te estaba mirando como a un jugoso trozo de carne.-respondió Rubí detrás suyo, haciendo a ambos girarse hacia ella.

-Pero no soy comida.-respondió confundida.

Rubí rió levemente, con cierta ternura por su inocencia.

-No para comerte, sino para hacer cosas contigo.-murmuró, sentándose en un tronco frente a Leven.

-No entiendo.-admitió apenada, acariciando el cabello de Carlo.

-Cosas como besarte y...-la pelinegra la interrumpió con una sonrisa.

-Apareamiento.-respondió alegre, orgullosa de saber de lo que hablaba la rubia.

Rubí asintió.

-Él te miraba porque quiere hacer eso contigo, pero Luke le ha pegado para que deje de acosarte con la mirada.

Leven miró rápidamente a Luke, sonriendo levemente al verlo dar ordenes y trabajar.

El jefe de la manada de humanos la había proclamado como suya.

-¿Leven?-la voz de Rubí la regresó de sus pensamientos.

-¿Uhhh?-preguntó regresando su mirada a la ojiazul.

-¿Quieres un vestido? Tengo varios, tal vez alguno te quedé.-La pelinegra ladeó la cabeza sin comprender.

-¿Por qué?-preguntó confundida.

-Para que te cubras, si quieres. Lo digo porque después de un rato tantas miradas de deseo sobre ti te van a hacer sentir incómoda.-murmuró señalando los desnudos senos de la pelinegra.

Leven miró sus pechos desconcertada, para después mirar a algunos de los piratas que andaban sin camisa.

-Pero...¿por qué ellos si pueden?-preguntó confundida.

Rubí se encogió de hombros.

-Es diferente, supongo.-Leven negó.

-Si ellos pueden yo también, no hay diferencias, todos iguales.-murmuró frunciendo la frente.-Los cuerpos...deben ser libres.

Rubí sonrió levemente, ella le agradaba.

-Siendo sincera estoy de acuerdo contigo, pero lamentablemente tu y yo no podemos hacer las mismas cosas que hacen ellos.