Capítulo 1

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Junio 2019

El sol apenas estaba tiñendo el cielo de Bogotá y el único sonido constante en toda la ciudad era el de los pájaros cantando. María José salió del cuarto intentando no hacer mucho ruido y se sentó en el sillón de la sala aprovechando la calma de la mañana. Mario y Jacobo dormían, así que eso le daba un par de horas para pretender que en el mundo solamente existía ella.

Poché no podía quejarse de la vida que tenía porque sabía que era muy privilegiada. Tenía un lugar donde vivir, se había casado con un buen hombre y tenía un hijo que era prácticamente un ángel, pero incluso sabiendo todo eso no podía evitar sentir que la vida que estaba viviendo no era la que se merecía. Ella soñaba con trabajar en un museo de arte renacentista y, más seguido de lo que reconocía, se daba cuenta de que su mente viajaba a escenarios inexistentes por el simple placer de imaginárselos: caminatas nocturnas por Roma, degustaciones de vino en París, exposiciones de arte contemporáneo en Barcelona ... la lista seguía y seguía.

"A veces la vida tiene planes distintos a los que uno diseña" le había dicho Valentina cuando se había ido a vivir a Los Ángeles después de que no la admitieran en el programa de artes escénicas de la universidad de Nueva York ... pero Poché sentía que si uno diseñaba bien sus planes daba igual que la vida los cambiara porque de todas formas uno iba a poder encontrar un camino de vuelta hacia ellos.

María José terminó de revisar sus notificaciones y entró a Instagram para ver la vida "perfecta" de las personas a las que seguía. Siempre era lo mismo: desayunos con frutas exóticas, fotos en playas paradisíacas y novios divinos que se habían dignado a lavar un plato así que eran dignos de presumir.

10 cosas que no sabes del nuevo libro de Amalia Andrade.

Poché volvió a leer el anuncio y se acomodó en el sillón. Suponía que había varias Amalias Andrade en el mundo, pero recordaba demasiado bien el pelo desordenado de la chica como para ser incapaz de reconocerla después de 13 años.

- ¿Será? - se susurró a ella misma antes de deslizar el anuncio hacia arriba.

Apenas la página se cargó apareció una foto de Amalia y María José sonrió. Sí, era la misma Amalia y sí, su pelo seguía igual de indomable.

El artículo hablaba sobre su nuevo libro, algunas curiosidades del proceso creativo y qué era lo que la había inspirado para escribirlo.

"La idea vino después de una cena con mi esposa y mi mejor amiga. Estábamos recordando nuestras épocas escolares y pensé "¿Por qué no escribir un manual de supervivencia en el mundo adulto cuando por dentro te sigues sintiendo como una niña?". Daniela [mejor amiga] es una señora hecha y derecha, igual que Nela [esposa], pero yo siempre me he sentido como una adolescente eterna en un cuerpo que con los años va envejeciendo".

Lo que le provocó a Poché haber leído el nombre de Daniela era algo que no podía compararse con nada que hubiera sentido en su vida. De pronto la mente se le fue a otro lado y los recuerdos la invadieron como si hubieran estado guardados bajo llave y alguien hubiera abierto de golpe la puerta.

Puedes encontrar a Amalia en Instagram como @amaliaandrade_

María José sin pensarlo le dio click al enlace y empezó a ver las fotos de Amalia. La mayoría eran con Nela - que seguía igual como la recordaba - y con sus gatos, pero hubo una que llamó su atención de inmediato.

- Dani ...

Daniela se veía diferente a como ella la recordaba. Seguía tan linda como antes, o incluso más, pero era como si algo dentro de ella se hubiera apagado.

ESE DÍA SUPE QUE TE AMABA | CACHÉDonde viven las historias. Descúbrelo ahora