Shuumatsu no Valkyrie: Red Winter

Capítulo 2 "Los Einherjer"

Poco antes de que las dos valquirias entraran en la sede, para retar a los dioses,  estas se encontraban en su balcón revisando los registros akáshicos; unos archivos holográficos que mostraban los rostros e información de cada persona que ha existido en la historia de la humanidad.

—He-Hermana ¿De verdad les propondrás el Ragnarok a los dioses? —Le preguntaba muy desconfiada y nerviosa Geir a Brunhild.

—Obviamente, Geir, no podemos permitir que acaben con la humanidad, sé que eres muy joven cómo para entender ciertas cosas, pero nosotras las valquirias tenemos un vinculo mucho más profundo con los humanos que con los dioses, los hemos apoyado en cada batalla, en cada dificultad, no hacerlo ahora sería una traición, incluso a nosotras mismas. 

—Y... ¿A quién elegirás cómo el primer combatiente del Ragnarok? Claro, si es que aceptan tu propuesta —Le preguntaba Geir a su hermana, aún temerosa de lo que se venía.

—Conociendo cómo reaccionarán, lo más probable es que Artemisa sea la primera en combatir, esa hipócrita siempre trata de ocultar su sádica personalidad tras la mascara de ser puro amor y paz con sus animalitos, pero con esto no podrá resistirse, en ese caso creo que tengo al oponente perfecto para ella —Decía Brunhild mientras posaba su mano sobre uno de los 13 archivos que ya había elegido. 

Arena del Valhalla

Los dioses habían decidido que el torneo se llevaría acabo en una especie de coliseo romano gigante, tan gigante que todos los dioses caben en una mitad de las gradas y una gran parte de la humanidad que ha existido cabe en la otra. La arena de combate de este coliseo estaba repleta de árboles; los suficientes cómo para considerarse un pequeño bosque, pero también para poder ver cómodamente la batalla desde las gradas. 

Del lado de los dioses hay una entrada; un cancel de metal cubierto por ramas y flores con vegetación del bosque al rededor. 
Del lado de los humanos, justo al frente del cancel, hay otra entrada; un clásico saloon.

—Por fin cumpliré la función para la que nací, por fin llegó la hora de soplar el Gjallarhorn, por fin iniciará el Ragnarok —Se decía así mismo una figura masculina con una armadura blanca que se encontraba en el centro de la arena, se trata de Heimdal, dios nórdico guardián de Asgard y anunciador del Ragnarok

—¡Damas y caballeros! ¡Oficialmente doy inicio al Ragnarok! ¡Yo seré su presentador y réferi durante todo el torneo! ¡Las reglas son sencillas, luchar a muerte! ¡El ganador se decidirá con la completa aniquilación del otro combatiente!

—¡La primer combatiente de parte de los dioses es una arquera sin igual! ¡Aquella que protege su virginidad con recelo! ¡Quien ayuda a toda mujer en labor de parto! ¡La señora de las bestias! ¡Ella es... La cazadora lunar! ¡Artemisa!

El tronido de metal contra metal se hiso notar por la brusca manera en la que Artemisa abrió el cancel, dos ciervos salieron de los arbustos que rodeaban la entrada, fungiendo cómo escolta para la diosa, una hermosa y alta mujer, de tez blanquecina, cabello largo y castaño, vestida con una blanca túnica griega, unas sandalias, y una diadema hecha de ramas y hojas. Portaba un carcaj lleno de flechas y en la mano izquierda un bellísimo arco dorado.

—¡Su contrincante, por parte de la humanidad será el pistolero más letal del viejo oeste! ¡En vida asesinó a más de 40 personas a sangre fría! ¡Siempre vivió bajo sus propias reglas! ¡Algunos conocen a este forajido cómo Little Arkansas! ¡El corazón oscuro de Texas! ¡John Wesley Hardin!

Las puertas vaivén del saloon se abrían suavemente mientras los tablones del suelo rechinaban con cierto tono abrumante, una sombra salía a la luz, la típica figura de un vaquero que suspiraba mientras recorría todo el lugar con su seria mirada, con dos revolver colt en su cadera, y un aura qué, aunque pareciera bastante pacífica, era roja cómo la sangre e inspiraba una sutil, pero fuerte sensación de muerte.