Capítulo 9

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— ¡Midoriya tranquilízate! —su jefe y exprofesor lo agarró fuertemente de los brazos para detenerlo.

En cuando el peliverde se enteró por Shoto de lo que la liga de villanos le había hecho a su amigo de la infancia, una gran impotencia lo invadió.

— ¡No puede ser cierto! ¡Después de todo lo que Kacchan ha trabajado para ser un pro-héroe! —gritó frustrado para luego librarse del agarre de Aizawa.

— Izuku calma... — Uraraka trató de hablar suave tratando de calmar su repentino arrebato.

— ¿En qué habitación está? —.

— Izu no creo que debas ir aho─.

— Quiero ir —la interrumpió mirando a Aizawa.

— En el segundo piso, habitación 26 — dijo el pelinegro e Izuku se dirigió en dirección a las escaleras, después de todo no estaba tan lejos, ahora mismo se encontraba en el tercer piso que era donde estaba Shoto.

— Aizawa-sensei ¿está seguro de dejarlo ir en ese estado? —preguntó Uraraka al ver cómo su amigo se alejaba por el corredor.

— Midoriya se siente culpable e impotente de no haber estado para ayudar a Bakugo —respondió parco mientras se dirigía por la misma dirección que había tomado el peliverde— estoy de acuerdo, pero eso no quita que valla a vigilarlos... —dijo en un susurro que no pudo ser escuchado por la castaña.

Y no se equivocaba, ya que al llegar a la puerta de la habitación se escuchaban los gritos de cierto rubio explosivo. Se quedó cerca de la puerta aguardando el momento en que tuviera que intervenir si era necesario.

Por otro lado, Izuku apenas entró a la habitación vio a su amigo de la infancia con su vista hacia la nada con algunos vendajes simples, sin heridas graves.

— ¿Qué mierda quieres Deku? —dijo el rubio casi tan despectivo como siempre.

— Y-yo quería ver como estabas Kacchan —tartamudeo— También quería disculparme por no estar ahí —dijo bajando la mirada con una clara expresión de tristeza.

— ¡¿HA?! ¡¿Crees que necesito tú lástima?! —gritó un muy enojado Bakugo casi amenazando por bajarse de la camilla. El peliverde dio dos pasos hacia atrás, y el rubio hizo un gesto con la mano como si fuera a hacerlo explotar, con la diferencia de que en sus palmas no se generó ninguna explosión.

Y a Izuku eso lo entristeció, no por el hecho de querer recibir esas quemaduras, sino porque su amigo había perdido una parte de él, una particularidad en todo el sentido de la palabra. Además, no sabía cómo consolar a su amigo, que conociéndolo estaría frustrado y enojado, pero no lo dejaría ver, no lo demostraría por nada del mundo. Porque era un héroe y como tal cargaba con la esperanza y bienestar de muchas personas, que a pesar de su personalidad agresiva y poco cooperativa tenía muchos fanáticos.

— ¿Por qué mierda estás llorando idiota? —dijo el ojicarmín sin mirarlo a los ojos. Ni siquiera se había dado cuenta cuando comenzó a llorar, Izuku nuevamente culpó a las hormonas.

— Yo... —el pecoso habló casi con un hilo de voz por los sollozos— lo siento mucho Kacchan —dijo finalmente corriendo a abrazar a su amigo, tomándolo por sorpresa. Cuando este pudo reaccionar empujó al peliverde haciéndolo caer de sentón al suelo.

— Escúchame bien, recuperaré mi quirk y me convertiré en el número uno —dijo firme con su característico ceño fruncido y tomando aire lo señaló— ¡Te superaré, Deku! —.

Aizawa dejó escapar una media sonrisa ante la determinación de su alumno y que por primera vez este par no había terminado en una lucha para medir sus habilidades, ya que no lo necesitaban el pelinegro decidió irse.
Izuku asintió con una sonrisa y se levantó del suelo, su espalda baja empezaba a resentir el golpe.

No puedo creer que estés aquí... (Tododeku/Mpreg) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora