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Me había dado alcohol y sabe horrible. Vi cómo reía, se burlaba de mí.
—¿Nunca has tomado? —me pregunta como si eso fuera lo más extraño que haya visto.
—No — le devolví el vaso de mala gana mientras me limpiaba la boca con mi mano.
—Bebe otra vez —insiste.
—No quiero, sabe horrible.
Rueda los ojos y deja el vaso aún lado, por fin no insiste en algo. La música seguía sonando, personas bailando y yo estaba sentada con una mano en mi mejilla. Me aburría demasiado.
Elián estaba rodeado de chicas guapas con vestidos super cortos y muy escotados, coloco mis ojos en blanco frustrada y me levanté del sillón, camino hacia fuera sintiendo la brisa del viento recorrer mis brazos. Me quedo en el primer escalón y miro hacia la nada. El viento movia mi cabello asi que coloque algunos de mis mechones detrás de mi oreja.
—Samara —escucho como Elián me llama por mi nombre y me impresiono al saber que sabe como me llamo.
—Dime.
—Ven —me tiende su mano y lo miro extrañada, tomo su mano y me guia nuevamente hacia dentro.
—¿Sabes bailar? —me pregunta conectando su mirada con la mía.
—Un poco —aparté mi mirada, la intensidad de su mirada me intimida.
—Entonces bailemos —me apega hacia él y comienza a moverse al ritmo de la música, levanta mis brazos y hace que los mueva alocadamente.
Hace que voltee y coloca sus manos en mi cintura, me separo de él inmediatamente ya que nunca me habían tocado de esa manera y me sentía rara.
—Ey ¿Qué haces? —le pregunto.
—Sólo relájate —toma mi mano apegandome a él y coloca su mano en la parte baja de mi espalda, mi corazón comienza a latir fuertemente y de repente los nervios comienzan a salir—. Sigue el ritmo —me habla al oído y me estremezco.
No puedo desviarme de mis intenciones, salvar a mi hermano de ese agujero. Poco a poco voy cediendo y voy bajando mi guardia, mis caderas se mueven al ritmo de la música.
—Debemos irnos pequeña —me susurra al oído y me separo de él conectando mi mirada con la suya.
—¿Se terminó la cita? —cuestiono con un cierto toque de emoción. Ya todo había acabado, por fin.
—No, aún no.
Y ahí se fue toda mi emoción. Lo miré frustrada ¿Cuando se va a acabar esto?
—Mi amor ¿Te vas tan temprano? —una voz femenina nos interrumpe y aquella mujer me hace un lado colocándose enfrente de Elián.
Coloco mis ojos en blanco y me encamino hacia la salida, no me importa mucho lo que Elián haga, solo quiero irme. Salgo de aquella casa y me quedo delante de esta esperando a Elián, miro hacia la calle y me cruzo de brazos.
De pronto sentí una mano agarrando mi cintura, apretando suavemente la zona mencionada.
—¿Ya nos podemos ir? —cuestione sabiendo que era Elián.
—Si, vámonos —me dice en tono serio mientras caminamos unos cuantos pasos.
—¡Amor, espera! —vuelve a decir la misma voz femenina de hace un momento.
Elián se pone frente a mí, muy cerca de hecho, con el mismo brazo con el que me tenía sujeta me apega a él, fruncí mi ceño extrañada. Elián con su otra mano toma la curvatura de mi cuello y se acerca a mi rostro.
—Espera —quise apartarme, pero me sostenía fuertemente.
Inesperadamente junta sus labios con los míos dejándome perpleja, sus labios se mueven tratando de que los míos hagan lo mismo, lentamente voy cerrando mis ojos y por alguna extraña razón correspondo el beso, abro mi boca dejando que su lengua se adentre en mi boca. De repente me estremezco y me doy cuenta de lo que está pasando.
Puse mis manos en su hombro y lo empuje para apartarlo. Al apartarme miró sobre mi hombro y yo también vi, la chica había desaparecido. Mi sangre comienza a hervir y lo miró con enojo, elevo mi mano y la estampo en su mejilla dejándola roja.
—¿Qué fue eso? —sonríe mientras se toca su mejilla.
—Por besarme y utilizarme —limpié mi boca con mi mano, es un imbécil.
—Se que te gustó —se encoge de hombros y me guiña el ojo, definitivamente me va a sacar de mis casillas.
—Pues ¿sabes que? No, no me gustó en lo absoluto, fue asqueroso.
¿Mentía? No lo sé. Agarra mi mano y entrelaza sus dedos entre los míos, cosa que hace que me irrite más, quité mi mano de la suya y noté que no le gustó pero no dijo nada.
—¿Ya regresamos? —cuestione.
—No.
Seguimos caminando en silencio entre las calles oscuras, iba a hablar cuando apareció un hombre borracho con una botella en su mano, no aparenta tener más de cuarenta.
—¡Holaa muñeca! —me mira y se me acerca, pone una mano en mi hombro y la quité de inmediato—. ¿Qué hace una linda chica a estas horas de la noche? —sonríe pervertidamente.
Me doy cuenta que su mano la había puesto en mi seno izquierdo, lo apretó suavemente. Me enfureció de inmediato.
—Quita tu mano —gruñi, hizo caso omiso a lo que dije, Elián esta claro que no haría nada así que lo haré yo.
Agarré al señor por la camisa que llevaba puesta e hice que mirara a los ojos, mis ojos ardían de furia.
—Tu vuelves a tocarme sin mi consentimiento, a mi o cualquier otra chica haré que te vayas al mismísimo infierno, lo juro.
Veo cómo su rostro se torna pálido y se aleja de mí con temor.
—Ahora vete a tu casa —le digo y él huye de mí a toda velocidad.
Acomode mi vestido y miré a Elián, parecía de alguna manera sorprendido.
—¿Qué? —pregunté hastiada.
—Eso fue genial, mantuviste tu postura como una dama y a la vez lo mandaste al infierno, educadamente por cierto —sonríe picaramente.
—¿A dónde vamos ahora? —pregunté cambiando de tema.
—Muy buena idea —dice mientras se pone a pensar.
¿Qué idea? ¿De qué habla?
Lo que me esperaba, me cargó nuevamente y desplegó sus alas, ya me estoy comenzando a acostumbrar a ser cargada en brazos por Elián, minutos después me doy cuenta que hemos comenzado a cruzar el mar.
¿A dónde me llevaría ahora?
Espero que les haya gustado este capitulo y si es asi, voten personas lindas. No se olviden de seguirme en Wattpad y comentar.
Adios. Un saludo. Juliana.
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La esposa de Satanás *COMPLETA*
RomansaSamara, un ángel guerrera sin duda muy hermosa y con una sensualidad fascinante, una guerrera fuerte, encargada también de darles paz y alegría a los niños que llegaban allí; pero cuando el mismo Diablo entra al paraíso a robar a su hermano Uriel, S...