Lara.
El inmaduro estaciono el carro al frente de uno de mis lugares favoritos. A este lugar vine aquella noche que conocí a Santiago y ahora estaba aquí con él.
–Buena elección. Me gusta el lugar que escogiste - dijo cuando vio Small cheval.
–Ya habías venido?- pregunte.
–Si. - respondió y entro rápido.
Nos atendieron como siempre muy bien. El lugar no estaba tan vació como la última vez que vine, era obvio por la hora que me aparecí aquella media noche.
Decidimos sentarnos al aire libre.
A pesar de haber decidido venir a este lugar, no se me olvidaba que por ahí estaba rondando el molesto de Daniels. El chico que se había enamorado obsesivamente de mí, siempre quería que saliera con él, nunca aceptaba su salida.
El lugar tenía luces por todos lados y se veía igual de espectacular como siempre.
–Hola Lara. - dijo Mike, el mesero, quien nos entregó la carta. - Quieres lo de siempre? - pregunto.
–Hola Mike, Si, lo de siempre. - le dije.
Mire a Santiago que aun observaba la carta todavía.
–Tres horas para decidir. - dije.
–Estoy viendo, no me gusta pedir cualquier cosa. - dijo mientras seguía mirando detenidamente la carta.
En seguida baje la carta de sus manos.
–Mike, trae la mejor hamburguesa. O sea, la que siempre pido. Para el amigo aquí presente. - dije.
Mike tomo el pedido y se fue.
–Como sé que me gustara lo que pediste? - pregunto Santiago.
–Es solo una hamburguesa. A quien no le gusta cualquier tipo de hamburguesa? - pregunte sabiendo que tal vez Santiago era ese tipo de persona.
–Espero que me guste. - dijo. Sabia que estaba predispuesto a que no le gustaria.
–Te he sorprendido todo el día inmaduro. Así que esta no será la excepción con respecto a la comida. - dije.
Mike nos trajo una cerveza corona a cada uno. Para esperar mientras traían la comida.
No hablamos. Santiago observaba su teléfono que no dejaba de sonar. No dejaba de ligar ni un momento. Así fuera por WhatsApp. Y yo solo observaba a todos lados para no notar la incómoda situación.
¿Me había traído aquí para hablar conmigo o solo para quedarse mirando el teléfono?
En la mesa de al lado estaban unas chicas que no dejaban de murmurar y reírse cada vez que veían a Santiago.
Era obvio que estaba con uno de los chicos, mejor dicho: el chico más guapo. No podía negarlo, Santiago era guapo. Pero, así como era guapo, era un frívolo, presumido, ignorante, inmaduro que solo pensaba en él.
–Siempre es así cuando sales?- pregunte.
Levanto la vista del celular.
–Si, siempre me consigo una que otra niña fastidiosa tratando de llamar mi atención. - refiriéndose a las chicas de las mesas de al lado.
–Okey y siempre eres así de frívolo? - pregunte.
–Y tú siempre eres así de desentendida con todo? - respondió con otra pregunta.
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Aléjate o déjate llevar
Ficção AdolescenteLara y Santiago, muy diferentes pero al mismo tiempo tan iguales, con las mismas ganas de comerse al mundo. Lara es una chica fuera de lo común, desde su aspecto hasta su personalidad ruda y fuerte, chocara con Santiago al demostrar de verdad que un...