La heredera de Gryffindor [2]

Parte 2

-Albus, ¿Puedo ir a visitar a los Weasley? -Le preguntó la pelirroja

-Bueno querida, si quieres puedes quedarte para ir al callejón Diagon con ellos, ¿Te parece? -Le propuso

-Pensé que me acompañarías como el año anterior- Le reclamó

-Oh querida, ya no soy tan joven, temo que nos demoraríamos bastante en ir a cada tienda. Además, creo que nos demoraríamos aún más si nos encontrarnos rodeados de gente saludándome y haciendo preguntas acerca de ti, ¿no crees? –

-Bueno... Sí- Dijo rendida -Supongo que puedo acompañar a Ginny a comprar su varita- Comentó más alegre, intentando ver el lado bueno de la situación.

A lo que Albus asintió con una sonrisa.

Gabrielle se encaminó a la chimenea de la majestuosa oficina, agarrando un puñado de polvos flu.

-Mándale mis saludos a Molly y Arthur, y a los muchachos también, por supuesto. Aunque le escribiré una carta a Molly para que te lleven al callejón con ellos-

-O les puedo decir yo misma, pero bueno. Como quieras -Dijo sabiendo que aun así escribiría la carta. Le gustaba escribir mucho

-O, por cierto -Dijo este moviéndose hacia una de las paredes (que eran estanterías de libros), agarró un libro y se lo entregó  a la chica– Para el rato libre- 

Gabrielle observó el libro, era algo grueso, cuya cubierta era una tapa dura color marrón con una runa dorada en el centro y unas piedras aguamarinas en las esquinas, que titulaba Maleficios básicos para el hombre ocupado y fastidiado

-Sorpréndeme- Dijo este observando a la chica, expectante

-Reducio -Sentenció, causando que el libro se encogiera del tamaño de su palma. Guardándolo en su bolsillo

-Nada mal, bastante práctico-Le felicitó

Gabrielle sonrió satisfecha –Madriguera- Dijo mientras lanzaba los polvos flu, rodeándose de un fuego verde y desapareciendo de la oficina

Gabrielle salió de la chimenea y vio que los Weasley estaban cenando

- ¡Buenas noches! -Saludó sonriente

-Gabrielle, querida ¿Por qué no has avisado que venías? Bueno no importa, hay suficiente para todos. Sírvete lo que quieras- ofreció Molly amablemente 

-Oh muchas gracias señora Weasley, pero comí antes de venir – Le respondió

-Genial, más para nosotros- Dijo Fred, recibiendo una mirada acusadora de su madre

-Gracias mamá, estaba delicioso. Iré a arreglar el cuarto con Gabrielle- Dijo Ginny mientras cogía a la pelirroja del codo y subían las escaleras, antes de que Fred y George pudieran pedir quedarse con Gabrielle primero. Pues esa era la regla, quién pedía primero el dormir con Gabrielle lo ganaba. La batalla generalmente era entre Fred y George quienes encontraban a Gabrielle una compañera formidable de bromas, contra Ginny quién disfrutaba muchísimo de la compañía de una chica de su edad.

- ¿Cómo te ha ido Gin? -Le preguntó Gabrielle a Ginny - ¿Estás emocionada por ir a Hogwarts?

-No sé, me estoy muriendo de nervios. Fred y George hicieron una apuesta, dicen que quedaré en Slytherin. Creo que papa no lo aguantaría, ¿Y si me echan? -Se desahogó la pelirroja menor

-Oh vamos, tu familia son de las mejores personas que he conocido. Estoy segura de que no te echarían, eso es ridículo. Además, sabes que Fred y George bromean con cualquier cosa que pueden, no les hagas caso -Le calmó