Capítulo 68: Ha cambiado.

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Bueno, he muy visto poco interés en esta historia por parte de la comunidad... Supongo que está será la última actualización. :c



«Shen se ocultaba junto con un grupo de soldados detrás de una barricada improvisada de troncos, una flecha atravesó el pecho del hombre a su lado, una enorme flecha de dos metros aproximadamente, entrando por su lado derecho del pecho hasta salir por la espalda. Su punta del metal característico y único de Xing se bañó de rojo. Sus compañeros corrieron a socorrerlo tan rápido como les fue posible y el hombre se desplomó sobre un charco de su propia sangre.

—¡Andando! —Shen mantenía la cabeza fría, indiferente a la situación.

—Esta muy mal herido señor —habló uno de los presentes —. Tenemos que volver.

—¿Volver? —preguntó el dragón de mal humor —. Tenemos al objetivo justo delante de nosotros.

Con sólo diecisiete años Shen era uno de los hombres más requeridos al servicio del rey. Su rapidez y eficiencia durante sus encargos le crearon cierta reputación entre las tropas, y no una que cualquiera quisiera tener. Sin embargo, ese tipo de cosas tenían a Shen sin cuidado.

—Señor, no podemos llevarlo con nosotros.

—¿Quién dijo que lo llevaríamos?

—¡No se atrevería!

—Dejó que lo hirieran, los heridos son peso muerto. No necesitamos peso muerto si queremos terminar esto.

—No podemos dejarlo a morir aquí —replicó el hombre.

—¡Los débiles no tienen derecho a escoger como morir! Ahora muévase soldado.

—¡No! —respondió para sorpresa de Shen.

—¡Bien! Cómo gusten, entonces quédense a morir aquí —Shen ocultó su molestia con sarcasmo y una sonrisa mientras se alejaba.

Unos minutos después, Shen regresó luego de acabar con el enemigo, su ropa estaba rasgada y sucia y tenía un par de moretones en la cara. Se recargó en los troncos que componían la barricada para revisar sus heridas y observó al suelo. Ahí se encontraban sus hombres, muerto hasta el último, empalados por lanzas, con rostro de dolor y sufrimiento.

—¡Basura! —exclamó Shen antes de emprender su camino a casa.»

...

Elizabeth comenzó a despertar lentamente, entre abrió lo ojos y bostezó, estiró su cuerpo debajo de las sábanas y se acurrucó nuevamente. Abrió los ojos de manera brusca y volteó en todas direcciones, recordó los últimos momentos antes de desmayarse y tocó su herida. Soltó un quejido de dolor y luego observó su cama. La pelirosa esbozó una cálida sonrisa al ver a Shen, durmiendo tranquilamente, con la cabeza recostada sobre la cama muy cerca de sus pies.

—Shhh, no lo despiertes. Debe estar muy cansado, estuvo al pendiente de ti desde que te trajimos —dijo la cálida vos de Mirajane.

—¿Desde que me trajeron? —Elizabeth meditó un poco —. ¿Dónde estamos ya que lo mencionas?

—En un lugar seguro. Parece que Shen no es el único que está en desacuerdo con los líderes actuales de este país.

—¿Ellos? —preguntó la pelirosa al recordar aquellos hombres que vio en Magnolia una vez.

—Fueron de mucha ayuda, llegaron justo a tiempo para salvarnos de los soldados.

—Y-ya veo... menos mal.

La silenciosa vos de Elizabeth terminó por despertar al dragón, Shen levantó la cabeza y frotó sus ojos aún adormilado.

—¿Cómo te sientes? —se apresuró a preguntar antes que nada.

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