C A P I T U L O 1 8

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Eran las 20 horas cuando Tanner regresó de aquel extraño paseo con Vanessa. Fueron al cine y luego a cenar en algún restaurante caro por allí, la dejó en su casa y ahora estaba de regreso al hospital. Al salir del ascensor pudo ver mucho movimiento en la habitación de Vanya, habían varios enfermeros saliendo, algunos tomándose la cabeza con dolor, y un Timothy temblando de nervios.

Caminó con velocidad hasta él y cuando Tim lo miró, con aquella reprensión, supo que algo no andaba bien.

- ¿Qué es lo que pasó?- Preguntó sentándose a su lado.

- No sabía que Peregrine podía dejar inconsciente a tantas personas en menos de cinco minutos.- Dijo con asombro y a la puerta.- Debería ganarse un Récord Guinness.

- ¿De qué estás hablando?

- Tanner, te quiero pero a veces eres muy estúpido.- Dijo con fastidio.-  Olvidé que no podía dejarla sola y se quedó dormida, y tuvo pesadillas, ya sabes cómo se pone, no quería que nadie la tocara y se puso agresiva, tuvieron que sedarla.

- ¿Tú olvidaste que no podías dejarla sola y se supone que yo soy el estúpido aquí?

- Ella estuvo a punto de golpearme, estaba en serio molesta, estoy muy joven para morir. Además, yo no tengo promesas con ella, tú si.

- ¿Estaba molesta?- Preguntó haciendo que el moreno girara los ojos.

- ¿Puedes dejar de contestarme con preguntas?- Espetó con fastidio.- La dejaste sola cuando le prometiste que no lo harías ¡Claro que estaba molesta!

- No creo que sea por eso, estamos hablando de Vanya, no es muy digno de ella.- Tim lo miró con duda.

- ¿Y qué crees que haya sido?

- No tengo idea, tendré que preguntarle cuando despierte.- Contestó y golpeó amistosamente el hombro de su amigo.- Vete, ya es tarde.

El asintió y Tanner entró a la habitación luego de despedirse de Tim.

Ella estaba ahí con los ojos cerrados, inmóvil, su respiración era tranquila aunque podía ver cómo ella se tensaba cada tanto. Se acostó a su lado y besó su frente.

- Estoy aquí, no hay nadie más.- Susurró y besó su mejilla.

Estaba confundido. Las conversaciones con Vanessa no eran nada comparado a las conversaciones con Vanya, eran dos polos opuestos y eso le hacía darse cuenta de que en realidad le gustaba Vanya, como nunca iba a gustarle Vanessa.

Y estaba seguro de que Peregrine gustaba de él y es que ¿Quién no podría? Si aparte de ser hermoso era listo y muy astuto. Aparte, ella dió el primer paso para besarse, así que eso debía ser una señal de que al menos se sentía atraído hacia él.

Pensando en la idea de volver a besarla pronto cayó dormido junto a ella.

~*~*

Cuando Tanner ingresó a la habitación, luego de haber salido temprano en busca de algo para que la chica desayunara, y encontró a Vanya de pie mirando por la ventana hacia afuera, como si estuviera en otro mundo. Caminó hacia ella tras cerrar la puerta y se paró a su lado.

- ¿Qué haces de pie?- Preguntó, ella sin embargo no lo miró.

- Quería ver por la ventana, ya estoy harta de estar en camas y encerrada en habitaciones.- Contestó con la voz apagada.

Tanner tomó asiento en la cama y comenzó a destapar el empaque de comida que le había llevado. Si bien era un hecho que desayunar cosas pesadas hacía mal, Vanya detestaba desayunar pan y esas cosas porque nunca se llenaba, prefería comer algunos huevos fritos y muchos tocinos, así que eso era exactamente lo que le llevó.

- Peregrine, ven a comer.- le dijo y la chica caminó a paso inestable hasta la camilla dondo tomó asiento como indio y en silencio comenzó a comer.- ¿Estás molesta conmigo?

