mσnσlσcσ||31 Minutos (Tudoque)

Pasión en la ocasión

Estan juntos en el parque, sentados debajo de un magnifico algarrobo loco, mirandose como bobos mutuamente mientras que desde a lo lejos el sol cae en la colina verde más lejana

Fue idea de Bodoque ir al parque, el siempre era un romantico con Tulio y con el alrededor cada lugar a donde iba se veía como el paraíso, lo mismo para el famoso chimpancé, cada lugar no tenía la misma vida sin el conejo a su lado

Ahora estaban juntos y nada podia separarlos, absolutamente nada a excepción de el precioso sonido del instrumento que Juan Carlos tocaba con delicadeza, una melodía suave de guitarra que embobaba a Tulio con cada cuerda que sonaba. Bodoque empezó a cantar con el corazón haciendo una bella canción, una balada de amor

Cuando terminó su balada esperó ansioso por la reacción, obviamente el mono lloró de la emoción

-¡Oh Juan Carlos!, ¡Eso fue bellisimo!- Exclamó limpiandose las lágrimas de su rostro

Bodoque no podía evitar sonrojarse, por primera vez en mucho tiempo Tulio realmente lo escuchó y le fascinó algo que hizo, finalmente se sintió alguien importante en aquel momento

-Oh gracias, la compuse para ti- Dijo con una sonrisa

-¡Oh no es cierto!, se que es de un cantante ya existente- Acusó con un tono divertido

-¿Ah sí? ¿Cual?- Preguntó el conejo, queria saber si realmente lo conocia o si era más de sus estupideces

-¡Pues el mejor cantante de todos! Juan Carlos Bodoque- Respondió cerca del rostro de su amado

Tulio le dió un dulce beso en los labios y Bodoque no tardó en corresponderlo rapido

Se besuqueaban mucho, no importaba en donde sea ninguno tenia miedo de que los demás dirían de ellos pues ambos dejaron de importarle su reputación hace tiempo

Tulio siendo el más conocido no dejaría que algo externo de la prensa cambie lo de ellos dos, su amor hacia el conejo rojo era tan poderoso que duraria hasta el final de sus días.

Su beso pasó de ser dulce e inocente a ser uno más ambicioso y apasionado, sus bocas se abrieron para dar pasó a cada uno a su mandibula, el calor de ambos era reconfortante para los dos, Tulio no tuvo miedo de acercar a Juan Carlos a su torso mientras que el conejo parecía estar muy goloso de sus besos

Mantuvieron sus bocas tan unidas que les empezaba a faltaban el aire así que se separaron al instante para tomar aire, Bodoque parecía querer seguir pero Tulio lo detuvo antes de que pudiera besarlo de nuevo

-Ah no chiquitín, eso es algo que haremos cuando lleguemos a mi casa- Dijo el de rayas con una mirada pícara

El rojizo rió un poco -De acuerdo, grandote- Dijo Bodoque devolviendole la sonrisa pícara

Esa noche fue intensa para ambos pero sin duda una buena experiencia...Lástima los sirventés de Tulio.