Dedicado a mi queridísima Baobei que recurrió a medidas drásticas para hacer que (por fin) lo termine (she knows me too well)
En fin, ¡espero que lo disfruten!
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Posesiones
Lan Wangji alza la vista de los trabajos de los juniors que está corrigiendo al escuchar un ligero golpe contra uno de los muebles en la habitación, seguido de una pequeña maldición por parte de Wei Wuxian. Frunce el ceño ligeramente, listo para levantarse y asegurarse que su esposo no se ha lastimado cuando este sale sosteniendo con dificultad su cabello en una cola con una mano y en la otra su característico listón enredado entre sus dedos.
—¿Wei Ying? —pregunta dejando su pincel a un lado.
—Ah, perdón por interrumpir Lan Zhan —el hombre mira a su alrededor distraídamente apretando más su mano para que los mechones de cabello no se escapen—, mi listón se rompió, estaba tratando de encontrar la caja dónde guardamos los listones que A-Yuan, Jingyi y Jin Ling me regalaron de cumpleaños, los juniors me esperan para acompañarlos en su Cacería Nocturna de esta noche. ¿Recuerdas dónde la colocamos? —finalmente posa la mirada en su esposo y le sonríe con suavidad.
—Hm —asiente evitando bufar divertido por el hecho de que no pudiera recordarlo. Se pone de pie con cuidado caminando hacia la habitación seguido de cerca por su esposo; camina hacia el armario y del tablón más alto toma la mencionada caja. La abre mostrándosela para que escoja uno, si bien prefiere las cintas rojas los jóvenes le regalaron varias de distintos colores, desde rojo hasta morado por parte de A-Yuan, blancas y azules por parte de Lan Jingyi y doradas con lotos bordados en blanco por parte de Jin Ling.
—Ah, así que ahí la pusiste —ríe mirando las cintas decidiéndose por una dorada señalándola con su otra mano—, Lan Zhan, Lan-er-gege, ¿me ayudas a ponerla? —pregunta batiendo sus pestañas con coquetería obteniendo un bufido por parte de su esposo que toma la cinta guardando la caja en su lugar.
—Siéntate —con una pequeña risa Wei Wuxian obedece sentándose en el banquillo que siempre ocupa para que su esposo lo peine dejando la cinta rota en el mueble frente a él. Suelta su cabello tomando el peine entregándoselo a su esposo que inmediatamente empieza a peinarlo teniendo cuidado al momento de hacer algunos nudos; cuando está satisfecho recoge su cabello en una cola alta sosteniéndolo con la cinta.
—¡Gracias Lan Zhan! —el hombre se levanta de un salto girando para abrazar a su esposo dejando un sonoro beso en su mejilla. —¿Te encargas de la cinta rota? Ya estoy tarde y sabes lo quisquillosos que son los Juniors-bebés con su horario de dormir —ríe pellizcando cariñosamente la punta de la nariz de su esposo corriendo hacia la salida del Jingshi sin esperar una respuesta.
Lan Wangji lo observa marcharse con una mirada cálida, cuándo el sonido de la puerta al ser cerrada llena el lugar su vista se dirige a la cinta rota. La verdad le sorprende un poco que haya aguantado tanto tiempo, a pesar de su buena calidad hace años que estaba en manos de su esposo que no es precisamente prudente en su cuidado. La toma con mucha delicadeza doblándola lentamente hasta formar un pequeño y perfecto cuadrado, camina hasta el baúl de su habitación y se sienta frente a él abriéndolo.
Dentro hay diversas cosas que le pertenecen tanto a él como a Wei Wuxian, las que mueve con sumo cuidado hasta dejar libre un espacio en el fondo; desliza sus dedos por el borde hasta encontrar un minúsculo espacio que levanta sin esfuerzo revelando otro fondo dónde hay una pequeña caja. La saca con la mano en que sostiene la cinta y deja caer el pedazo de madera que funge de fondo falso; satisfecho pone la caja en sus piernas para luego abrirla revelando su contenido.
