¡Hey Tú, Niña Rica!

1| Kellan.

Zhanna.

—Zhanna...—Intenta decir mi padre pero lo silencio.

—No puedo creer que hayas vendido la mano de tu única hija mujer a un hombre que prácticamente le dobla la edad.—Digo exaltada.—Estoy muy indignada.

—Zhanna...Maurice no te dobla la edad.—Dice mi padre después de tomar un trago de whisky que tiene en el escritorio de su oficina.—Tiene cuarenta años, no está tan viejo.

—Tengo veintitrés años, Maurice Denovan fácilmente podría ser mi padre.—Mi padre bufa.—No aceptaré este matrimonio.

—Ya el trato está echo.—Dice él encogiéndose de hombros, mi boca se abre formando un perfecto círculo.

—¿Que dice mi madre sobre todo esto?—Pregunto a mi padre, quién ladea una sonrisa.

—Alice está más que encantada con esta unión.

—No puedo creerlo, ¿Y Alex? ¿Que dice el?.—Pregunto de nuevo, con la esperanza de que al menos mi hermano si esté en contra de este matrimonio.

—Tu hermano opina que es buena idea, quiere a alguien preparado para estar contigo toda una vida.—Dios.

—No voy a casarme, padre.—Digo cruzando mis brazos sobre mis pechos.

—Si no lo haces yo...—Dice, pero se calla de inmediato.

—¿Que harás?, ¿Me negarás parte de tu herencia?—El esquiva mi mirada afirmando lo que antes había preguntado.—Con gusto aceptaré no recibir más de  los Ivanova.—Murmuro antes de levantarme de la silla, y salir de la oficina de mi padre.

(...)

—¿Que hizo qué?—Pregunta Anne, mi mejor amiga, después de contarle todo lo que mi padre me había dicho.

—Yo tampoco puedo creerlo y lo peor es que se atreve a decírmelo dos días antes de mi fiesta de cumpleaños.—Murmuro pintando mis uñas, ruedo los ojos cuando observo que esta se regó sobre mi dedo.

Nunca he servido para hacer dos cosas a la vez

—¡Juro que lo mato, Zhanna!—Alzo mis cejas al oírla.—Además, se suponía que tú y Drake están juntos, ¿Que dirán las personas al enterarse de este desastre?.

Si, Anne siempre pensando en el ¿Que dirán?.

—Drake y yo ya no estamos saliendo, Anne,  terminamos hace una semana.—Murmuro, Anne bufa.

—Pero las personas, nuestros amigos, no lo saben.—Ella es interrumpida por el grito, de la que intuyo que es su madre.—Mi madre me llama, hablamos luego.—Dice antes de colgar.

Vaya...

(...)

Mi día definitivamente va de mal en peor.

En dos días es mi fiesta de cumpleaños, y el jardinero que iba a cortar el jardín de mi casa, enfermó.

Por lo que va a enviar a su hijo, un chico de veinticinco años, según me informaron mis padres.

¿Debería estar calmada?

Claro que no.

Al parecer el chico nunca ha cortado una planta y, por lo tanto, es su primera vez haciendo tal trabajo.

No entiendo que hice mal en esta vida.

Definitivamente, no se que hice mal.

—Zhanna.—¿Y ahora que?.