Capítulo 12

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Eran las 3 de la madrugada cuando mis ojos se abrieron perdiendo el sueño, me gire despacio y vi el rostro de Yibo a centímetros del mío, parecía estar tranquilo, alargue mi mano y toque su frente, aún estaba algo caliente pero no como para alarmarse.

—También te eche de menos —toque sus labios, estaban secos por la enfermedad.

Cerré los ojos y me apegue a él en busca de más calor.

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Me removí inquieta por que sentía como estaban acariciándome el cabello, abrí los ojos pasaron unos segundos hasta que estos se aclararon. Me reincorporé estándome rápidamente y miro aun aturdida a la persona que estaba a mi lado.

—Buenos días —dijo acomodándose mejor en su cama.

—Buenos días —murmure

— ¿Dormiste bien?

—La luz fue molesta, pensé que ibas a apagarla

—Nunca apago la luz —respondió, mi cara debe ser una enorme interrogación pues el baja la mirada y responde—, no me gusta la oscuridad

— ¿Qué?

—Que no me gusta la oscuridad

—Te he oído pero... ¿Por qué? ¿Te da miedo?

—Solo no me gusta

—Bien, bien —giro mi cuerpo en busca de mi teléfono que se encuentra en la mesa del lado derecho— Oh rayos ¿Por qué no me despertaste antes? —me levanto de un golpe y busco mi ropa para ponérmela lo más rápido que puedo.

— ¿Tienes que ir ya al trabajo? —pregunta levantándose también

—No aun pero tengo una cita médica en unas horas, lo olvide por completo

— ¿Ir al doctor? — Pregunta— Te llevaré

—No, no es necesario, he venido en mi auto además aún tengo que ir a casa a ducharme y cambiarme de ropa —pego un salto colocando mis pantalones, subo el cierre y abrocho el botón para que quede todo en su lugar.

— ¿Estas segura?

—Si tranquilo —tomo mi bolso y lo cuelgo de mi hombro— me alegro que ya estés mejor

—Gracias por haber venido —asiento, no sé cómo despedirme, y sé que el tampoco porque ambos estamos estáticos mirándonos el uno al otro.

—Está bien, adiós Yibo —no es necesario que choque con él, un pequeño giro y ya me encuentro caminando escaleras abajo. Salgo lo más rápido que puedo del edificio para encaminarme a casa. Cuando llego hago todo en cuestión de minutos, me ducho y cambió mi ropa por una más formal para ir directamente al concesionario después de mi cita médica.

Por suerte el tráfico es fluido y no tardó en llegar antes de una enfermera mencione mi nombre.

—Miller Becka —me levanto y me acerco al oirla, una mujer de mediana edad es la que me espera, sonríe al verme y me hace pasar cerrando la puerta a mi paso— toma asiento ¿has traído lo que te pedí?

—Si —le extiendo un sobre y ella se encarga de abrirlo, coloca bien sus lentes y lo revisa.

—Bien, muy bien, parece que el tratamiento ha resultado ser lo que necesitabas —sonrío al escuchar esas palabras— bueno Becka dime ¿Qué quieres hacer?, ahora eres libre de dejar la píldora.

—Quiero tener un implante —respondo

— ¿Por qué no seguir con la píldora?

—En Estados Unidos estaba desempleada por lo que era más fácil recordar que debía tomar esa pastilla y seguir con el tratamiento, pero ahora tengo un trabajo bastante estresante y más de una vez casi olvido la pastilla así que prefiero algo más estable.

Mistakes《Wang YiBo》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora