Estás coordialmente invitado a la boda de Kim Taehyung y Park Bogum. Nuestro amor será celebrado y esperamos que estés presente con nosotros.
Releer esa carta a las 3A.M era un castigo que se hacía Jungkook todos los días para recordarse que jamás pudo ser quién ese ángel realmente merecía. No importaba cuanto lo hubiera intentado, jamás se sintió listo, y ahora pagaba las consecuencias.
Su compañero de departamento y amigo, Namjoon, acababa de volver de una cita. No pudo sólo irse a dormir cuando lo vio miserable en el sillón de la sala con la carta en las manos.
—Tú realmente no puedes seguir así, Jungkook. ¿Siquiera estás durmiendo? Dame eso. - le quitó la invitación. Y Jungkook ni siquiera contestó.
—Realmente no te entiendo amigo. Esta casa está plagada con sus fotos, literalmente jamás has tenido novio o novia, y ni hablar de que conduciste las 5 horas para darle a Yeontan. Entonces, ¿Por qué simplemente no vas y le dices, oye realmente te amo desde hace 10 años, puedes terminar con el estirado de tu novio y casarte conmigo? Hecho, muy fácil.
El contrario no lo miró, sólo río con amargura.
—No es así. Él está bien con Bogum, será feliz y le podrá dar todo lo que siempre soñó. Son perfectos juntos.
—Es un estirado Jungkook, lo sabes bien. No entiendo porqué te rebajas tan fácilmente a alguien que vino a amenazarte si te acercabas a su novio. Tú eres mucho mejor.
Para muchos era cierto. Jungkook no tenía nada de malo, era guapo, tenía un buen trabajo, y muchos de sus acostones hubieran dado mucho por llevarlo a una cita, no obstante, el siempre respondía:
Yo amo a alguien, lo siento.
Ese alguien era un ángel. Siempre creyó que Taehyung era su guardián, y todo tiene sentido si recuerda la primera vez que se conocieron. Fueron noches salvado de alguna sobredosis, fueron meses hasta convencerlo de pedir ayuda, de curar sus heridas y sus inseguridades. Todo paso a paso, y mano a mano con el chico que de la sonrisa cuadrada que le sonreía cada vez que sus miedos se asomaban "Todo va a estar Jungkookie" . Siempre ahí, Jungkook se permitía ser egoísta con Taehyung y arrastrarlo al lío de sus problemas.
Cuando terminaron la universidad la vida cambió. Jungkook supo que no podía seguir fingiendo desconocer esa mirada de amor en los ojos de su ángel. El mismo chico que quería tener una familia, que quería vivir en paz, ser exitoso; lo amaba y él lo sabía. No le quedó otra que mudarse a otra ciudad y empujar a Tae a encontrar su felicidad en los brazos de otra persona.
El pelinegro creyó que lo estaba haciendo por su ángel. Había sido lo suficientemente egoísta para ser su amigo y enamorarlo, pero jamás lo sería como para corresponderle. Tae lo salvó de si mismo, y ahora era su responsabilidad salvarlo a él. Y cuando Tae llamó emocionado diciéndole que había tenido una cita con un chico increíble, su corazón se rompió como nunca, pero supo que había hecho lo correcto para su amigo. Iba a estar con alguien que fuera capaz de ser un buen padre para sus hijos, no uno con miles de heridas psicológicas luego de la pérdida del suyo, alguien con la solvencia económica para comprarle una casa en el río, no con alguien que recién terminaba su universidad ya que reprobó 2 años. Y ya que no podía ese alguien perfecto que completara su vida, al menos pudo darle a Yeontan.
Tae era una estrella, y merecía a alguien que lo iluminara, no que lo apagaran.
—No lo soy Joon. Ellos se casarán, ya está hecho. Taehyung merece ser feliz y no tengo nada que decir al respecto.
—¿Realmente crees que será feliz con ese idiota? Y tú, ¿serás feliz?
—Yo no importo aquí, amigo. Me iré a dormir. Que descanses. — se levantó y se fue a su habitación intentando conciliar el sueño para ver si olvidaba que estaba dejando ir a la única persona que valía la pena en su mundo.
2 meses después
Jungkook estaba durmiendo a las 4 de la mañana hasta que una llamada en su celular lo interrumpe. Intentando reincorporarse, queda helado cuando ve que Taehyung lo está llamando luego de 2 meses en los que no había sabido nada él más que lo que le contaba Jin. Está dudoso, pero cuando se da cuenta de qué es de madrugada y algo pude haberle pasado, contesta de golpe muy alterado.
—¡Ángel! ¿Estás bien?. - solo puede oír silencio.
—Taehyung, me asustas. ¿Qué ocurre? Hábleme por favor.
Pero Tae sólo podía sollozar como un bebé y Jungkook pudo reconocerlo. Siempre lo hacía, al final de cuentas fueron el soporte del otro por muchos años. Incluso cuando el pelinegro se había ido de la ciudad. Era su Taehyung, el que sollozaba así de delicado cuando estaba triste, en esos casos simplemente se acurrucaban hasta que se quedaba dormido. Pero ya no iba a poder ser así.
—¿Es bogum? Te hizo algo, puedo ir ahora Tae. Sabes que es en serio.
El castaño calmó su llanto, el ya era un adulto y no podía seguir enfrentando su vida como un niño. Debía hacer las cosas bien.
—No es eso. Nunca fue Bogum, él está bien.
—Entonces, sólo dime. Me tienes los pelos de punta.
El adulto en Seul retuvo las lágrimas para decir:
—Él no es tú, Junkookie.
Desde la línea silenciosa se escuchó un sonoro suspiro por parte del joven en Busan, como si estuviera soltando un peso acumulado.
—Y es por eso que es correcto, ángel. Sabes que yo jamás...- se cortó antes de sincerarse.
Ya lo hemos hablando en este fic; la verdad es dura. Si no somos más fuertes que ella, ella gana. Escondida como una vivora lista para atacar en el peor momento.
—¿Tú qué Jungkook? Si no me amas de esa manera, sólo dilo. No me pongas más pretextos, los odio. Me lastiman, siempre me han lastimado. Estoy harto.
Las lágrimas escurrían sin parar ambos rostros separados por miles de kilómetros.
—Es lo mejor para tí, ángel. Él te ama y te puede dar todo lo que yo no soy capaz de darte. Jamás toleraría decepcionarte, lastimarte. Jamás tomaría ese riesgo. No me pidas más de lo que te puedo dar, por favor.
—¿Por qué lo haces más complicado de lo que es? Danos una oportunidad.
—Tengo miedo, Taetae.- sus lágrimas no cesaban, era humillante no ser ese valiente chico que se merecía su amado.
—No lo tengas, no nos hagas esto.
—Voy a hacerlo, discúlpame. ¿Si?
—¡No! No entiendo porqué lo haces. - Tae estaba desesperada, jamás se sintió más abandonado y enojado que en ese momento.
—Por la misma razón de siempre, Tae. Porque te amo más que a mí mismo.
—¿No vas a ceder, verdad? - Tae ya ni sabía de donde sacaba fuerzas para hablar.
—No, ángel. Es por ti, siempre lo ha sido.
—Entonces regálame un día contigo, por favor. Déjame adorarte un día y luego... podemos despedirnos.
Jungkook sabía perfectamente que esa no era la mejor decisión, al contrario, solo iba a ser dolorosa y lo iba a hacer todo más difícil.
Pero para ellos era mejor haberse amado correctamente un día, que no haberlo hecho jamás.
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8teen- kooktae
Hayran KurguTe he amado desde que teníamos 18 •Inspirada en 18 de One direction. •kooktae uwu