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| Dedicación: harry-diva-styles |

Stay de Rihanna, porque mi humor es medio depre sooooo.

Capítulo veinticinco: Vera Vorshé.

A la muerte se le toma de frente, con valor, y sólo después, se le invita una copa y se le habla de la vida, hasta que se enamore de ella.

✞

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—Sí quieres seguir respirando te recomiendo que quites la puta mano de MI culo y que no vuelvas a tocarla.—Una tercera voz, ronca y encolerizada, nos hace voltear a ambos hacia atrás. Y el Riox en cuestión, tiene sus manos hechas puño, los hombros tensos y una mueca que grita muerte y peligro a los cuatro vientos.

¿Su culo había dicho?

Austin hizo un gesto de asombro, luego dirigió su vista hacia a mí, y por último, hacia Aleph.

—¿Qué...?—El moreno frunció el ceño y estuvo a punto de preguntar algo, de no ser porque el mayor de los hermanos se le adelantó y le plantó su dedo índice en el centro de la frente.

Aleph le sobrepasaba por unos buenos centímetros.

—Que te quede jodidamente claro, novato. Le pones la puta mano encima a mi culo y no vivirás para contarlo—.Aleph volvió a presionar la frente de Austin con su dedo.—¿Estamos claros, novato?

—¿Y a ti qué jodidos te pasa?—Intervine.—¡Ni siquiera me dirigías la palabra hasta esta mañana!

Aleph ni siquiera me miró al hablar, tenía sus ojos en Austin, quien se veía paralizado y asustado en partes iguales, como todo el mundo a quien los Riox le dirigían siquiera una insignificante mirada.

—Morena entrometida,—Aleph volteó a mirarme, de pronto su semblante estaba suavizado y hablaba unos tonos más bajo.—Déjame trabajar, ¿si?

—¡Pero...—Austin, en cambio, me dedicó una pequeña sonrisa. Como si estuviera ansioso de saber que cojones le diría el pelinegro.

Y solo por eso, me abstuve de darle una patada en los huevos.

—Ella es mía, ¿me escuchas?—Aleph dio un paso más adelante, y casi pude sentir como los pelos de Austin se pusieron de punta. Mi estómago se encogió cuando pronunció esas palabras mediante un gruñido posesivo.

Y tal vez a Austin otra cosa también se le puso de punta...

—S-sí...

—Perfecto.—Aleph retrocedió los pasos en cuestión y volvió a posar aquella sonrisa divertida y despreocupada que siempre cargaba, y también, quitó el envoltorio de una paleta Lollipops que guardaba en el bolsillo de su chaqueta para llevársela sensualmente al interior de su boca rosadita, siempre húmeda, siempre dulce.

Riox. © ✔️ [DL #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora