Noviembre 3, 1976. 7:00 a.m.
Una vez había terminado la luna llena de septiembre y sus efectos se habían comenzado a pasar, Remus cayó en cuenta de que quizás la idea de investigar qué era el secreto de Harper no era lo más inteligente. Pensándolo bien, si estaba ocultando lo que estaba haciendo, además de usar ingredientes tan extraños como savia venenosa y rosas fénix —lo que fuera que fueran esas últimas, sin olvidar mencionar las diminutas pero peligrosas pirañas de Itziar—, entonces definitivamente algo estaba sucediendo. Sin embargo, señalar esto no parecía haber logrado que sus amigos desistieran. Tampoco cuando mencionó de que era muy posible que se molestara cuando se diera cuenta de la forma en la que querían meter las narices frías donde no los llamaban.
Sin embargo, los Merodeadores no habían contemplado una pequeña pero esencial falla en su plan: después de aquel día, no había vuelto a suceder nada extraño.
Y por nada se refería a, literalmente, nada.
Habían pasado algunas semanas vagamente pendientes de las acciones de su compañera de casa —nada extraño, solo de manera casual— y no había vuelto a suceder nada fuera de lo común. Harper iba a clases y al comedor a las mismas horas que ellos y solo la perdían de vista cuando ella subía a las habitaciones de chicas de Gryffindor, pero Lily tampoco parecía creer que había algo extraño sucediendo. Ni siquiera estaba pasando tiempo en la sala común de Hufflepuff con Phoenix, como solía hacer antes, sino que a veces escabullía a la prefecta a la Torre de la casa de los leones.
Quizá estaba de más decir que uno de los más felices con aquel arreglo era Sirius. Para sorpresa de Remus, Phoenix parecía estar bastante dispuesta a acercarse al mayor de los Black con la intención de hacerse amigos, siempre y cuando este no apestara a cigarro. La discusión del daño que hacía a los pulmones era constante, pero Sirius no pensaba dejar el hábito.
Pero fuera de haberse topado a Phoenix y Harper saliendo del baño de chicas del segundo piso en Halloween, comentando algo sobre «La pobre Myrtle» y la cámara de los secretos, Remus estaba seguro de que Harper nunca había pasado tantos días sin romper al menos una regla, comenzando por la que prohibía que estudiantes de otras casas entraran a salas comunes ajenas, sino que ahora era Phoenix. Inclusive McGonagall parecía un poco confundida por eso.
Phoenix siempre había sido una chica de oro y casi fanática de cumplir las reglas, en especial porque su madre era profesora, pero Lorelai Halloran parecía estar muy distraída con algo más como para darse cuenta. La única otra vez en que recordaba haber visto a Nix actuar fuera de carácter había sido el año anterior, cerca del lago, después del TIMO de Defensa contra las artes oscuras. Pero inclusive eso había sido en contra de Snape.
Algo que Remus definitivamente había notado —además de la chica de oro de Hufflepuff rompiendo las reglas y una Gryffindor cumpliéndolas— era que, desde esa mañana en la enfermería, había dejado de tener pesadillas.
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DAUGHTER OF THE NIGHT ▹ R. LUPIN
Fanfic«Si no puedes enfrentar los lobos, no entres en el bosque.» - Alexandra Udinov. EN PROCESO. remus lupin x oc!fem mundo mágico, era merodeadora © valentinoverse & thismonisnonstop, 2020-2024. PRIMERA VERSIÓN: © 2020. LISTA CORTA WATTYS 2021. SEGUNDA...