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Se hizo silencio durante unos segundos antes de que Kirishima volviera a hablar.—Creo que deberías pensarlo, Bakugou. Eres tú el que tiene que sopesar los pros y los contras de estar con ese tipo. Al fin y al cabo lo conoces desde hace años, ¿no?
—Sí, por eso mismo la decisión no es sencilla. Sé muy bien cómo es ese idiota. Pero bueno, igual no tengo que tomar una decisión ahora mismo. Voy a tomar mi tiempo, quiero disfrutar de mi soltería tanto como pueda.
—Eso está bien.
Enseguida cambiaron de tema y continuaron hablando hasta que el repartidor llegó.
***
Al día siguiente, todo transcurría con normalidad. Izuku, como casi cada mañana, se había levantado temprano para ver a su querido Kacchan irse a trabajar a Eraser, la empresa en la que trabajaba.
El rubio cenizo, por su parte, tenía una importante reunión aquella mañana. De hecho, acababa de empezar en aquellos instantes. Estaban negociando un acuerdo con la empresa Nighteye.
Aizawa, su jefe; comenzó a hablar.
—Hoy estamos reunidos para firmar un acuerdo entre nuestras empresas. Con el fin de poder exportar a más países nuestro material para automóviles. Comience usted, señor Sasaki.
—Gracias, Aizawa.—Hizo una pausa y continuó hablando.—Creo que este acuerdo podría beneficiarnos a ambos, ya que mi empresa es bastante conocida por sus célebres por sus excelentes coches. Además mi empresa es más conocida que la suya.
—Eso es cierto pero no nos subestime, nosotros somos también conocidos y valorados. Tenemos bastante demanda además.
Las miradas de ambos empresarios, chocaron. Parecía que se estaban desafiando.
—Discúlpeme, Aizawa pero no pretendía menos preciar a su empresa. Tan sólo señalaba un hecho. No me malinterprete, yo admiro su trabajo.
—Bien, continuemos.
La reunión continuó sin sobresaltos. Casi todos los presentes aportaron su punto de vista en un momento dado, eso sí, unos con mejor fortuna que otros.
—Entonces, ¿trato hecho?—Dijo Aizawa.
—Trato hecho.—Respondió Sasaki.
Los dos estrecharon sus manos y firmaron el acuerdo.
—Doy esta reunión por finalizada, pueden marcharse.—Indicó Aizawa.
Los empleados abandonaron la sala, cada uno fue a su puesto de trabajo. Excepto Katsuki, que necesitaba salir.
—Necesito un maldito café ya.
Salió del edificio y buscó una cafetería que valiera la pena. Tardó un poco en encontrarla,cuando al fin lo hizo; pidió su café.
—Buenos días, señor. ¿Qué desea?—Le preguntó una simpática camarera de cabello rosado.
—Un café solo.
—¿Con azúcar o sacarina?
—No quiero ninguna de las dos.
—De acuerdo, ¡enseguida estará listo!
La chica se adentró en el local y no tardó mucho en entregárselo a Bakugou.
—¡Aquí tiene! Son 6 yenes.
Katsuki le entregó el dinero y se marchó. Todo iba bien hasta que escuchó una voz tras él:
—¡Katsukiii~!
Era Denki, su exnovio.
"Ese hijo de puta."
Bakugou decidió ignorarlo y andar más rápido pero el otro le perseguía.
—¡Katsuki, por favor! ¡Tenemos que hablar!
En ese momento, no aguantó y se dio la vuelta para gritarle.
—¡No tenemos nada que hablar! ¡Desaparece de mi vista, imbécil!
—Oh, venga...¡No seas así!—Le insistió.
Katsuki puso mala cara y siguió andando, bajo la atenta mirada de Denki.
"Lo estoy perdiendo."
Entonces, Kaminari corrió hacia él y lo abrazó.
—Katsuki...¡Tienes que escucharme!
—¡Te dije que no! ¡Vete a la mierda!
La gente de la calle los miraba, perplejos.
—Creo que debemos avisar a la policía, voy a llamarles.
—Yo también.
Algunas personas comenzaron a llamar a la policía y a avisar a los agentes que se encontraban por allí. Finalmente, llegó un policía bastante alto y fornido llamado Inasa.
—Señores, ¿qué está pasando aquí? ¿Algún problema?
Los dos rubios giraron sus rostros para observarlo.
—No, no, ninguno. Todo esto es un malentendido.—Dijo Denki, quien permanecía agarrado a Katsuki.
—¿Seguro?—Preguntó Inasa mirando a Bakugou.
"Creo que esta es una buena oportunidad para vengarme."—Pensó sonriendo maliciosamente.
—No, este hombre me está acosando.
—¡Eh! ¡No mientas!
—No miento, no hay más que verte. Agarrado a mí, sin dejarme en paz.
Kaminari se dio cuenta de que su actual posición lo dejaba en mal lugar y soltó a Bakugou.
—Bueno, señor. Me parece que va a tener que acompañarme a la comisaría. Así que, será mejor que se dé la vuelta y deje que le ponga las esposas.
Denki sabía que era absurdo resistirse y que le iría peor de hacerlo. Así se dejó.
—Tchs, maldita sea...—Maldijo Kaminari.
—Vamos, adentro.—Le decía Inasa mientras le empujaba adentro del coche.
Una vez que el rubio del mechón en forma de rayo subió, miró desde la ventanilla a Bakugou; quien lo miraba burlonamente. Kaminari le devolvió una mirada molesta.
—Eres un cabrón, Katsuki. Pero no creas que me voy a rendir, volverás a caer por mucho que te hagas el difícil.—Dijo en voz muy baja para que el policía no le escuchase.
Bakugou se alejó de allí, triunfante.
—Je. Fue divertido.—Dijo mientras emprendía su camino de vuelta a la empresa.
El rubio cenizo pensó que el resto del día sería tranquilo, lástima que no sería así.
***
Notas finales: ¡Hasta aquí por hoy!
¡Espero que os haya gustado!
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¿Hay esperanza? [Dekukatsu]
FanfictionIzuku Midoriya es un joven de 21 años, estudiante universitario de Ingeniería química. Su vida es aburrida y monótona hasta que, Katsuki Bakugou, un antiguo amigo de la infancia de su misma edad; reaparece en su vida. Esto provoca que sus sentimient...