u n i c o

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Son Hyunwoo nunca se consideró a sí mismo el chico más social, gracias al trabajo de sus padres vivía constantemente cambiando de colegio por lo que sus amistades nunca duraron más de unos cuantos meses.

Siempre prefirió quedarse en su habitación, leyendo algún cómic o viendo alguna serie que le pareciera interesante. Él realmente se sentía más seguro de esa manera, dentro de esas cuatro paredes junto a gushi, su gato siamés.

Por lo que cuando recibió la llamada de su mejor y único amigo, Hoseok para invitarlo a una fiesta, no estaba convencido del todo.

De verdad no lo sé, bunny — mencionó el moreno haciendo una mueca aún cuando su amigo no podía verlo- Sabes que no hablo con nadie, realmente no voy a encajar en ese lugar.

Oh vamos, Shownu. Nunca has asistido a ninguna fiesta, juro que no me separo de ti en ningún momento, voy a cuidarte la espalda — suplicó Hoseok. Él de verdad quería asistir, había escuchado que Chae Hyungwon estaría presente y no debía perder esa oportunidad, después de todo ha sido su crush por más de dos años.

Y ahí se encontraba, dentro de esa habitación con la música retumbando en sus oídos, el olor a alcohol combinado con tabaco llegaba como un golpe directo a su nariz provocándole nauseas. Estaba rodeado de tantas personas que pensó en cualquier momento salir corriendo de ahí.

Aún cuando su mejor amigo no se separó en ningún momento de él como prometió, no quería arruinar su noche con Hyungwon y lo dejó ir, sabía lo enamorado que estaba de ese chico y no quería ser un estorbo para ellos por lo que simplemente se quedó en una esquina, observando todo el lugar.

Pasada una hora y decidido a irse, Hyunwoo comenzó a buscar con la mirada a su amigo para avisarle, cuando su mirada se encontró con unos pequeños ojos azules pertenecientes a un chico que jamás había visto en su vida ya que aún no siendo el chico más social, era un pueblo pequeño por lo que todos conocían a todos por lo menos de vista.

Y aquella mirada era tan penetrante que de haberla visto antes jamás la habría podido olvidar. Cuando el pequeño chico le sonrió, Hyunwoo juró morir ahí mismo, realmente no sabía qué hacer, no podía creer que esa criatura tan angelical estuviera siquiera dirigiéndole la mirada a alguien como él.

Pero el chico estaba ahí, sonriéndole y caminando hacia él.

Hola — mencionó el de los ojos azules con una pequeña sonrisa, no iba a mentir, aquél chico piel canela con hombros anchos había captado su atención desde el momento que llegó a esa fiesta- ¿Puedo saber tu nombre?

Es Hyunwoo — comenzó a tartamudear el moreno. ¿Eres nuevo por aquí? Yo... jamás te había visto, no digo que crea que eres un invisible p-pero tu eres muy lindo y bueno, tu rostro sería muy difícil de olvidar — aquí iba de nuevo, el vomito verbal siempre había sido su especialidad, era experto en llenar los momentos de incomodidad.

Una pequeña risita interrumpió vergonzoso intento de socializar y estaba agradecido por ello.

Si, podría decirse que soy nuevo por aquí. Estoy de paso en realidad — sonrió convirtiendo sus ojos en dos pequeñas líneas y Shownu pudo decir que su sonrisa era la más preciosa y sincera que había apreciado en sus dieciocho años.

Quién iba a decir que ese vergonzoso inicio terminaría así, con dos chicos hablando como si se conocieran de toda la vida, compartiendo hasta sus más dulces secretos.

Deberíamos bailar un poco -mencionó el bajito tomando del brazo al moreno y guiándolos hacia la improvisada pista de baile en el centro de la sala-

En realidad no soy muy bueno bailando — comentó Hyunwoo un tanto avergonzado.

No te preocupes, yo puedo guiarte — tomó ambas manos del chico y las colocó en su pequeña cintura- no es tan difícil.

Así pasaron toda la noche, abrazados moviendo sus cuerpos al ritmo de la música.

Aún no sé tu nombre — susurró leve en el oido del más bajito.