La pregunta no sabía cómo responderla, estaba en serio confundida pues se sentía molesta pero no con él. Sin nada que decir ella negó con la cabeza y continuó comiendo.

- Tienes que estar muy molesta como para estar tan callada.- Ella giró los ojos y tragó lo que había en su boca.

- No estoy molesta contigo.- Insistió ella.- Solo me molesta que me miren y me traten de la manera que tu novia lo hizo ayer.- Tanner frunció el ceño al escuchar como se refería a Vanessa.- No es contigo y además tú eres joven, no debes tenerme como una carga todo el tiempo.

- No eres una carga, me gusta estar contigo porque me hace el más listo en la habitación.- Luego de una risita, continuó.- Y ella no es mi novia, no lo digas ni en broma.

- Pues fueron novios antes y yo...

- Dios no castiga dos veces.- Interrumpió haciendo que Vanya riera sin poder evitarlo.- Ella ni siquiera me gustaba, Van; me parecía hermosa, lo acepto, pero era una relación superficial porque papá me la metió por los ojos.

- Te creo, estúpido.- Dijo ella con la boca llena ganándose una mirada de reprensión.- En fin, cambiando de tema, ¿Cuándo podré salir de aquí?

- Jack dijo que te darán el alta esta tarde, mamá seguirá aquí así que papá se quedará con ella y nosotros iremos a casa con un chófer.- Ella asintió comprendiendo.- dijo que estaba feliz con tu aumento de peso y tu... Flor.- Carraspeó con incomodidad.- Estaba prácticamente curada, que solo debías tomar medicamentos un tiempo más y estás lista.- Ella sonrió feliz.

- ¿Podemos ir a un lugar hoy?

- ¿Qué lugar?

- Siempre he querido visitar el lago Armstrong.- Respondió Vanya con ilusión y una sonrisa.

- ¿Porqué e...- Una voz aguda interrumpió la pregunta de Tanner.

Era Vanessa.

- ¡Oh por Dios! ¡Adoro el lago Armstrong y lo extraño!- Exclamó ingresando y sentándose junto a Tanner para abrazarlo con fuerza.- Hay que ir, Honey. ¿Qué tal si vamos hoy?

Tanner la miró y luego a Vanya, quien negó de inmediato.

- Vanessa, ¿Cómo supiste que estaba aquí?

- Pues llamé a tu padre y él me dijo que estabas aquí ¿Porqué ahora siempre estas aquí? No parece que esta pandillera sea incapaz de cuidarse sola.- Vanya enarcó una ceja y miró a Tanner, quién comprendió que ese gesto era una amenaza de muerte segura.- Como sea, ¿Qué tal si vamos hoy por la tarde al lago Hoult y...

Fue en ese momento donde la paciencia de Vanya desbordó.

- Disculpa, Verónica.- Vanessa la miró con el ceño fruncido al escuchar como la llamó.- Es de mala educación meterse en conversaciones ajenas y autoinvitarse a situaciones que no tienen nada que ver contigo.- Soltó con tranquilidad en mirándose las uñas; algunas estaban largas y otras cortas, le gustaría arreglarse las uñas y que se vean así de elegantes y lindas, como las de Vanessa o Emily.

- Es Vanessa.- Chilló con fastidio.- Y solo quiero pasar algo de tiempo en lugares turísticos de la ciudad ahora que volví, no veo el problema de ir con ustedes ¿Qué dices, Honey?

Cuando Tanner quiso abrir la boca las uñas de Vanya se clavaron en su piel disimuladamente haciéndolo saltar.

- Prefiero no meterme en esta discusión.- Dijo con una sonrisa nerviosa.

- Si no trajiste nada de comer, quizás deberías irte, Valeria.

- Es Va...

- No me importa, Victoria- Dijo con fastidio y la retó con la mirada.- Antes muerta que ir contigo a un lugar tan importante como el lago Armstrong.- Espetó con seguridad.

Caos PerfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora