Jugando Con Tu Cerebro • Tord Y Tú.

XXI

➳El texto escrito "texto de ejemplo" son los sueños de la protagonista.
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-¿Están todos?-. Pregunté al mirarlos dentro del auto. -¿¡Dónde mierda esta Tord?!-.

-Falta B.C. también-. Dijo Edd. Miré hacia todos lados buscando rastros de esos dos. -¿___?-. Me señaló a lo lejos, se podía ver a unos soldados. Subí al auto.

-A la mierda esos dos. Pueden cuidarse solos-. Paul arrancó el auto dejando atrás a esos soldados.

-¿¡Estás loco?!-. Habló enojado Patrick. -¡Abandonamos a nuestro líder!-. Inmediatamente el sujeto con leve barba le lanzó una mirada amenazante que asustaria a cualquiera. 

-Ya no es nuestro líder-. Acomodo el espejo retrovisor y miró hacia la parte trasera del auto. -Y sabes que él hubiera hecho lo mismo para salvar a los demás. Si nos quedábamos para pelear íbamos a perder-. Todo quedó en silencio, tenía miedo de haber confiado en la persona equivocada.

Cuando llegamos a la armada abandonada revisamos el lugar, estaba casi destruido pero pudimos conseguir un lugar mas o menos estable para dormir unas noches, en una sala escondida encontramos vehículos, dos motos y otra camioneta, había armas y un poco de comida enlatada. Mientras mis compañeros estaban acomodando el sector donde íbamos a descansar fui hasta la camioneta y saque armas y municiones junto a una mochila.

-¿Que haces?-. Preguntó Tom.

-Solo junto algo por si acaso-. Respondí al poner mi mochila en la espalda.

-Es hora de dormir-. Dijo y fuimos dentro de la armada. No había camas para dormir pero pusieron frazadas en el piso para que no pasemos frío. -Tord... tenía razón-.Lo mire con tristeza. -No teníamos que confiar en él-. 

-Siento que es mi culpa...-. Agregue con la voz baja.

-___-. Patrick puso su mano en mi hombro. -Él es fuerte, sabrá cómo salir de eso-. Apoye mi cabeza en el duro y frío piso, al mirar al techo solo pensaba en Tord, mi pecho dolía y mi garganta tenia un nudo incomodo nunca pensé que lo perderiamos a alguien de nuestro grupo. Cerré mis ojos lentamente para dormir...

-Seguro...-. Escuché una voz masculina. -Ese maldito tiene que vivir rápidamente-. Murmuró. -____, tengo que decirte algo-.Algo golpeó mi cara varias veces.

-¿Muerte?-. Pregunté al abrir mis ojos.

-Okey, escucha. Mi sobrino está en peligro, no lo están buscando a él y te buscan a tí-. Estaba confundida, ¿hablaba de Tord?, ¿Él está en peligro?. -Tenemos que hacer un plan rápido-. Vi como se movía de un lado para otro pensando.

-¿sobrino?-. Repetí confundida y él freno.

-él es mi sobrino, ___. Tenemos que ayudarlo y tengo prohibido pisar tú mundo-. Mi mirada bajo lentamente hasta llega al suelo. Estaba confundida cada vez más. -Tengo una idea-. Llamó mi atención. -Tienes que reunirte con Jorrit, él podrá...-. Lo interrumpí.

-¿¡Jorrit?!, ¿El idiota que me engaño para que matará humanos?-.

-Se que es difícil, pero, esto es por algo-.

-Quiero ver a mi padre-. Sus ojos se desplazaron de los míos al decir eso. -Si eres el Dios de la Muerte seguro puedes hacer que lo vea-.

-Sé quien mató a tu madre, y sé lo de la carta-. Suspiró. -"D.V." Se refiere a Dios de la Vida... Mi hermano...-. Mis manos empezaron a temblar y las lágrimas salieron de mis ojos. -Es difícil para tí está situación, pero te necesitamos para superarla-.

-¿Q-que tengo que hacer?-. Pregunté entre lágrimas.

-Ve a la armada y busca a Jorrit, en cuanto estés ahí... él vivirá nuevamente-. Su respuesta género confusión en mí.

Desperté exaltada y con la respiración muy rápida, nuevamente estaba en la antigua armada. Miré hacia mis costados y ví que mis compañeros dormían, solo faltaba Edd el cual haría la guardia esa noche. Me levanté y sigilosamente tome mi mochila la cual había guardado todas las armas, salí en silenció de aquel lugar hasta donde estaban los vehículos. No fue difícil distraer a Edd, ya que él ya estaba distraido, así que llegue rápido.

-¿A dónde vas?-. Cuestionó con voz seria.

-¿T-tom?-. Dije sorprendida al escuchar su voz.

-Eres una idiota-. Agregó Tom. -¿Pensabas ir sola?-.

-¿A qué te refieres?-.

-Supongo que quieres ser un héroe, iré contigo-. Él subió a la motocicleta.

-¿Estás seguro?-.

-¿Tú lo estás?-. Cuestionó.

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