Capítulo cinco. || Primera temporada.

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Vlad: ¿Estás segura? - preguntó mientras veía como su hermana hacia la maleta.

Kas: Si, Vladimir, estoy completamente segura. - respondió cerrando la maleta. Lo miró bastante harta - Además, ¿tú no tienes que hacer de fantasma?

Vlad: Eh, ¿a qué viene ese carácter? - se sentó en la cama.

Su expresión decía que estaba algo extrañado por la actitud de su hermana.

Kas: No lo sé, quizá porque no te soporto. - rodó los ojos mientras tomaba otro trago de su taza de sangre - ¿Cómo te va con Alexander? Recuerda que no te puede tocar. - le recordó como si fuera a regañarlo.

Vlad: Llevo siendo su supuesto niñero fantasma que le consuela y le da consejos cada vez que los necesita unos... ¿nueve años quizá? - alzó una ceja.

Kasandra no borró su expresión de su rostro, pero quedó satisfecha.

Kas: Admitelo, apoyó su espalda en la puerta le has cogido cariño al pequeño Alexander.

Vlad: Claro que le he cogido cariño. - admitió sin ningún tipo de complicación - Alexander Lightwood, a pesar de ser algo distante y reservado, ojalá pudieras ver en el hombre que se ha convertido. - sonrió nostálgico - Tiene diecisiete años, pero es muy bueno es muchas cosas. En lucha cuerpo a cuerpo y duelo de varitas, por ejemplo, yo creo que te gana.

Kas: Eso es imposible. - volvió a poner mala cara y le dio un golpe de puño al escritorio. Vlad se sobresaltó un poco, a la vez que Kasandra respiraba hondo y se calmaba - La verdad me gustaría ver a Alexander, pero no puedo hacerlo sin que me reconozca, por eso quiero que lo protejas tú. - se dejó caer en la cama, justo al lado de su tedioso hermano.

Vlad: Oye, te propongo una apuesta. - sugirió poniéndose en pie y miró a Kasandra con sonrisa canalla - Eres guapa, no te lo niego hizo un mohín, no sería raro que alguien se fijará en en ti.

Kas: ¿A dónde quieres ir a parar? - alzó una ceja incorporándose.

Vlad: A cada persona, hombre o mujer, que te declare su amor por ti... Lo matarás con tus propias manos.

Kas: ¿O si no qué? - dio un trago a la taza de sangre.

Vlad: Me entregarás tu puesto de marquesa de los vampiros. ' respondió arrastrando las palabras. Eso para Kasandra fue el colmo - Si sólo fallas una vez, todos tus súbditos y soldados me obedeceran a mi, y toda tu gobernación se irá a la porra.

Infiltrada en DurmstrangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora