Capítulo 17: Frío y calor

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-¿Soy yo o el aire de esta noche es mucho más frío?-volvía a encontrarme con Jackson, en la terraza de arriba, ambos compartiendo un estrecho colchón que nos permitía abrazarnos y entrelazar nuestras piernas.

-Sí-él me estrechó aún más entre sus brazos- parece que ha refrescado.

-Tengo la carne de gallina-confesé mordiéndome el labio.

-¿Quieres que vayamos dentro?-preguntó antes de besarme la frente.

-No. Quiero dormir contigo-levanté mi rostro y le di un beso suave en los labios.

-Y puedes. Mi cama es amplia y calentita.

-¿Dormir en tu cama?-bajé mi rostro, el cual estaba encendido por la idea.

-Sí-él rio, captando el motivo de mi vergüenza- solo dormir, al menos por hoy-sus comentarios no ayudaban.- ¿Entonces?

-Vamos antes de que me congele.

Entre los dos entramos de nuevo el colchón y lo pusimos en su lugar correspondiente.

Mientras Jackson lo ponía todo el orden yo caminé hasta su habitación mientras me frotaba los brazos para darme algo del calor que la noche me había arrebatado en cuestión de segundos. Miré las fotos y los posters que tenía colgados en las paredes, sonreí, eran grupos que yo antes solía escuchar, pero que la mayoría de ellos los había dejado olvidados.

No me dio tiempo a mirar mucho más cuando noté como Jackson me empujaba hacia la cama y él caía sobre mí mientras ambos reíamos.

-Creo… que no había entrado nunca en tu habitación-dije jugando con el cabello de su nuca.

-¿De veras?-asentí- bienvenida entonces-sus labios fueron directos a los míos, para besarme con dulzura.- ésta será una de las muchas veces que tú estés en mi dormitorio, ve haciéndote a la idea.

-Creo que… a eso podría acostumbrarme muy rápidamente. Aunque podrías ordenarlo un poco-él rio, haciéndose el ofendido.

-No trates de cambiarme- su tono de voz hizo que me carcajeara.

~

-Así que se puede decir… que oficialmente… eres la novia de un Lautner-Maica y yo teníamos que contarnos muchas cosas, y ningún lugar mejor que mi cocina, como había sido siempre.

-A ver… novia, novia… nos besamos casi todo el rato que estuvimos juntos pero… la palabra noviazgo no apareció en toda la noche.

-Oh vamos ¿Acaso es necesario? Si desde que os visteis por primera vez en la puerta de la iglesia os gustasteis, que puedo parecer algo lenta, pero no lo soy.

-Bueno, yo espero que se haga oficial.

-Eh… yo… también tengo que contarte algo-dije empezando a rascarme la nuca.

-Pues ya estás tardando.

-A ver… ¿recuerdas el día en que me dijiste que Jackson y yo parecíamos una pareja más que dos hermanastros?-ella asintió-pues… verás… es que…

-No…-ya lo había captado- no…-sonrió- Júramelo. Oh dios mío.

-Tienes que mantenerlo en secreto.

-Por supuesto. Pero dime ¿Te vale la pena arriesgarte por él?

-No sabes tú cuánto…

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