19 de diciembre de 2019.
—Sí, acepto. — las lágrimas de Taehyung salieron sin compasión cuando por fin tiene seguridad de que le pertenecerá a alguien, de que se casará con el hombre que le promete dar el mundo.
Admira el diamante en su mano y las lágrimas no paran de salir.
Es extraño.
En realidad no sabe si son lágrimas de felicidad o simplemente se ha dado cuenta de que está renunciando al amor de su vida. Por suerte todos piensan que está demasiado abrumado porque compartirá el resto de su vida con Park Bogum. Al final de todo, luego de tres años de noviazgo y 28 años de soltería, todo gritaba que estaba listo para dar ese paso, al fin y al cabo no había nada que se lo impidiera. Lo único que lo atormentaba era él mismo y un millón de ilusiones que él mismo había creado en su mente.
Para Taehyung tenía sentido. Luego de esperar años por que su mejor amigo -en algún momento- se diera cuenta de que no necesitaba seguir viviendo al libre albedrío; de que lo tenía a él, y de que cualquier cosa que quisiera se la daría, finalmente se cansó. Ya no quería seguir sufriendo por alguien que sólo lo veía como un amigo o un hermano.
—Ya Taehyung, puedes llorar. Déjalo ir. Empezarás con un hombre que te ama. — Jimin intenta consolarlo en su apartamento.
—Me siento muy estúpido por estar así. Siempre esperé tanto y simplemente ahora que lo estoy dejando ir por mi bien, me siento tan mal. —su corazón está vacío y aún así le duele como un demonio.
Taehyung era un adulto brillante a sus 28. Tenía un lindo apartamento que consiguió con su propio esfuerzo, tenía un hermoso cachorro que era como su hijo, un buen trabajo como arquitecto de bellas casas, y además un novio bastante existoso. ¿Qué más podía pedir? La respuesta a eso llegó en un ring que mercaba la llamada de quién se convirtió en su mejor amigo en aquella fiesta de la adolescencia.
Jimin automáticamente quiso tomarlo para cortar, sabía que sería mucho para Tae lidiar con Jungkook ahora.
—Déjalo Jimin, es ahora de que esto acabe. Yo puedo. — tomó la llamada de su mejor amigo que ahora vivía en Busan, mientras él se quedó en Seúl como un enamorado abandonado.
Jimin se fue a otra habitación para
darle espacio.Aceptó la llamada con valentía y esperó que su corazón no estallara antes de colgar.
—Taehyung, ¿Cómo estás?— preguntó un Jungkook. Se escuchaban ruidos lejanos de música así que supuso que estaba haciendo de las suyas en algún bar, nada nuevo.
—Jungkook. Es una sorpresa que me llames a esta hora. Esperaba hablar contigo mañana por la mañana. —su voz temblaba y Jungkook no preguntó porqué.
—Nunca es tarde para dar buenas noticias, ¿no?. — soltó una risa sutil que sonó más como una tos ahogada, suerte para Jungkook que el castaño no lo notó.
—Tienes razón, yo...- su amigo lo interrumpió de golpe.
—Así que es cierto.
No lo es. Yo sólo te he amado a ti.
—Sí. Yo me casaré con Bogum.- solo dios sabe cuánto le costó decir eso sin tartamudear.— ¿Al fin no? — trató de sonar casual.
El silencio se hizo eterno hasta que Jungkook habló tan neutral como siempre.
—Yo estoy muy feliz por tí, Tae. Siempre supe que encontrarías a alguien a tu altura.
Aunque yo jamás podría estarlo.
—Gracias Jungkook, significa mucho que me llames. Sabes que eres muy importante para mí...
—Y tú para mí Taehyung, sabes que me has salvado del mundo. -se sinceró y a Taehyung se le aceleró el pulso- Eres el mejor amigo que he tenido.
Cada vez que la persona de la que estuvo enamorada desde esa fiesta, mencionaba la palabra mejor amigo, el corazón de Kim se rompía poco a poco para caer en una profunda tristeza. Por lo que quiso cambiar abruptamente el tema.
—Ajá, mmm, y ¿Cómo estás? - esperaba, no, quería más de él y sabía que eso era imposible.
—La verdad Tae, estoy algo ocupado ahora. Jin me llamó y me dio las buenas noticias, así que tenía que darte las buenas felicitaciones claro. Cuídate mucho, debo irme tigrecito, ya sabes. Hablamos luego.
Y colgó la llamada.
Taehyung siguió llorando en los brazos de Jimin mientras esperaba que Jungkook tocara su puerta y le dijera que siempre fue él.
Pero el pelinegro seguro estaba liándose con alguien en un bar.
La verdad es bastante cruel cuando quiere, una diva totalmente. Puede aparecer en el momento oportuno, o simplemente esconderse.
Y la verdad es que eso es lo que hizo Jungkook. Esconderse.
Meses después de conocerse, Jungkook se consideró extremadamente egoísta y llevó a Taehyung al baile. Él podría firmar que su acompañante era, en efecto, el chico más hermoso de todas las personas que conoció. Había visto tantos cuerpos, había besado tantos labios, y nada de eso tenía importancia si podía bailar con un castaño en traje blanco- como un novio- bajo las luces del gimnasio. Sus miradas reflejaban todo el amor que sentían, pero sus palabras eran cobardes, así que sólo hablaron sobre la nueva etapa que tenían encima mientras se dejaban llevar por la música.
—Y entonces ¿Qué sigue Tae?.
— Sigue el verano, y luego a la universidad, supongo- se elevó de hombros.
—No. Hablo de qué es lo que quieres, en el futuro. ¿Con qué cosas podría soñar Kim Taehyung?
Tae pensó meditarlo un poco, para responder:
—Bueno... No pido demasiado. Quizás sólo casarme con August D.
Ambos rieron.
—Es en serio. - Jungkook se atreve a quitar un mechón de la cara del contrario, sin saber todo lo que provocaba a su amigo.
—Quisiera un perrito. Realmente me gustaría tener un compañero y tratarlo como mi hijito. Antes de adoptar niñes quizás. Me gustaría también comprar un terreno cerca del río, para poder diseñar mi propia casa siendo arquitecto. Pero creo que lo que más anhelo...- bajó la mirada y se cortó.
—¿Qué es Tae?
Taehyung solo sonrió con las mejillas coloradas.
—Olvidado, es tonto y te reirías.
—No es así, quiero saber. Please dime. - hizo su carita de conejito, irresistible para el castaño.
—Está bien... Me gustaría hacer todo eso con la persona perfecta para mí. - dichos que tocarían a ambos.
Se miraron directo a los ojos, sin poder despegarlos. Mientras unas ilusiones crecían sin remedio por los territorios del amor, otras se rompían en mil pedazos en los territorios de la inseguridad.
Eres tú Kookie, por favor sé esa persona.
Yo jamás podría ser perfecto para tí, Taehyung.
Y la verdad se escondió años y años.
Esa maldita es la que nos tiene en este punto de la historia; en donde Tae llora sin esperanza de que su amado llegue. Sin embargo, no es muy distinto para Jungkook, quien corrió de ese club a la tumba de su padre, para contarle que el amor de su vida se iba a casar.
Y con un hombre perfecto para su tigrecito.
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8teen- kooktae
FanfictionTe he amado desde que teníamos 18 •Inspirada en 18 de One direction. •kooktae uwu