Luego de que Wei Wuxian descubriera el escondite de las jarras de Sonrisa del Emperador no tuvo otra opción que buscar uno diferente para su pequeño tesoro, fue un error de su parte que resolvió sin mucho daño colateral más que las leves burlas de su esposo por lo que encontró allí junto a las jarras. Para su fortuna, sólo había visto una vieja cinta y la mariposa de paja que le compró a A-Yuan cuando era más pequeño en Yiling, no quiere ni imaginar cuál sería su reacción si descubriera el resto.
No es que sienta vergüenza, no exactamente, pero le apena admitir que ha roto una regla muy importante con tal de reunir su tesoro. Todo empezó con el dibujo que Wei Wuxian le hizo durante su castigo mientras estudiaba en el Receso de las Nubes, ese y todos los garabatos que había hecho para él, las notas que se enviaba con Nie Huaisang y que él interceptaba. En ese momento pensó que estaba bien, los había hecho para él así que guardarlos no era tan malo, pero luego tomó la bolsita de esencias que Luo Qingyang le dio al joven antes de que quedaran encerrados en la cueva del Xuanwu.
Esa fue la primera vez que rompió la regla de ''No robar'' pero simplemente no pudo evitarlo, así como no pudo evitar tomar el listón de Wei Wuxian cuando lo llevó de la Ciudad Sin Noche de vuelta a los Túmulos Funerarios sin saber que sería su último recuerdo del hombre al que ama. Esos pequeños objetos que tal vez serían insignificantes para otras personas se convirtieron en una fuente de confort tras la muerte de Wei Wuxian.
Mira la cinta en su mano unos segundos antes de depositarla con cuidado dentro de la caja acariciando con reverencia los otros objetos dentro. Creyó que esa necesidad de conservar cada pequeña cosa de su amado se terminó luego de que volvió, pero no.
Tras casarse sus cosas pasaron a pertenecerle a Wei Wuxian por supuesto, jamás le negaría a su esposo ningún capricho y no lo diría en voz alta, aunque su esposo posiblemente ya lo haya notado, pero adora verlo utilizar su ropa. Desde sus túnicas externas hasta su ropa interior, verlo usar su ropa hace su sangre arder en deseo, la idea de que algo suyo envuelva a su esposo de esa forma provoca que sea difícil controlarse en público, muy posiblemente por la reacción que obtiene de él es que Wei Wuxian lo hace con frecuencia, sobre todo para las cenas junto al resto de la Secta o en reuniones dónde ambos tenían que estar presentes.
Pero él, aunque tiene el mismo derecho que Wei Wuxian, había recurrido a tomar las cosas de este cuando estaba distraído, sin preguntarle. A veces se encontraba revisando los cajones destinados a las cosas de su esposo mientras él dormía, revisando cada pequeña cosa que pudiera haber adquirido en sus viajes a Caiyi u otros pueblos en las Cacerías Nocturnas, cosas pequeñas y mundanas que su despistada pareja no notaría la pérdida o pensaría la habría puesto en otro lugar.
Pequeñas piedras que su esposo recogía en el camino con la emoción de un niño pequeño, collares infantiles que compró en algún pueblo, papeles con garabatos que suele hacer mientras él corrige los reportes de los juniors, incluso notas descartadas de sus inventos o bocetos de talismanes que no funcionaron. Todos los días encontraba algo nuevo que agregar a su colección.
Suspira suave sintiéndose contento con su nueva adquisición, cierra la caja y con mucho cuidado vuelve a colocarla en el lugar dónde pertenece acomodando todo a su lugar exacto. Cierra el baúl poniéndose en pie para volver a su escritorio y terminar su trabajo.
Mientras revisa los papeles vagamente se pregunta que cosas traería Wei Wuxian de su Cacería Nocturna que pueda agregar a su colección sin ser notado.

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Posesiones
Fanfiction{...} No es que sienta vergüenza, no exactamente, pero le apena admitir que ha roto una regla muy importante con tal de reunir su tesoro {...}