CAPÍTULO II

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-Andrik se quedó abrazando a su amigo sin decir nada más, al final suspiro y separándole un poco trató de averiguar más a fondo que era lo que sucedía-

¿Qué pasa Gérôme? ¿Es acaso que ese tipo te dijo algo malo hoy? De ser así sabes bien que le romperé la cara -se veía bastante serio ante lo que decía, aunque Gérôme sabía bien que en una pelea entre su amigo y Caleb claramente le ganaría Caleb-

No..no es eso, es sólo que bueno...es algo muy largo para explicar.-contestó Gérôme desviando la mirada, seguía triste por eso, su amigo le acomodó entre sus brazos, sin recostarse por completo se mantuvo recargado de la piecera de la litera, él por su parte recargó la cabeza entre el hombro y el cuello de su tan buen amigo- es sólo que...hablaba tanto de él con tu hermana que yo creía que no era más que otro de esos "amoríos" de broma, ya sabes...esos de los que sólo te enamoras por un par de días y al siguiente ya es alguien diferente...pero no fue así, tristemente no fue así...uh...perdón Andrik no quiero aburrirte con mis problemas tan gays..literalmente -trató de separarse pero el otro lo detuvo obligándolo a que volviera acostarse como antes-

Problemas nada, soy tu amigo y quiero poder ayudarte, así que sígueme contando y sin rodeos, ¿bien? -le abrazó pasándole un brazo por la cintura y el otro por el cuello, casi pareciera que quería estrangularlo-

Vale, pues...si eso quieres -suspiró volviendo a acomodarse- a ver...¿cómo fue? Hace...no recuerdo bien, quizás un mes y medio...en fin, era el primer proyecto, nada difícil, sólo actuar como es obvio, en este caso tratar de representar versos de algun poema, por primera vez me tocaría en equipo con Caleb....

-Regresando a aquél día cada pareja que había quedado para el trabajo se había separado a diferentes partes del auditorio, ellos por su parte habían ido tras bambalinas-

¿Tienes algún poema en mente? En lo personal soy fanático de la poesía y hay muchos poemas que me encantan, así que no sabría eleg-...-antes de que el peliblanco pudiera acabar de hablar el rubio le tomó una de sus manos viendole con una sonrisa amplia posando sus ojos color avellana en los grisaseos ojos del contrario-

"Ojos cuyo amor anhelo, porque alegra cuanto alcanza, ojos color de esperanza,con lejanías de cielo"
-decía el rubio en verso sin despegar su mirada de la ajena-

Q-Qué fue eso? -la pálida piel de Gérôme se tiñó rojiza al haber escuchado semejantes palabras, el rubio no hizo más que reír-

Pues el verso de un poema de Díaz Mirón, ¿por qué? Dijiste que eres fan de la poesía, creí que le conocerías
-reía pues aunque lo había preguntado inocentemente la intención no habían sido esas- hay que actuarlo, ¿no?

—A..ah claro claro, que tonto soy olvidaba que estaba en clases...en fin

—Y tu piel de porcelana adornada con tus suaves cabellos de seda que me enloquece a tal punto que quisiera pintarlo delicadamente con mis labios -narraba nuevamente el rubio posando una mano en la mejilla del peliblanco, Gérôme ya no podía retroceder más, sentía la pared a su espalda.

¿Ese fue otro de los poemas? -preguntó incrédulo viéndole con aquél sonrojo, Caleb estaba demasiado cercano, verle a su rostro le hacía sonrojar y su corazón casi salía de su pecho-

No, ese lo inventé yo -se reflejó en su rostro una simple sonrisa, no despejaba su vista de la del contrario hasta que algo sacó a Gérôme de su fantasía, la voz del profesor que les indicó que ya tenían que pasar a presentar, entonces entre los nervios y la prisa se hizo hacia adelante antes de que Caleb se quitara y....-

—¡¿Te besó ese infeliz?! Ese...ese idiota, ese cretino, ¡sabandija, vago!

—Oye, Oye, tranquilo Andrik. Básicamente yo le besé por mi torpeza, pero ese no es el chiste, yo estaba muriendo de pena te juro que lo único que quería era que me tragase la tierra...pero el sólo río como si no tuviera problema con ello.

—¡Pues claro que no lo va a tener! Ese tipo es un mujeriego...hombreriego...no lo sé.

—¡Claro que no!...pero bueno...todo eso ya no importa, ahora sé que a Keyla le gusta él y estoy seguro que tiene más oportunidades que yo...

-El pelirrojo le miró incrédulo alzando una ceja- ¿Lo dices en serio? Hombre, odio admitirlo pero a ese chico lo traes de cabeza, créeme, se nota en la mirada cuando le gustas a alguien y ¡rayos! Ese tipo cada vez que te mira pareciera derretírsele los ojos.

—N..No digas esas cosas, sólo me das falsas esperanzas.

—¿Falsas esperanzas? -negó su amigo riendo como si se tratara de una broma- oye, ya quisiera yo que alguien me viera de esa manera -le abrazó quizás un tanto brusco, casi le dejaba sin aire si no fuera porque sabía controlarse- eres mi mejor amigo, nunca en la vida me atrevería a decirte algo de lo que no estoy seguro...incluso sabiendo que esto puede ir en contra de mi propia hermana.

-Gérôme quedó anonadado ante ello, ¿de verdad tanto así le importaba a su amigo?, sintió como el contrario se recargaba un poco en él pero no le tomó importancia, su ánimo había aumentado y ahora sentía que aún tenía una posibilidad con él- ¿Sabes? Me has hecho sentirme mejor, apenas llevo unos años de conocerte y siento que eres en quien más puedo confiar, más que un amigo eres como un hermano para mi, mi mano derecha, uña y mugre -reía levemente- puedes confiar en mi, así como yo confío en que tu siempre vas a escucharme...-giró levemente la cabeza con una sonrisa pero se percató de que Andrik se había quedado ya profundamente dormido sobre él-....¡IDIOTA! Yo aquí diciéndote cosas bellas y tu roncando y soñando en sólo dios sabe que, quítate de encima, ¡QUI-TA-TE!

Tú eres mi historia de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora