Estoy hablando con mi abuela sobre mi cumpleaños, que no faltan mas de 24 horas. Ella insiste en qué debería juntarme con toda la familia a comer en algún restaurante, pero yo insisto, en qué quiero ir como cualquier otro sábado al parque a pintar.
- No puedes pasarte la vida pintando Rachel, ¿Sabes? - su tono sonaba preocupante.
- Lo sé, abuela. Y no pretendo hacerlo - digo sin mostrar ni mínima atención a mi abuela -. Solo quiero pasar mi cumpleaños sola. ¿Hay algún problema con eso?
- No querida, es solo que no creo que sea lo mejor. Tu madre no hubiese querido que tu cump...
- No importa lo que mi madre piense o hubiese pensado. Ella no está, abuela. ¡No está! - interrumpo. La conversación me está irritando.
Decido solo coger mi cartera e ir al parque. Como hago todos los sábados, solo que hoy ya es viernes por la tarde.
Como cualquier otra adolescente normal, debería estar organizando algo para mi cumpleaños, pero como no soy ninguna adolescente normal, no lo hago.
Estoy en el auto y cuando lo estoy encendiendo, escucho que me gritan desde la ventana de la cocina.
- ¡No te olvides de comprar huevos y harina para la torta, Rachel! - me grita mi abuela.
Resoplo mostrando lo que me molesta ir a comprar ingredientes para hacer una torta para mí que ni siquiera deseo. De todas formas ella no lo nota.
Decido que es mejor ir antes al parque, y luego al supermercado. Así que conduzco hasta llegar al parque, que tal como me imaginé, no hay lugar para estacionar.
Doy vueltas por las calles de alrededor, hasta que encuentro un lugar a dos cuadras del parque, bajo con mi cuaderno, lleno de bocetos dibujados por mi, y mis lápices.
Camino hasta el parque dónde encuentro un banco libre con vista al lago que, según mi abuelo, era el lugar favorito de mi madre. No sé si es cierto pero, aún así, me siento familiarizada con este lugar. Por lo menos puedo sentir la tranquilidad y belleza que alguna vez mi madre contempló, quien sabe si junto con mi padre.
Dibujo algunos cuantos bocetos de unos pájaros que habían allí, las típicas gaviotas que andan por doquier en Jersey. Estoy muy concentrada, cuando de repente, siento que alguien o algo tropieza con el banco en el que estoy sentada y mi boceto sale volando impulsado por el viento.
- Perdona, perdona - dice un joven mientras para su patineta y la deja a un lado para buscar mis lápices que también se han caído - . No fue mi intención. En serio. Realmente lo siento. Disculpa...
- Esta bien - digo interrumpiendo. Noto que mi tono suena algo enojado -. No pasa nada. Solo estaba dibujando.
Intento buscar mi boceto pero no logro encontrarlo, seguramente el viento se lo ha llevado. No me preocupo, no es mas que un simple papel. El joven cuya edad desconozco, pero que aparenta de mi misma edad o apenas mayor, tiene en sus manos mi cuaderno de dibujo y se encuentra hojeándolo. Aparentemente se ha caído también.
- No mires eso - ordeno avergonzada e intento sacárselo de sus manos, pero el es mas rápido y lo aparta de mi lado - ¡es privado!
- Con que artista... ¿Verdad? - dice mirando el cuaderno y esbozando una sonrisa. - Son muy hermosos, ¿Los has hecho tu?
- ¡Claro que sí! - digo enojada sacándole mi mas preciado cuaderno en la vida.
- Pues no te creo - Me mira serio. Apenas le presto atención.
Junto mis cosas, las guardo en mi cartera y me estoy por ir, cuando veo que él sigue parado frente a mi esperando que diga algo.
- ¿A dónde vas? A penas estamos conociéndonos - me dice, todavía con una sonrisa.
- No quiero conocerte - le digo fríamente.
- Pues una pena que yo sí - esta vez está mirando su reloj de mano. Yo también lo miro. 16:30
- Oye, debo irme a hacer unas compras al supermercado - Digo apartándolo, pero el me toma del hombro y me frena -. En serio.
- ¿Como te llamas? - me dice quitando su mano de mi hombro.
No respondo y me voy de ahí. Cuando estoy lo suficientemente lejos de él, me volteo. Ahora se encuentra sentado en el banco y veo que saca de su bolsillo un papel arrugado. Estoy lejos pero, aún así, sé que es aquel papel: mi dibujo.
No me molesto y voy al supermercado.
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A New Beginning (Un Nuevo Comienzo)
Fiksi RemajaRachel con casi 16 años de edad está decidida a completar su gran objetivo en la vida: no formar parte de la estupidez humana. Pero algo inesperado agita el mundo de la joven: Lukas, el sarcástico y guapo chico quien parece tener un brillo en sus o...