Pasa la hora y me entregan el sobre blanco, en su interior esta lo que necesito saber, pero los nervios me invaden y hace que mi curiosidad desaparezca. Camino con dirección a un salón de belleza, me quitaré este color de pelo y pediré uno más apto a mi personalidad. Paso gran parte de la tarde en el salón de belleza esperando mi anhelado cambio. Sé que quizás a Azad no le guste, pero uno se arregla para sentirse bien uno misma, no para los demás.
Llego a mi habitación y me doy una ducha para poder arreglarme para la cena con la familia Bartollini. Me maquillo de manera sutil pero elegante y me visto con hermoso vestido con un escote coqueto en la parte de mi pecho. El vestido es perfecto para impresionar al Lorenzo y sobretodo dejarle en claro a la estúpida de Marlene que ella no es la única que tiene trasero. Al cabo de unas horas siento unos golpes en mi puerta, debe ser Azad que acaba de llegar, tomo las llaves de su habitación y me dirijo a la puerta para abrirla. Cuando abro la puerta es grande mi sorpresa al ver a Azad ya aseado y vestido ¿Cómo lo hizo si yo tenía las llaves de su habitación? Me dejo esa duda para más tarde.
Te ves hermosa cariño.- sus palabras hacen que olvide lo recién sucedido y le sonrió para evitar que vea que me he llevado una sorpresa.- Te queda maravilloso tu nuevo cambio de look.- le sonrío y me satisface saber que le ha gustado.
Gracias Azad, harás que me sonroje.- miento ya que nada de lo que me diga hará que me sonroje.
Vamos, ya estamos en la hora y sabes que odio llegar tarde.- sin que se dé cuenta ruedo los ojos. Tomo mi cartera de mano guardo mi celular en esta sin que Azad se dé cuenta de el sobre blanco que hay dentro. Aún no lo he visto, quiero hacerlo en compañía de Lorenzo y tengo la excusa perfecta para que Lorenzo y yo quedemos solos.
Al llegar a su hermosa casa, quien nos recibe es la odiosa de Marlene quien besa muy cariñosamente la mejilla del hombre que me acompaña. Luego hace un frio saludo a mí y me observa de pies a cabeza. En tu cara puta, sé que me veo increíble mil veces mejor que tú. Entramos y caminamos a la sala en donde Lorenzo juega con su pequeña hija. La pequeña al verme corre yo me pongo a su nivel y me saluda con un abrazo lleno de cariño, luego me levanto ordenando mi vestido y al fijarme en Lorenzo este me observa casi embobado.
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El silencio de Sophie
RomanceSophie Hall una muchacha nacida en Toscana, Italia. Hija del capataz de confianza de