Capítulo 29

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 (Te presento a Cherry)

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Alpha Ikender

•Verdad•

Arreglé mi cabello, Ikender salió a conseguirme algo de ropa, después de dos días en esta cabaña por fin nos iríamos. Aunque me llevaba excelentes recuerdos.

—¿En Alemania hay moras?— Cherry estaba jugando con mi cabello. Era un hada bastante linda, su piel se dividida en dos tonos, pálida y verdosa, no un verde como el fango o musgo, si no, como las hojas fluorescentes de un mundo mágico. Sus enormes ojos saltones cambiaban de expresión continuamente. Al igual que el contorno de sus alas transparentes. Eso sí, sus grandes orejas parecían dos antenas saliendo de su cabeza, capaces de escuchar a largas distancias.

—Les encantan las moras ¿Cierto?— Ella asintió revoloteando..

—Claro, son deliciosas, la última vez no me dejaron comerlas— baja su cabecita afligida.

—¿Por qué las demás
no te aceptaban? — Se encogió de hombros.

—Mis opiniones eran muy distintas, y su alma fría mientras que la mía caliente, entre otras cosas— Negué con la cabeza entendiendo lo que pasaba. Dejé de insistir sabía que no deseaba  hablar del tema. Segundos después la puerta se abrió y mi lobo entró por ella. Traía algunas bolsas en sus manos.

—Encontré en el camino a Rosel y a tu amiga la rubia.

—¿Dalia?, ¿y qué pasó?

—Bueno, abordaremos un avión privado hacía Alemania, la Tua del vampiro también vendrá.

Estaba en cierta forma emocionada. Dalia era una chica fantástica, con un carácter un tanto difícil. Esperaba que logrará aceptar a Rosel.

—Compré algunas cosas para ti, después de que estés lista nos marcharemos—. Tomé un par de bolsas yendo al baño para cambiarme. Me coloqué el vestido de invierno blanco con diseños negros, combinaban con las mayas oscuras y el abrigo gris.

Me sorprendí cuando noté que las botas eran de mi número. Aunque ya nada debía sorprenderme de Ikender.

Ya lista salí a la entrada. Él sonrió al verme, se acercó y besó mi frente.

—Tenemos que irnos—Volvió a tomarme en brazos.

—Gárgola métete al bolso de Eider—Le ordenó a Cherry. Esta con cara de pocos amigos obedeció sin rechistar.
Abrí mi bolso dándole espacio para que se acomodará.

ALPHA IKENDER +21©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora