El Cuervo Carmesí

Nuevas Experiencias

PRIMER MES

-apenas llevas dos días niña, dale tiempo a tus heridas, si sigues así tardarás más

-dígame la verdad señora Conolly, ¿no podré volver a correr bien de nuevo verdad?

-no...

-mierda lo sabía

-es broma cielo, deja de ser tan paranoica, si continuas en reposo estarás bien en 3 meses, pero por favor procura no intentar correr

La esposa del armero que contaba con varios conocimientos médicos gracias a la guerra civil charlaba con Berlina acerca de su recuperación mientras la señora Kellerman, dueña del rancho y la señora Hagerty, dueña de la farmacia del pueblo entraban en la habitación con bandejas repletas de galletas, emparedados de mermelada, limonada fresca y té

-señoras les prometo que cuando me recupere yo les prepararé un banquete

-no hace falta linda, con lo que hiciste por nosotros basta

-ten por seguro que cada una de las personas de Tuna Springs te lo agradece infinitamente

-¿tan mala era la banda de ese imbécil? Si, se que era un animal asqueroso pero les mentiría si les dijera que en todos los pueblos que he cruzado me han tratado como ustedes, la verdad es que estoy algo confundida y hasta incrédula en cierto sentido pero se los agradezco, lo que quiero saber es ¿por que?

Las tres mujeres se miraron entre si y relajando sus hombros procedieron a responder

-cuando Williams, sua hermanos y los trillizos McCarty eran jóvenes solían ser ganaderos del rancho Tres Cruzes a las afueras del paso del búho, una noche unos grises borrachos irrumpieron en el rancho e intentaron robarse dos caballos y dos mulas para fugarse hacia el sur, Eustace Callahan intentó detenerlos pero estos le volaron la cabeza apenas salía de la casa para enfrentarlos y comenzaron a incendiarlo todo dejándolo a el y a dos de sus trabajadores agonizando, la esposa de Eustace, Margo Callahan huyó al pueblo con su pequeña en brazos y ahí le avisó al en ese entonces Sheriff Elías Kellerman que unos bandidos habían atacado a su marido, mi padre se puso en marcha junto con su joven y hábil ayudante Edward Higgins y junto con otro joven recién llegado del ejército de la Unión que intentaba emborracharse en la cantina, Frank Conolly, los tres llegaron a la propiedad y se enfrentaron a tiros con los agresores que volteaban el lugar de cabeza buscando provisiones para el invierno, mataron a 5 y los otros 3 huyeron dejando todo excepto un caballo

-el problema fue que durante todo el ataque de esos sujetos y el contra ataque del padre de Betty, Higgins y mi esposo, los hermanos Johnson y los hermanos McCarty estaban totalmente dormidos encerrados, lo cual hubiese sido imposible tomando en cuenta que la cabaña que el señor Callahan construyó para que ellos vivieran no estaba a mas de 30 metros del lugar, ambos tiroteos fueron largos y el incendio se veía desde la montaña Eastman, era imposible que no estuvieran en alerta, por si eso no fuera suficiente uno de los cadáveres de los atacantes era de Alan McCarty, primo de los trillizos, eso hizo que el sheriff los arrestara y los llevara a la cárcel bajo el cargo de conspiración y asesinato involuntario, durante el juicio sus versiones no coincidían pero al no haber pruebas definitivas de su conspiración el juez decidió dejarlos libres, sin embargo para nosotros eso no fue justo así que los hechamos del pueblo y mientras Ed Higgins, el armero Frank Conolly, el encargado de la taberna Beny Harris, el marido de Linda, Ronie Hagerty, el cuidador de caballos Aira Lipkins y el barbero Ronald Sains que en ese entonces eran bastante más jóvenes de lo que son ahora se encargaron de perseguir a esos hijos de perra hasta obligarlos a salir del estado, después de eso vivimos en relativa paz durante casi 20 años hasta que hace unos 3 años unos vaqueros bastante borrachos intentaron hacer un linchamiento de un empleado negro de la estación de correos, El Sheriff Higgins y el padre de Betty fueron a investigar y ohhh sorpresa, eran esos malditos, el linchamiento fue ficticio y aprovechándose de la buena voluntad tanto de Higgins como del señor Kellerman les dispararon a quemarropa, Higgins logró responder y mató a dos de esas escorias pero cuando el humo se disipó el Señor Kellerman había fallecido, William se hizo de una gran reputación diciendo que mató a un sheriff en un duelo y muchos indeseables igual que él le creyeron y se afiliaron a su banda que pasó de robar ganado y asaltar viajeros a ser una de las más grandes y despiadadas del sureste