[#1 Saga GIЯL STAЯK]
-¿Quién eres? ¿Y que haces aquí?- preguntó él confundido y atento a cualquier movimiento de la chica por si era una amenaza.
-Yo... soy...- no le salían las palabras, lo vuelvo a repetir, no le gusta la gente desconocida. Decidi...
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-Despegamos en 9 minutos. ¿Diga? ¿Diga? ¿Quién es?- dijo Happy contestando a la llamada que Ned le había hecho. Este se movió hacia el ordenador para así poder hablar con el hombre.
-Sr. Happy soy Ned.
-¿Quién?
-Soy socio de Peter Parker. Tiene algo muy importante que decirle y...
-¿Me tomas el pelo?- dijo justo antes de colgar.
-Joder- maldijo Ned.
Ned le mandó un mensaje a Aria para decirle que Happy le había colgado antes de poder explicarse y que a lo mejor a ella le hacía caso. Aria le dijo que estaba en un atasco y que todavía no había llegado por lo que intentaría llamarlo ella.
-¡Eh, Ned! ¡¿Cómo vamos con los faros?!- le preguntó Peter.
-Em...- Ned cambió de ordenador.- El mando redondo a la izquierda del volante gíralo a la derecha.
-El de la izquierda- repitió Peter mientras hacía lo que su amigo le había dicho.- Vale, perfecto. ¡¿Y ahora donde está mi móvil?!
-Em...- volvió hacia el otro ordenador.- Se ha parado en un polígono de Brooklyn.
-¿Qué? Eso no es lógico. Dijo que se iba de la ciudad.
-Qué raro. He llamado al Sr. Happy, yo diría que no le caes bien. Iba a coger un avión. Ha... ha dicho algo de que despegaban en 9 minutos.
-¡¿Qué?!
-Estaba rodeado de cajas.
-¡¿Cajas?!- preguntó extrañado.- Es la mudanza. ¡La mudanza! ¡La mudanza! ¡Va a robar ese avión! ¡Tengo que impedirlo!- añadió para después acelerar.
Por otro lado, la chica seguía en un atasco debido a un accidente que había sucedido. Está se encontraba dentro del coche intentando comunicarse con Happy Hogan pero sin ningún éxito.
-¡Mierda, joder!
Miró la hora en su teléfono y sabía que solo le quedaba una opción. Pagó el taxi y salió de este. Se sacó los tacones antes de comenzar a correr por la acera esquivando a las pocas personas que pasaban por ahí.
Con los tacones en una mano y el móvil en la otra no dejó de correr. Marcó de nuevo el número de Happy. Pensó que no se lo cogería, pero se sorprendió cuando sí lo hizo.
