Se dice que el amor puede llegar en el momento menos esperado, pero cuando llega, puede ser de distintas maneras y situaciones.
Esto le sucedió a una maestra de una prestigiosa academia de cazadores, pero conocerlo fue una de las formas y situacione...
Había un notable desorden en lo que parecía ser un pequeño mini super, nadie decía algo debido al causante o causantes del problema, siendo esto una claro problema.
- esto ya me pareció suficiente, acaso eres idiota, ¡quiero el reembolso! - dijo un chico de unos 25 años de forma realmente hostil
Nadie decía nada por lo intimidante que era, tenía varios tatuajes y tenía una musculatura que si se ponían a hablar no dudarían que ese sujeto tomaría represarias en contra.
Dicho hombre estaba casi al límite, teniendo un claro problema con el joven que atendía el cajero que se mostraba asustado.
Por otro lado se veía a un chico que estaba a lo lejos escogiendo lo que eran unas verduras y las ponía en el carrito de las compras que estaba al tope, mientras tenía una sonrisa realmente tranquila.
- Bien, parece que ya tengo todo listo para la semana, creo que deberé darme prisa en regresar y acomodar, me pregunto, ¿que deberé hacerle de cenar?... ¿tal vez lasaña? - hablo de forma animada aquel jóven mientras tomaba el carrito - ¿uhm?, ¿qué está pasando allí? - se preguntó al ver a lo lejos un notable problema.
Al fijarse mejor que estaba pasando pudo ver al causante de ello, un chico casi de su edad o mayor, había algo que no podía tolerar y era a personas como esa, más al poder sentir la clara hostilidad que se reflejaba.
- Oye imbecil, esto es una tontería, esto es una basura, ¿que dicen ustedes? - dijo de forma arrogante un chico de 25 años.
Sus palabras resonaron el lugar para disgusto de todos que no decían nada al respecto y se quedaban callados por el miedo y saber que ese sujeto estaba en lo incorrecto.
- idiota, te estoy hablando, ¿no que el cliente tiene la razón? - hablo en tono amenazante al cajero que solo tragaba en seco
Con esto fue más que suficiente para el chico que había estado observando, siendo que ello ya estaba por pasar a algo peor, aunque sabría que llamarían a la policía, no podrían llegar a tiempo para detener ello.
- bueno, no me puedo quedar con los brazos cruzados - dijo el jóven chico mientras se acercaba a la caja - disculpe señor, ¿sería tan amable de cuidar mi carrito un momento mientras voy a solucionar eso? - llamo al hombre que estaba delante suyo que había volteado para ver al chico que le había llamado.
Al hacerlo pudo ver con sorpresa a dicho jóven que estaba pasando atravez de las demás personitas, llegando a pedir permiso a cada cliente de una forma respetuosa que al pedirle a los demás clientes se vieron con la sorpresa de ver a alguien que era peor que aquel escandaloso cliente, alguien que era extremadamente alto y que parecía ser algún tipo malo.
- ¡Ya colmaste mi paciencia!, ¡mejor apurate a dame el reembolso!
- perdone cliente, pero debo decir que no hay n-nada malo con el producto, además que es un producto no reembolsables - habló con temor el cajero mientras que esto fue la gota que había derramado el vaso para aquel cliente desastroso.
- ahora si que ya sascaste un boleto a l__ - no pudo terminar al escuchar una voz detrás suyo.
- ¿hay algún problema aquí?, si no quieres problemas, pídele disculpas al chico y marcharte, antes de que te saque a la fuerza de esté lugar - fue la voz del desconocido
De forma instintiva había llamado la atención de aquel problemático cliente, que al escuchar esas palabras, sintió que debía ser algún metiche que quería quedar bien.
- a ver imbecil, te reto a que me lo digas en la ca... ra...
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