Mercury negro

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EIDER

Miro a la chica de tez y cabello blanco. En cuanto ve que la estoy mirando baja la vista y vuelve a lo que estaba haciendo.

-Muchas gracias profesora -le respondo después de darme la bienvenida.

Me muestra en donde me encontraré este ciclo escolar; me coloco justamente delante de la chica que ha hablado antes y a lado de Madi.

-Hey, por un momento pensé que no vendrías -veo como mi prima sonríe al verme.

-Lo siento, se me hizo tarde -trato de mirar hacía atrás de mí, y solo veo el cabello de la chica, de Venus -Aparte, sabes que me gusta hacer buenas entradas.

Madi comienza a reírse; la profesora comienza a impartir su clase y el tiempo se me hace eterno.

El llegar a una escuela nueva nunca ha sido de mi agrado y aún más cuando eres un lisiado. Eres el centro de atención, el novato que no sabe andar por la escuela, el que come solo los primeros días, el que lo ven como bicho raro, ahora agreguemos que me encuentro sentado en una silla de ruedas.

A pesar de esto, no me vengo abajo como otros chicos que su autoestima se va al caño por una cosa así, a pesar de que llevo ocho años en mi condición, yo tengo esperanza de volver a caminar; mis padres han visto a varios doctores que han llegado al mismo análisis, solo es cuestión de unas cuantas terapias y paciencia, mucha paciencia.

Madi ha sido de mucha ayuda para mí, al principio si me sentía mal por tener esta discapacidad pero poco a poco fui comprendiendo que las cosas pasan por algo, así aprendí una gran lección. En ese accidente automovilístico pude perder la vida como mi amigo Sebastián, pero por algo me salve, para dar a conocer mi historia; no me imagino a mis padres sufriendo como sufrieron los padres de Sebastian, aún lo recuerdo bien, como si hubiese ayer, yo me sentía mal tanto por mi situación como por sentirme culpable por lo que había pasado, hubo un tiempo en el cual caí en un severa depresión pero como dije, Madi fue de mucha ayuda para mí, es una prima demasiado cercana y estuvo ahí siempre para apoyarme.

-Buenos días Marisol -veo como un señor ya de edad avanzada se para afuera de la puerta -¿le podría robar 10 minutos de su tiempo?

-Claro don Emmanuel -le responde ella mirandolo -Permitanme chicos -camina hacía el señor y sale del aula.

Madi en seguida se levanta y se pone frente a mí.

-Eider, aprovechando que la profesora salió -su rostro se ilumina con una sonrisa de oreja a oreja -te quiero presentar a mis amigas.

Veo como las chicas de atrás se levantan, todas se paran frente a mí y me muestran una cálida sonrisa.

-Ella es Airani, mi mejor amiga -dice Madi señalandome a una chica alta de cabellera negra.

-Si, si, al diablo -miro a una chica de estatura promedio, delgada y con cabellera castaña hablar -Yo soy Cansas -a pesar de su apariencia dura me muestra una cálida sonrisa.

-Hola -le respondo devolviendole la sonrisa a Cansas y a Airani.

La última chica, se pone detrás de mí y hace que Venus se levante, las dos se plantan frente a mí.

-Yo soy Sugeyri -sonríe y se gira hacía la chica a su derecha -y ella es la preciosísima Venus -la miro, es verdad, es preciosísima.

VENUSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora