4.Algunas experiencias de María 2/2

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--¿Solamente se aparecen a los miembros de sus propias familias?

--En la mayoría de los casos sí, pero en algunos casos se aparecen amigos muy cercanos o a gente como yo, a quien Dios le ha encomendado que dedique mucho tiempo rezando por ellas y ayudándolas. He escuchado acerca de personas a quienes se les aparecen amigos que fueron muy cercanos cuando eran niños, que van a ellos tiempo después luego de haber fallecido. Como regla, se aparecen a aquellos que los han querido mucho, a los más sensibles, a los más afectuosos, y/o a quienes más rezan. Pero conozco casos en que algunas almas del Purgatorio se han manifestado a personas que no conocieron en vida y también a personas que guardaban rencor en el corazón.
Un granjero que conocía estaba construyendo un anexo a su granero, y cuando llegaba a cierta altura con una de las paredes, al dia siguiente esa pared aparecía caída. Había construido muchas paredes en su vida y esta le estaba causando demasiados problemas. Llamó entonces incluso a constructores profesionales para que lo ayudaran con lo que estaba haciendo mal, y le dijeron que había estado haciendo las cosas bien desde el primer momento. Me llamaron para que fuera a verlo, y por supuesto fui. Le pregunté un poco acerca de su familia y de su granja, y luego le pregunté si sabia de alguien a quien necesitara perdonar. Al principio no podía acordarse, pero luego incursioné un poco más hondo y se le aclaró la memoria. Hacía unos años habia tenido un vecino que siempre decia cosas desagradables acerca de su esposa. Este hombre después murió y otra gente se mudó a ese lugar. Al principio se habia negado a perdonarlo diciendo que su vecino se merecía todo lo que estaba recibiendo, y que de ninguna forma le perdonaría las groserías que habia dicho. Entonces le expliqué que todos debemos perdonar para acercarnos más a Dios y que si no lo hacía, no sólo dañaba a las demás personas sino que se estaba garantizando sufrir mucho más él mismo más adelante. Entonces entendió y nunca más tuvo problema alguno con esa pared.

--¿De qué otra forma pueden revelarse las almas a nosotros?

--En sueños, pero raramente lo hacen así y los sueños tienden a ser poco confiables. En los sueños nos piden también oraciones o algo que abra su camino hacia el Cielo. Si no piden esto, entonces lo que está ocurriendo es otra cosa.

Un psiquiatra muy controvertido en Inglaterra pero que reza mucho, es muy querido y muy exitoso, sostiene que las almas del Purgatorio, cuando se comunican con su familia o con sus amigos, lo hacen de la siguiente manera, y en este texto utiliza sus términos técnicos de psicología.

"En nuestro subconsciente entran pensamientos externos, no deseados. Todo pensamiento tiene que tener su expresión física. Pueden ser expresados verbalmente, actuarse o manifestarse mediante síntomas de malestar o malfuncionamiento en el órgano objeto correspondiente. Y entonces, en lugar de tomar medicamentos o asistir a una terapia de largo plazo, deberiamos preguntarnos quién es el que está visitando nuestro subconsciente con estos mensajes, que no es más que esa otra alma que necesita nuestro amor, perdón y nuestras oraciones para seguir su camino al Cielo."

--En su opinión, ¿esta afirmación es correcta?

--Efectivamente. Yo diría que es correcta.

--Sin contar a aquellas a quienes conocía personalmente en vida, ¿han venido a usted almas a quienes reconoció como personas famosas?

--Sí. Hay personas famosas que han sido liberadas porque sus familiares vinieron a verme para que los ayudara al respecto. Por ejemplo, Marshal Hermann Göring, de la infamia Nazi, se me presentó porque su familia había venido a verme para que los ayudara. Ahora esta en el Cielo. Dios no dejó de amarlo y todavía lo ama. Nunca debemos juzgar.
También se presentaron otras personas famosas. Una vez vino un hombre, y aunque no podía saber de dónde venía o cuándo había vivido, supe inmediatamente que se trataba de alguien importante por la forma en que se movía y por su vestimenta. Cuando le pregunté qué necesitaba de mí, me lo dijo y luego agregó: "Soy el papa Pablo". Al principio dudé, pensando que podía tratarse de un engaño del demonio. "No, no lo eres", le dije. "¡Conocí al papa Pablo y tú no eres él!". "Soy el papa Pablo IV, no el papa Pablo VI". Había estado en el Purgatorio desde mediados del siglo XVI porque durante su Pontificado podría haber hecho mucho más de lo que hizo. También, me parece, había ordenado que los judíos de Roma se agruparan en ghettos, algo que ciertamente no estaba en los planes de Dios que hiciera. En este caso, por supuesto, no fueron sus descendientes quienes vinieron a verme para preguntar por él. (Risas)

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