Es Kihyun — sonrió mirándolo directamente a los ojos. Yoo Kihyun. Incluso su nombre era único, todo lo relacionado a ese misterioso chico le parecía tan irreal.

Decidieron tomar unas bebidas y dirigirse a la parte trasera de la casa en dónde había menos personas. Se sentaron a la orilla de la piscina y comenzaron a charlar de todo y nada. Son Hyunwoo nunca antes creyó en las almas gemelas, aquellas que están destinadas a ti, con las que sientes una conexión instantánea y pareciera que conoces por toda la vida. Pero esa noche, con su mano entrelazada a la de Kihyun, bajo a las brillantes estrellas que cubrían el cielo, él estaba seguro de haber conocido a su compañero, a su alma gemela.

Eres muy lindo, Ki. — murmuró con sus mejillas comenzando a tornarse de un rosado escarlata- Créeme cuando digo que eres de verdad el ser más bonito que he conocido en mi vida.

Tú también lo eres, Hyunwoo. — susurró bajito mientras acercaba una de sus manos a la mejilla del moreno.

Fue en ese momento que todo se detuvo para ambos, el roce de sus labios envió una ligera corriente eléctrica a través de ambos cuerpos. Un vaivén lento que marcaría un antes y después en sus vidas.

Estando tan absortos en ellos mismos, no se percataron del gran tumulto de personas que iban en su dirección provocando que ambos cayeran a la fría agua de la piscina.

Ki –fue lo primero que pronunció el moreno al salir a la superficie, mirando alrededor de la piscina. Kihyun – gritó un poco más preocupado al notar que el pequeño aún no salía.

De repente, entre las aguas vio un resplandor que llamó su atención. Pensó que tal vez estaba perdiendo la cabeza por lo sucedido pero estaba ahí, entre las aguas logró ver el torso desnudo de Kihyun pero sus piernas no estaban ahí, en su lugar había una preciosa cola llena de escamas relucientes como perlas brillando fielmente en esa fría y oscura noche.

Todo sucedió tan rápido, de un momento a otro se encontraba con Kihyun en sus brazos y rodeados de personas que al igual que él, miraban con asombro y un tanto incrédulos a la criatura que se encontraba en el duro suelo.

Necesito volver al mar, no puedo estar fuera mucho tiempo. Ya he roto muchas reglas – mencionó un tanto agitado el pequeño, con sus ojitos cristalizándose poco a poco.

No dejaré que te suceda nada, tranquilo – prometió el moreno mientras que con la ayuda de varias personas comenzaban a levantar a la hermosa criatura.

🌊

Las olas golpeaban salvajemente la costa cuando llegaron ahí. Hyunwoo sentía todo su cuerpo doler por el peso que debía cargar, pero nada importaba, debía poner a salvo a su pequeño antes de que fuera demasiado tarde.

Al llegar a la orilla del mar no pudo soportarlo más y cayó rodillas en la arena, además del cansancio físico algo en su interior dolía. Sentía su pecho arder al saber lo que inevitablemente vendría.

No quiero perderte, no quiero decir adiós tan pronto — susurró entrecortado el moreno escondiendo su rostro en el cuello del pálido.

No me perderás, te prometo que siempre nos encontraremos, ahí donde el océano se una con el cielo — susurró sobre los labios del moreno mientras acariciaba sus mejillas.

En ese lugar fue donde sellaron su amor con un dulce y lento beso, no necesitaban decir nada.

Alejándose lentamente del pecho del moreno, Kihyun comenzó su ida hacia el fondo del mar, evitó mirar atrás, no soportaría ver dolor en el hermoso rostro del más alto.

Hyunwoo por su lado, no se levantó del mismo lugar hasta que perdió de vista el último resplandor de la cola de su hermoso chico.

Con gruesas lágrimas cayendo y sintiendo el viento chocar contra su rostro, Hyunwoo hizo una promesa, volvería ahí las veces que fueran necesarias para encontrarse con su destinado.

Porque no importaba si era en esta vida u otra, sabía que se volverían a encontrar.

Algún día.

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⏰ Última actualización: Jun 28, 2020 ⏰

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