-Recuerden no decirle nada a mamá –hablaba mientras se vestía con su grueso abrigo.
-No lo haremos Hazzie, promesa de hermanos –ambas niñas estaban sobre su cama, jugando con las nuevas muñecas que habían recibido apenas abrieron los ojos.
-Sí, es nuestra promesa de hermanos –dijo Gemma.
-Volveré pronto para comer galletas con ustedes.
Harry se arrodilló frente a sus hermanas, susurraban al hablar para que su madre no los escuchara, hoy era el cumpleaños de las niñas y Anne preparaba las galletas de mazapán que tanto les gustaban, el rizado despertó cuando apenas el sol salía para irse temprano a ver a Louis. Hoy no pasaría mucho tiempo con el.
-Es una promesa –levanto su mano en el aire mientras que la otra la coloco sobre su pecho. Las castañas lo imitaron– mamá, me voy –camino de prisa a la cocina donde estaba su madre ordenando todo para comenzar a cocinar y le dio un beso en la mejilla.
-Vuelve temprano Harry –habia llegado a un punto en el que ya no le molestaba que su hijo saliera todos los días a ver a Louis, tal vez si era alguien bueno después de todo.
Fue hace una semana que Harry llegó triste por primera vez después de ver a la Bestia, Anne odiaba verlo así. Había llegado a casa corriendo y con los ojos cristalizados, lo primero que había hecho fue abrazarla y decirle cuánto la amaba, ni siquiera se había preocupado por cerrar la puerta.
Entonces Anne fue que le pregunto por esa Bestia y ese día supo que en realidad no era una Bestia; su nombre era Louis y era víctima de una hechicera. En el momento que terminó de escuchar la historia que su hijo entre sus brazos le relataba, Anne comenzó a tener un poco de pena por Louis, aún era alguien joven.
Alguien joven del cual su hijo se había enamorado.
Quería conocerlo, sabía que las niñas ya lo habían hecho, por más que Harry haya limpiado sus zapatos y haya escondido sus abrigos cubiertos de nieve ella se había dado cuenta. Era su madre.
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- ¿Estás seguro de que esto servirá? –estaba tenso, se aferraba a la gran puerta de madera de su castillo, indispuesto a salir.
- Vamos Lou, no lo sabremos hasta que no lo intentemos –tiraba de su abrigo, en su intento de hacerlo caminar, no funcionaba.
-¿Y si alguien nos ve? –su mente trabajaba tan rápido como le era posible, trataba de inventar cualquier cosa para no salir de allí después de tanto tiempo, salir del único lugar donde estaba a salvo le provocaba náuseas.
-Lou no temas, nadie nos verá –el rostro lo tenía rojo por toda la fuerza hecha.
-Hazz tengo miedo –confeso al fin. Harry dejo de tirar de el.
-Hey, yo te voy a proteger. Nada malo ocurrirá, y si alguien te ve vamos a correr lo más rápido que podamos, el bosque es muy grande Lou, todo estará bien –le hablaba mientras acariciaba una de sus grandes manos y lo miraba directo a sus zafiros.
-Esta bien Hazz, es parte del cambio ¿No? –le regalo una sonrisa de medio lado. El castaño asintió.
-Si quieres regresar está bien, tu solo tienes que decírmelo, esto no es necesario. Es cuestión de intentar cosas nuevas, no quiero que lo hagas por hacerme feliz, quiero que lo hagas por ti Louis, esto se trata de ti –el Rey podía sentir todo el cariño en su cuerpo, de extremo a extremo.
Las palabras de Harry lo acariciaban cada vez que salían de su boca, lo acariciaban tranquilizando su corazón y dándole paz a su alma, una armonía que no había tenido desde hace años.
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🥀EL ENCANTO DE LA BESTIA {LARRY STYLINSON}🥀
Roman d'amourCuál más le llamaría loco, pero esa Bestia de ojos azules es más frágil de lo que creen. No hay explicaciones para esto, solo es amor. "Yo no soy una Bestia, pero por Harry estoy dispuesto a serlo" Todas las historias tienen su "felices para siemp...